7 de Abril de 2005
  
Nuestra crisis de identidad
  
¿Quiénes somos? ¿Adónde Vamos? ¿De dónde venimos?
  
Séptimo Capítulo: En una cultura diferente se sigue cultivando la de origen.
     
En la Argentina la cultura del trabajo también era una practica, aunque ya iba adquiriendo algunos vicios menores. En la capital, lo que luego se fue llamando la clásica avivada porteña o el bien llamado porteño piola, ventajero, como diría Hernández, taimado, vueltero y proclive a dejar hacer a los demás para no hacer uno mismo.
 
Se entendía más, que el inmigrante o extranjero en general, era un muerto de hambre, debía efectuar los trabajos más serviles, pesados e inclusive los degradantes.
 
Sin embargo, los europeos en general, éramos tratados con bastante respeto y se nos escuchaba al menos.
 
No pasaba lo mismo con los inmigrantes de países vecinos, quizás en menor medida con los uruguayos, pero solo en menor medida, pues los demás, eran los paraguas, los bolitas, etc, peor aun los de países limítrofes que su piel era de colores cobrizos, o de los mulatos ni hablar.
 
A ello no se escapaba en manera alguna el habitante del interior, no importa de donde fuera, era y es aun normal decir en tono de chanza hiriente que el correntino no es argentino.
 
Era como que Buenos Aires era el ombligo de Latinoamérica, la Paris de América y el centro neurálgico, venían de todos los países a estudiar en las mejores Universidades y sólo Córdoba podía competir en alguna manera con la Capital.
 
Bendita Argentina, la cual, pese a las olas de inmigración que en buena medida poblaron un país desierto, llegó un momento, según estimaciones en 1890, en que había tantos Argentinos como Europeos habitando este suelo inmenso y acogedor.
 
Es cierto, aquí se pensaba y se pensó durante más de un siglo, que nuestra riqueza y un buen vivir duraría lo que dura la eternidad y solo el inmigrante lo veía distinto, especialmente porque venía de una continuidad de guerras y sufrimientos.
 
Es curioso, sin embargo, pese a la debacle de la actualidad nuestro país sigue siendo riquísimo en riquezas naturales, aun por doquier e inexplotadas.
 
Y también es harto riquísimo de corrupción y malos dirigentes, tanto por su ineptitud como por lo tan común de tener un puesto en el Estado,  donde la cultura del no hacer nada es la practica diaria.
 
Donde todo tipo de dirigente, políticos, empresariales, sindicatos, de la docencia, de la filosofía y la inteligencia del país, se han dedicado, los tres primeros a explotarlo sin solución de continuidad y no importa en el estado en que se encuentra el pueblo argentino, los demás simplemente a criticar y nunca dar soluciones o lo que es peor a dar diagnósticos del porque estamos como estamos, pero hacer...no.....la nada.
 
Y así se crearon los feudos en todos los partidos políticos, cámaras empresariales y sindicatos dueños del país.
 
Y es imposible para la juventud ingresar para cambiar los estamentos de cualquiera de los grupos mencionados con anterioridad, por ello nuestros políticos, empresarios y sindicalistas, en los últimos 50/60 años siguen siendo los mismos, lógicamente enriquecidos adecuadamente hasta límites insoportables.
 
Pero bueno, volviendo a la vida que me tocaba tener, debo decir que era muy buena y tengo elogios aunque también disidencias, lo que no deja de lado el agradecimiento eterno a este maravilloso país, al cual le debo todo, pero al cual tampoco le debo nada, pues le respondí (como la inmensa mayoría de los inmigrantes) entregándole mucho más de mi mismo y somos los extranjeros (afortunadamente) como muchos argentinos lo que (equivocadamente) se la pasan trabajando continuamente, confiando que lo mismo harán nuestros dirigentes y nos abocamos sin fin al la productividad, dejando de lado nuestro vigilancia a los poderes del Estado que nos explotan ante nuestra confianza.
 
