Adolescencia y valores
Teenage and rights
24 de Enero de 2005
 
Es muy difícil entender que, poco a poco, las sucesivas crisis, o mejor dicho, la perdurabilidad de la crisis, nos ha hecho perder de foco, la vida de nuestros hijos.
 
Ello los lleva a comportamientos erráticos por no contar con ejemplos al menos coherentes, como no lo somos en la mayoría de los casos, los propios padres.
 
La sociedad en su totalidad, con un contexto consumista que nos bloquea la visión y la acción de nuestra dirigencia que sigue llevándonos a los caminos del observar como cada cual se llena los propios bolsillos en desmedro de más del 55% de la población en un país que jamás en su historia tuvo tan altos niveles de pobreza, desnutrición, indigencia y baja de concurrencia a los colegios, con la consecuente y paralela caída de los niveles educativos. 
 
Desde la informalidad del habla hasta lo más profundo que es la esencia del importarle el entorno en que vive y especialmente su propio país, lo que ha sido demostrado que los estudiantes en general, apenas si llegan a interesarse en la política en un 2,9%.
 
Y estamos hablando nada menos que del interés de conducir una nación o de hacerse responsables de su futuro.
 
Como bien lo dijo el propio Ministro de Educación Daniel Filmus, esta generación de adolescentes es la que recibe menos de sus mayores que ninguna de las anteriores.
 
Pero parafraseando a un lúcido humorista de la realidad cotidiana ¿en la Argentina la realidad se la puede ver seriamente acaso? En nuestro país siempre las grandes noticias pasan por hazañas deportivas escándalos políticos y faranduleros y crecimiento del producto bruto interno ( si, es cierto, cada vez más brutos en lo interno ). Espectaculares negocios y una parte de la sociedad, sea cual sea, beneficiada por algún dibujito financiero que permite, con la ayuda de la viveza criolla, lograr ganancias siderales que irradian entusiasmo y jolgorio a unos cinco millones de argentinos que abarrotan aviones volando hacia Disney World como quien va a la esquina.
 
Todos bailan sobre la cubierta del Titanic, la orquesta no para y las ola y el viento sucundum-sucundum...
 
Pero de pronto todo colapsa porque no tenía base ni sustento a pesar de los aplausos y vitores de los capitostes del poder.
 
Todo se va a pique y ahí los detalles, los pequeños detalles nos sorprenden, nos espantan y como sociedad inmadura que somos, lo único que se nos ocurre es la indignación por la indignación misma...
 
Sin embargo, no hay vida digna posible si somos indiferentes al dolor, a la marginación, al cierre de las fuentes de trabajo y de escuelas , al aumento de la mendicidad y sobre todo a la total indefensión de los viejos y de los jóvenes. 
 
Los Jóvenes siempre llevados a la muerte injusta, la represión o el desmadre.
 
Desde la Noche de Los Lápices hasta la República de Cromagnon, por diversos caminos, nuestros jóvenes han sido masacrados por el poder de turno, por una represión política de brutalidad extrema o por una pseudopermisividad sin escrúpulos que los explota, los idiotiza, les lima el cerebro y les borra toda idea de responsabilidad social.
 
Hoy la juventud, seamos realista con excepciones como siempre, y en su idioma NO NOS DA BOLA!!

Es que si se acercan a nosotros, no tenemos tiempo y no los escuchamos.

Y si es al revés, somos como orangutanes que todo nuestro poder de mando y respeto es el dinero, el que te compra tal cosa , el que te permite ir al mejor de los colegios, el que te da la mejor pc, etc.   Según el sayo que nos corresponda.

Y bueno, se encierran en su compu y a conectarse por el Messenger por horas, se guardan en sus boliches y no  nos importa ignorar que en la mayoría de estos lugares no tienen seguridad.
   
Menos sabemos con quienes se encuentran, sabiendo que hay lugares donde corre a raudales la droga y en algunos otros la promiscuidad y el sexo sin límites, lo más que hacemos es el sacrificio de ir a buscarlos a la 6 de la mañana o 7, somnolientos, y sin diálogo alguno que sirva para algo.
 
