24 de Noviembre de 2008

Lujos de pueblo

Señor Director:

"Quizá me reten porque digo «pueblo».

Pero Victoria, San Fernando, sigue, para mí, siendo pueblo.

Ha llegado el calorcito.

En estas tardecitas, con el cambio de la hora, a las 20, el sol todavía está alto. Aprovechando la calma que impera en el trabajo, a eso de las 19 saco mi silloncito de lona a la vereda y me siento un rato a gozar de la sombra de los tilos y fresnos que adornan nuestras veredas.

Y a fumar la pipa del día, tranquilo y sin apuros.

"Pero, quizá para que no me aburriera viendo pasar los siempre apurados colectivos, desde hace casi una semana aparecieron en el barrio unos zorzales.

Por suerte, parece que están haciendo nido enfrente de mi casa. Y, al llegar esta mágica hora, alguno de ellos se pone a cantar.

La potencia de su garganta privilegiada supera el ruido del trafico, que, por suerte, ya es menos denso.

Los silbidos y gorjeos resuenan entre las verdes hojas como si estuvieran provistos de altavoces. Y no deja de cantar, dando gracias a la vida, hasta que las sombras ganan la calle y se encienden las primeras luces en las farolas de las veredas.

"Y todo esto gratis, sin cables, sin audífonos, sin ninguna tecnología.
Sólo un pequeño pajarito, que canta su alegría.

Y que la comparte con quienes tengan ganas de oírlo... y admirarlo."

Carta de lectores diario la Nación 23-11-08
José J. Vicentini
josevicentini@hotmail.com