En mi caso particular me sentía ( me da un poco de cosa pensar que ahora se prohíbe y castiga el trabajo del niño, lo que sucede que lo que se castiga es la obligatoriedad del mismo y peor aun, el trabajo esclavo o lo que es lo mismo, la explotación ) en plenitud trabajando y era como un juego ello, es más, me sentía útil.
 
Entonces con el reparto de leche conocí Belgrano en sus variantes, Belgrano R , Barrancas de Belgrano , en esa época con sus imponentes mansiones ( allí pude conocer a la princesa Radziwill, pariente cercana de Jacqueline Bouvuar de Kennedy) y el mismo bajo Belgrano.
 
Es decir iba germinando en mi el espíritu de patrón y mercantilista que me hacía pensar que algún día debería tener mi propio reparto de leche, más ampliado y eficiente.
 
Esta magnifica familia española no terminaba de maravillarme con sus atenciones.
 
Allí con este gallego pude conocer mas allá de lo que conocía en esta Capital es decir un poco más de Coghland, Drago y Saavedra, en la familia casi se nos tenía prohibido alejarnos de nuestra zona de influencia.
 
Prácticamente me hacían sentir uno de ellos y los sábados o domingos en especial, al terminar el reparto nos esperaban madre e hijas con un buen asado.
 
Por si fuera poco yo cada día aprendía más cosas, no solamente del trabajo, de la vida misma, por ello poco me importaba todos los fines de semana y feriados ir a trabajar con lo cual nunca tenía descanso ( hecho que a la fecha continuo haciendo como buen adicto al trabajo, pero también a la necesidad en este país tan depredador con sus habitantes), aunque en los últimos tiempos ya buscaba alguna excusa para no ir pues estaba francamente cansado,  además, al terminar las clases, directamente trabajaba toda la temporada estival.
 
Era una época en la cual la expectativa de vida era muy distinta a la actual y para colmo la gente se vestía como vieja, se comportaba como vieja y moría joven a un promedio de 50 años, el que llegaba a los 60 era en forma penosa.
 
Otro de los hechos que marco mi vida para siempre, en una época impensable para ello fue una actitud de mi patrón.
 
No es fácil decirlo, pero las cosas están para decirse tal cual se han vivido y sentido.
 
Un día yendo de entrega de leche por Belgrano R, mi patrón, cayéndosele la baba de la boca me dice mirá que hermoso eso y aprende.
 
Y era una señora de unos 40 años, pobre ella, agachada sin saber que este hombre y yo,  ahora la mirábamos dos, pero con ojos distintos, yo vi a una persona de unos 40 años aproximadamente, con una piernas gordas y una inmensa cola que se le alcanzaba a ver, es horrible decirlo, pero me causo desagrado.
 
Si aprendí, que jamás miraría a una mujer gorda en mi vida y que mi ideal de mujer no debería superar los 50kgs y no debería tener (para ese peso) menos de los 1,70 m.
   
 Marijan Pirsic
  

April the 7th 2005
  
Our Identity Crisis

Who are we? Where are we going? Where did we come from?

Seventh Chapter: In a different culture, the one of origin is still being cultivated.
      
In Argentina, the work culture was a preparation, even though it was acquiring some minor bad habits. In the capital, which later started to be called the classic vivid `porteña’ or even better, the sassy `porteño´, hustler, like Hernandez would say, slick, elusive and inclined when letting others do something, so one does not have to do it himself.
 
It was understood that the immigrant or foreigner in general was a starving man who should perform the most servile, unbearable and even degrading jobs.
 
However, Europeans in general, as myself, were treated with lots of respect and at least we were heard.
 
The same did not apply with the immigrants of the neighbor countries, maybe less with the Uruguayans, but only less, since the rest were the ‘Paraguas’, the ‘Bolitas’, etc, even worse those from bordering countries whose skin was dark, and lets not even mention the dark-skin natives.
 
