03 de Diciembre de 2008
La cueva de la mafia de los medicamentos
La manejan dos ex militares, opera más de 7
millones por día y allí funciona un consulado, donde
operaban Forza, Corradi y Lorenzo.
J. Lanata
![](comunidad%20377_archivos/image002.jpg)
Se trata de la Argentina de las
baldosas flojas: cuando se pisa una, saltan varias a la vez.
El triple crimen de la efedrina detrás de los carteles
mexicanos, detrás de la mafia de los medicamentos, detrás
del lavado de dinero para la campaña de Cristina,
¿detrás? El juego de cajas chinas que comenzó con
laboratorios truchos terminó en una “cueva” del mismo
barrio: en el sexto piso de 25 de Mayo 293 –a tres cuadras
de la SIDE y la Casa de Gobierno– en el consulado de
Guinea-Bissau, un aguantadero de la City en el que se
cambian cheques por efectivo o efectivo por cheques al que
acudían selectos clientes: el asesinado Sebastián Forza
(quien aseguró en diversas oportunidades que era ésta la
“cueva de los militares” dedicados al tráfico de armas),
Néstor Lorenzo (de la Droguería San Javier y Multipharma,
fervoroso aportante de la campaña K), Esteban Pérez Corradi
(investigado como proveedor de efedrina), Martín Magallanes
y Marcelo Abasto (propietarios de droguerías) y Walter Pérez
(involucrado en una causa por comercialización irregular de
medicamentos).
“Te cambian cheques por cash en el día. Más de cien lucas,
lo que sea. Pero si entrás ahí, no jodés. Los tipos te hacen
cumplir sí o sí –confió a Crítica de la Argentina un
cliente esporádico de la cueva–. Los tipos te hacen endosar
los cheques que llevás, o sea que el cliente es el
responsable de cumplir con el pago. Es una cueva de
militares.”
“Ésa es una cueva mayorista muy conocida en la City –dice un
operador del microcentro–. Tiene un respaldo importante,
porque deben estar cambiando entre 6 y 7 millones por día.
Pensá que los tipos necesitan, aparte de los 70 millones por
mes para prestar, cierta ingeniería de lavado de dinero:
abren cuentas a nombre de fundaciones o iglesias para las
que necesitan o la complicidad o al menos la vista gorda del
banco, y tienen que vincularse con estudios jurídicos que se
encarguen de crear las sociedades.”
“Herencia de los noventa, como diría Néstor –bromeó ante
este diario un banquero–; en esos años había varias cuevas
de militares que se dedicaban a cheques e hipotecas. Se
juntaban cinco o seis generales “con plata” y buscaban a
alguien de confianza y de afuera de la institución, el tipo
que manejaba operativamente la cueva y ponía la cara.
Además, nombraban a un militar retirado que hacía de
auditor.”
UNA VOZ EN EL TELÉFONO. Esta historia comenzó a
principios de octubre, con un llamado anónimo al conmutador
de la Gendarmería. Un tal Fabián Somoza y su socio, que
reciben cheques de terceros, los cambian, cobran las
comisiones y los depositan en empresas truchas que ellos
mismos armaron. Son empresas que están exentas del pago del
impuesto al cheque. La cueva funciona en 25 de Mayo 293,
sexto piso, en el consulado de Guinea-Bissau.
La denuncia llegó al juzgado federal 12, a cargo de Sergio
Torres, fiscalía de Guillermo Marijuán. Cuando la Justicia
llamó a la Cancillería para pedir el domicilio oficial del
Consulado de Guinea Bisseau, una funcionaria llamada Cecilia
Cristofalli atendió el teléfono y respondió: el teléfono es
53535300 y confirmó la dirección de calle 25 de Mayo. Sin
embargo, en la respuesta de la Cancillería al pedido por
escrito del legajo del Consulado, la información no estaba
actualizada. En apenas siete páginas, estaba el primer
domicilio del consulado y había una carta con membrete
oficial de la República de Guinea-Bissau en la que se
nombraba como “cónsul honorario”, hace más de veinte años,
al argentino Enrique Oscar Montiel.
Montiel es una persona de suerte: gracias a la Convención de
Buenas Relaciones Consulares, su oficina está exenta del
pago de impuestos y contribuciones: no paga IVA, ni ABL, ni
impuesto alguno. El beneficio se extiende del inmueble al
cónsul, que además cuenta con protección judicial. La
Cancillería sólo pide un pequeño favor formal a cambio: que
si se modifica el domicilio de la oficina consular se cuente
con el consentimiento del Estado que envía. Pero la
exigencia no desveló a los diplomáticos argentinos: el
consulado cambió cinco veces de sitio y en el expediente
oficial aún figura el primero.
Guinea-Bissau es el país más pequeño del África continental,
fue colonia portuguesa y al independizarse, para
diferenciarse de su vecino Guinea, se agregó Bissau, el
nombre de la capital. Tiene 355.000 habitantes que hablan
mayormente creole o portugués y un PBI per cápita de 856
dólares. Hasta la década del cincuenta, la mortalidad
infantil era de 600 cada mil nacidos, y sólo el 1% de la
población rural sabía leer y escribir. Guinea-Bissau tiene
agricultura y ganadería, pero sus principales fuentes de
producción son, poco corrientes: las nueces de cajú y la
emisión de sellos postales.