Complementariamente, menos les importa (que eso si les importa a los boliches) que la función empiece a las 2 de la mañana porque a ellos les conviene y no a las 20 21 o 22 hs. que son más normales y que por lo tanto obliga a muchos indefensos y poco pudientes chicos y chicas a caminar largas cuadras para llegar a casa, o a lo mejor quizás,  no volver .

¿Qué hacemos nosotros los padres?, ya no con la simplicidad del barullo de las organizaciones de madres y padres, sino como sociedad  responsable de su futuro, entronizado por nuestros propios hijos.
 
¿Alguna vez nos haremos cargo de nuestros hijos?¿Seremos responsables para con ellos?¿Actuaremos en consecuencia y hemos de querer ser sus amigos? De lo contrario, ¿qué es lo que irónicamente les exigimos?


 
El Editor

 24th January, 2005

It’s difficult to understand that, little by little, the several crisis, or it’d better to say, the perdurability of the crisis, make us lose the fact of paying attention to our children’s life.

That makes that our children take incorrect actions for not having coherent examples, such as in most of the cases, we, the parents, aren’t.

The society in a whole, with a non - stopping buying background that blocks our visions and actions and that leads us to watch how each of us full our pockets in spite of more than 55% of the country population that they are in a country that never in its history had such high poverty levels, starvation, and low presence in the classes, with the consequent fall in the educative levels. 

From the informality of the speaking to the deepest that is the essence of taking care of the background in which they live and specially their own country, what have been showed by students in general, merely they are interested in politics in a 2,9%.

And we are talking, last but not least, about the interest of driving a nation or being responsible of its future. 

As it was told by the Educational Minister, Daniel Filmus, this generation of teenagers is the one that receives least form their elders than any other former generation.

But taking the words of a famous humorist of our every day life,” Can we take the reality in Argentina seriously?”. In our country, all the huge news are sports success, political scandals, media gossip and the growth of the internal gross product (that’s right each time we are more “gross”). Amazing business and a part of the society, whatever it is, is benefited by a financial figure that allows, with the local witty, get huge earnings that give enthusiasm to 5 millions of Argentineans that crowd planes flying to Disney World as if it were going to the corner. 

Everybody dances on the Titanic deck, the band doesn’t stop and the waves and the wind goes on. 

But suddenly everything falls because they don’t have a stable base in spite of the claps and the cheers of the power representatives.

Everything goes down and there we have the details, the tiny details surprise us, scare us and the immature society we are, the only we can think of is the indignation itself. 

Nevertheless, there’s no possible life if we are indifferent to the pain, the margination, the closing of working positions and schools, the growth of home less and most important, the indefence of those who are older or younger than us. 

Young people are always taken to the injustice death, the repression or being home sick. 

Since the Pencil Nights to Cromagnon Republic, walking several ways, our young people have been killed by the present power, by a political repression or for saying that anything is possible without taking into account any principles, making young people acting as idiots and erasing any idea of social responsibility.

Today youthood, we have to be realistic there’re always exceptions, and in Spanish word we could say: they don’t pay attention.

It’s that if they get closer to us, we don’t have time and we don’t listen to them.

And if it’s the other way around , we are like chimpanzees that all our power in commandment and respect is the money, buying this or that, allowing them going to a better school, the one that gives them the better computer. According to the topic we talk about. 

And if they start playing with their computers and connecting themselves on the msn for hours, or going to discos, and we don’t mind ignoring that most of these places don’t have security. 

We least know who they are with, knowing that there’re places where drugs can easily be found and in some cases whores or sex without limits, the only thing we do is the sacrifice of going to pick them up at 6 o’clock in the morning, or 7 o’clock, asleep, and without any dialogue that is useful.

Besides, discos, of course, don’t mind that the show starts at 2 o’clock because starting at this time is better for them than at 8 or 9 o 10 in the evening that is a more normal timetable. So this makes a lot of indefence and not so rich kids to walk long blocks to reach home, or may be, not coming back. 

What do we, the parents, do? Not any more with the simplicity of the noisy parents organizations, but like a responsible society of our future, ruled by our own children. 

Will we any day be in charge of our kids? Will we responsible of them? Will we act correctly and love their friends? Otherwise, What’s that ironical think we ask for?


The Editor