Los turistas, locos por los dinosaurios
 
18 de Julio de 2008 

Una excavación en Neuquén atrae a miles de visitantes por año

 

La Patagonia es una de las regiones de exploración paleontológica más ricas y activas del planeta
Mientras recorre las polvorientas orillas de un lago patagónico, Jorge Calvo explora el suelo rojizo, señalando los restos de un dinosaurio bajo el sol del desierto. En su recorrido se acerca a una fosa de dos metros y medio donde saluda a Marcela Milani, una técnica que se encuentra trabajando con un grueso punzón y un martillo.
Milani quitaba capas a una piedra en busca de un hueso de cadera perdido que podría llegar a ser parte del descubrimiento más famoso de Calvo, el Futalognkosaurus , un nuevo género de dinosaurios herbívoros de más de 30 metros de largo. Uno de los tres dinosaurios más grandes que jamás se hayan descubierto. "Vivió hace casi 90 millones de años -explicó Calvo, geólogo y peleontólogo argentino-. Estamos llenos de dinosaurios en esta zona. Si camina, seguro encontrará algo."


Calvo, de 46 años, tiene su oficina aquí, en una excavación permanente de restos fósiles en esta vasta tierra de dinosaurios. No sigue el camino académico tradicional de los paleontólogos: recolectar restos en el sitio de trabajo para enviarlos a museos lejanos. Dos años después del descubrimiento del Futalognkosaurus , en 2000, decidió establecer aquí su lugar de trabajo, junto a un plácido lago artificial protegido por formaciones rocosas rojizas.


El llamado Proyecto Dino, organizado por Calvo a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Neuquén, consta de varios tráileres con baños portátiles y un museo sin aire acondicionado ni piso, donde se expone la cada vez mayor cantidad de restos fósiles descubiertos. El proyecto se mantiene principalmente con donaciones de empresas locales de energía, que excavan en busca de gas natural.

 


Sin embargo, Calvo ha logrado atraer a 10.000 turistas por año llegados de todo el mundo, incluidos hombres de negocios con alto nivel de estrés que se acercan a buscar fósiles en el suelo como "terapia". Pasa cuatro días por semana en Los Barreales, a veces observa las estrellas por la noche junto con su hijo Santiago, de 11 años. En verano, Calvo suele trabajar con paleontólogos visitantes de Brasil e Italia. Aún enseña geología e ingeniería en la Universidad Nacional del Comahue, aquí, en la provincia de Neuquén, donde se bautizó con su nombre un dinosaurio similar a un pájaro.


Su enfoque de la paleontología es, de alguna manera, controvertido. El paleontólogo Rodolfo Coria, del Museo de Carmen Funes, cerca de la ciudad de Neuquén, dice que los restos fósiles extraídos por Calvo en el lago Los Barreales son "rehenes" y que deberían estar en un museo adecuado. "No coincido con la idea de utilizarlos en un proyecto turístico", sentencia.

 


La Patagonia, donde Calvo trabajó durante 20 años, se ha transformado en una de las áreas de exploración paleontológica más grandes del mundo, junto con el desierto de Gobi, en China, y la región occidental de los Estados Unidos, que es muy rica en restos fósiles. Paleontólogos de todo el mundo han viajado para trabajar en la Patagonia.


Científicos argentinos descubrieron el dinosaurio herbívoro más grande que habitó nuestro planeta, el Argentinosaurus , y el dinosaurio carnívoro más grande, el Giganotosaurus carolinii , que con 13,7 metros de largo era algo más grande y 2720 kilos más pesado que el famoso Tyrannosaurus rex , hallado en los Estados Unidos.

 


"La Argentina posee el registro más rico y completo de dinosaurios de todo el hemisferio sur, una lista que incluye desde los primeros hasta los últimos dinosaurios", comentó James I. Kirkland, paleontólogo del Servicio Geológico deUtah. Ese registro, que recopila unos 150 millones de años, es distinto al del hemisferio norte, explicó Kirkland, porque durante el Jurásico y la mayor parte del Cretácico, los continentes se estaban separando, lo que dividió los hemisferios norte y sur.


En cada región evolucionaron distintos tipos de dinosaurios, pero hace unos 70 millones de años, 5 millones de años antes de que los dinosaurios se extinguieran, se formó un "puente" de tierra que les permitió a algunos cruzar entre ambos hemisferios. En Neuquén se ha encontrado una gran cantidad de restos de dinosaurios del Cretácico (de 145 a 65 millones de años). "Lo llamamos Parque Cretácico", comenta Calvo al hablar de los yacimientos que incluyen a Los Barreales.


Los primeros fósiles de dinosaurios fueron descubiertos en Neuquén, en 1882. Durante décadas, los museos de Buenos Aires y La Plata concentraron todos los fósiles de la región. La construcción de museos regionales cerca de Neuquén en las últimas dos décadas ha ayudado a retenerlos "en casa" y ha creado una suerte de "dinoturismo".


Por su parte, Calvo diseñó un modelo a escala de un futuro museo paleontológico de 2 millones de dólares que tendrá un túnel a través de la montaña rocosa rojiza para llegar hasta un área dedicada a la historia de los indios mapuches. "Podría buscar huesos de dinosaurios toda mi vida y dos vidas más, y aún no lograríamos terminar -dice-. Pero si algo tenemos acá es tiempo." Alexei Barrionuevo, The New York Times