El cónsul honorario no es de la tribu Fula o Mandinka (que
se ubican en el norte del país y son animistas), ni Balanta
o Manjako, sino cordobés. Enrique Oscar Montiel nació en la
provincia mediterránea el 24 de julio de 1930, egresó del
Colegio Militar en 1950 y llegó en su carrera a ser mayor de
Infantería. Según los registros castrenses, Montiel murió el
11 de marzo de 1997. Pero ante su febril actividad
financiera, se lo ve más vivo que nunca. Para estar muerto,
en los últimos años ha desplegado una intensa actividad:
creó una empresa, ocupó el consulado y fue candidato a
legislador por el MODIN. El 14 de julio de 2000, el cónsul
Montiel creó la firma Detutti S.A con Humberto Carlos
Maritato, domiciliada en Corrientes 2032 tercero B,
domicilio anterior del consulado de Guinea-Bissau. En 2003
ocupó el puesto 14 de candidato a legislador de la Ciudad
por el MODIN (Movimiento por la Dignidad y la
Independencia). Montiel mantiene habituales reuniones con
“grupos nacionalistas”, en abril del año pasado mantuvo un
encuentro con el denominado Grupo Suipacha “en el que se
habló sobre la necesidad de profundizar las relaciones
bilaterales con la hermana república del África y hacerle
llegar al presidente de Guinea-Bissau los puntos más
salientes de nuestro reclamo por nuestras queridas y nunca
renunciadas Islas Malvinas”.
EL INTERIOR DE LA CUEVA. ¿Cómo ejercer el comercio
bilateral con Guinea-Bissau? Para entrar a cambiar cheques
en el consulado de 25 de Mayo, el cliente debe anunciarse en
la recepción de la planta baja, donde se le solicita el
número de DNI. El personal de seguridad consulta y luego se
toma el ascensor hasta el sexto piso, donde se disponen dos
puertas: una de entrada y la otra de salida, a fin de evitar
que los clientes se crucen y así mantener su privacidad. La
de entrada tiene el correspondiente anuncio: “Consulado de
Guinea-Bissau”. En el interior hay un mostrador, cuatro
sillones y una pequeña oficina. Al costado, otros
escritorios dispuestos en círculo, en los que trabajan
algunos operadores. Cada esquina del piso tiene su
correspondiente cámara de seguridad. El abogado Guillermo
Silvio Martinero, de 37 años, poco más de un metro setenta y
cabellera ausente, es el encargado operativo de la cueva.
Ante la AFIP, Martinero se presenta como proveedor de
“servicios de asesoramiento, dirección y gestión
empresarial”. Como abogado, ha defendido a varios militares
ante los tribunales, y se jacta de sus buenas relaciones con
“la institución”. Martinero es el encargado de la plata
grande: las relaciones con las obras sociales y las
droguerías.
El llamado de principios de octubre a la Gendarmería fue en
exceso preciso: el informante anónimo dio una lista de
empresas que la fiscalía investiga en el Banco Central, la
IGJ y la ANSES. Todas las empresas denunciadas existen, pero
la mayoría ni siquiera tiene empleados declarados y muchas
de ellas informan como su domicilio real el actual o
anteriores del consulado africano. Veamos algunas de ellas:
• PAGO RURAL S.A. Empresa sin empleados, con domicilio en
Corrientes 2032, dirección anterior del consulado. Con
cuentas en el Banco Provincia y el HSBC. El titular es
Daniel Eduardo Cáceres, una persona sin antecedentes
laborales que en 2007 se convirtió en una especie de Henry
Ford: aparece como integrante de MDA Group (constructora,
financiera, inmobiliaria), Eron Time S.A. (constructora),
Transportes La Merced S.A. (logística), Eron Building S.A.
(constructora e inmobiliaria), Constructora Los Olivos,
Vricol S.A (desarrollos tecnológicos) y Café del Mar S.R.L.
(bar y restaurante).
• IGLESIA EVANGÉLICA PENTECOSTAL BETHEL DE SAN MIGUEL.
Titular Juan Carlos Maciocio.
• CEREALES PAMPASUR S.A. Su titular es la monotributista
Viviana Judit Dunezat.
• TRANSPORTE LA MERCED S.A. Figura a nombre de Irene Isabel
De Jesús. En 2007, evidentemente, Dios la ayudó: pudo crear
varias sociedades, Siexport Trade S.A. (comercio exterior),
Singlequality S.A. (desarrollo de hardware y software),
Essentialsoft S.A. (computación), Tranportes del Alba S.A.,
Nueva Empril constructora, inmobiliaria y financiera).
• FINEX VALORES SOCIEDAD DE BOLSA. La única sociedad que
funciona en el edificio y está en blanco. Desde 2002 hasta
2007 estaba en el mismo domicilio del consulado, luego
cambió al tercer piso.
• CONSIGNACIONES CENTRO. No tiene empleados, la titular es
Cecilia Graciela Miguez.
• MULTIAGRO ARGENTINA S.A. No tiene empleados, su titular es
Sergio Gabriel Maldonado.
En Pago Rural, Transportes La Merced y la Iglesia
Pentecostal, el teléfono es el mismo: 5353-5300. En el curso
de la investigación judicial también aparecieron cuentas del
mismo tipo a nombre de la Asociación de Canillitas de
Sarandí o la Asociación Civil Arco Iris. La causa pasó el 15
de octubre al fuero penal tributario al declararse Marijuán
incompetente, ya que se trata de evasión y obtención
fraudulenta de beneficios fiscales. Ahora se encuentra en el
juzgado de Javier López Biscayart, con la competencia de la
fiscalía de Germán Bincaz, los mismos que tienen la causa
Skanska, que quedaría en la nada luego del jubileo fiscal
anunciado hace algunos días. ¿El cónsul irá preso o
terminará siendo canciller?
Investigación: Jorge Lanata / Luciana
Geuna / Jesica Bossi para Critica de la Argentina.