DIVIDE Y REINARÁS
 REUTEMANN PRESIDENTE
 OTRA MANIOBRA DE NÉSTOR
 COMO CON LAVAGNA!!!

3 de Enero de 2009

El pulso político

El regalo amargo de Reutemann a Kirchner

 Carlos Reutemann le dejó a Néstor Kirchner un regalo amargo de fin de año. Su ingreso temprano y sorpresivo en la carrera presidencial simboliza uno de los activos esenciales que el hombre fuerte del Gobierno perdió en el tortuoso 2008: el manejo excluyente de los tiempos de la política.

 La onda expansiva de ese "ahora sí" de Reutemann empieza a esparcirse por el peronismo. Hubo reacciones entusiastas en el entorno de Eduardo Duhalde y de otros exiliados del kirchnerismo. Pero el verdadero impacto puede medirse en los dirigentes que siguen dentro del oficialismo. Dos legisladores y un funcionario nacional admitían después del anuncio que si realmente avanzara el proyecto Reutemann podría actuar en el mediano plazo como un polo de atracción para dirigentes del PJ que viven con incomodidad el liderazgo de Kirchner. El virtual lanzamiento coincide con el incipiente intento de habitantes del oficialismo por construir una opción electoral para 2011 que no incluya al matrimonio presidencial.

 Detrás del escudo de su habitual parquedad, el senador santafecino ha evitado enemistarse de forma definitiva con el kirchnerismo. Quiere ser -según él mismo sugirió- una opción del Partido Justicialista, cuya conducción integra incluso después de la entronización del esposo de la Presidenta. Al mismo tiempo que se cuidó de mostrarse dentro del oficialismo, desconoció la facultad de "gran elector en el peronismo" que solía atribuirse a Kirchner. Es una estrategia marcadamente distinta a la que empleó Felipe Solá, que rompió con el Gobierno y empezó a coquetear con Duhalde y hasta con sectores de la oposición no peronista.

 Reutemann siempre fue un enigma indescifrable e incómodo para Kirchner. Cuando los dos eran gobernadores tenían cierta afinidad, atribuida por sus colegas al carácter reservado que los emparenta. En 2002, Kirchner llegó a entusiasmarse con la posibilidad de ser vicepresidente de Reutemann, antes de que el ex piloto renunciara a ser candidato. Después, desde la Presidencia (lograda en buena medida gracias al "no" de Reutemann) Kirchner buscó desarticular el poder del líder santafecino, lo combatió con más timidez que a otros dirigentes que no le rendían honores, pero terminó siempre ligado a él en una alianza siempre frágil.

 Esa particular relación vivió su momento crítico durante la crisis con el campo. Reutemann encaró una tarea militante contra las retenciones móviles y su actuación fue tal vez más decisiva que la de Julio Cobos para que ese proyecto fracasara. Pero no le costó el destierro; ni siquiera la tradicional ola de declaraciones humillantes con las que el kirchnerismo condena a los que se le oponen. Al contrario, Kirchner lo recibió en Olivos y lo invitó a otro pacto táctico para evitar una ruptura en el PJ de Santa Fe.

 Ahora, Reutemann -siempre con una imagen sólida en las encuestas y buenas relaciones en casi todo el mundo peronista- prueba la posibilidad de reinstalarse en el escenario nacional. Pero antes de pensar en la presidencia tiene una prueba provincial: debe enfrentar al socialista Hermes Binner en 2009 y resolver la pelea interna con el sector del PJ kirchnerista, encabezado por el diputado Agustín Rossi. Kirchner no será un actor pasivo en ese duelo.

 El año que acaba de terminar acabó con el plan de Kirchner de jugar tranquilo al "pingüino o pingüina" hasta 2011; el sueño de la reelección indefinida por vía matrimonial quedó trunco o tendrá que superar demasiados obstáculos para cristalizarse. Reutemann es uno de ellos. Queda ver si el jefe político del Gobierno está en condiciones de disuadirlo, de doblegarlo o al menos de mostrarle algo que no le guste. Por Martín Rodríguez Yebra, su columna para el Diario La Nación del 31.12.2008 myebra@lanacion.com.ar