Not even those Argentinean who were not from Buenos Aires could escape this, it did not matter from which province he/she was, it was and still is common to say in a jokily and hurtful tone, that the ‘correntino’ is not Argentinean.
 
It was as if though Buenos Aires was the center of Latin America, the country of America, the principal center, they would come from all around the world to study in the best universities, and only Cordoba could compete en some way with the capital. 
 
Blessed Argentina, which, because of the amount of immigration which gladly populated a deserted country, arrived to a point, according to estimations in 1980, in which there were as many Argentinean as European living in this huge and cozy land.
 
It is true, here it was thought for more than one century, that our richness and good life style would last an eternity and only the immigrant saw it differently, specially since he came from a continuous wars and sufferings.
 
It is funny, however, that besides today’s fiasco, our country still is very rich in natural resources, still plentiful and unexploited.
 
And it is also full and rich in corruption and bad leaders, not only because of their common incompetence, but because of how common it is to have a job in the Government, where the culture of doing nothing it the daily practice.
 
Where any type of leader, politicians, businessmen, of unions, of teaching, of philosophy and the country’s intelligence, have dedicated, the first three to exploit it without any continuous solution, no matter in what state the Argentinean people found themselves, the rest simply to criticize and never provide any solutions, and even worse, they gave reasons explaining why we ended this way, but doing…no…nothing.
 
And in this way the feudalists were created in every political party, business’ cameras and unionist owners of the country.
And it is impossible for the youth to form part of this to change the classes of any of the groups mentioned above, for that our politicians, businessman and unionists, of the last 50 or 60 years are still the same ones, who are logically suitably wealthy up to intolerable limits.
But well, going back to the life I had, I must say that is was very good and I have praises as well as differences, which did not discard the eternal gratefulness to this marvelous country, to which I owe everything, but to which I owned nothing to as well, since I responded (as the immense majority of immigrants) giving more of myself and we are the foreigners (fortunately) like lots of Argentineans who which (faulty) spend most of their time continuously working, believing that our leaders will be doing the same and we throw ourselves to work endlessly leaving a side our responsibility to watch the powers of our government which exploit us beyond our trust.
 
In my particular case, I felt (I feel a bit uncomfortable to think that now child labor is forbidden and severely punished, what happens is that what is punished is the obligatory nature of this and even worse, the slave work or what is nearly the same, the exploitation) myself and it was like game, even more, I felt useful.
 
There, with this Gallego I was able to get to know better this city, that is, beyond Coghland, Drago and Saavedra, in our family we were nearly forbidden to go far from our area of influence.
 
Therefore, when delivering milk, I went to Belgrano and got to know Belgrano R., Barrancas de Belgrano, in that time with their imposing mansions (there I was able to meet the princess Radziwill, close relative of Jacqueline Bouvuar de Kennedy, and low Belgrano.
 
That is, I was cultivating in my spirit of boss and merchandiser, which made me think that some day I should have my own business in delivering milk, wider and more efficient.
 
I was astounded with the continuous attention of this magnificent Spanish family.
 
They practically made me feel as one of them, and on Saturdays and Sundays in particular, after we finished the delivery, the mother and her daughters awaited for us with a good barbecue.
 
And that wasn’t all, every day I learned more things, not only about the job, but about life itself, and because of that I did not mind to work on weekends or holidays, I worked without any rest (in fact, I still am a workaholic, but also as a necessity in this predator country with its inhabitants), however, at the end I searched for more excuses to be absent, because, honestly I was tired, since, besides all, after finishing the school year, I went directly to work, all the summer.
 
It was a time in which one’s life expectation was very different to nowadays, and what was worse the people dressed like old people, behaved like old people and died young at an average of 50 years, he who arrived to the age of 60, did it in a very painful and pitiful way.
 
Another fact that changed my life, in a time unthinkable for that, was an attitude of my boss.
 
It is not easy to say this, but things are there to be told exactly as they happened, as they were felt.
 
One day, delivering in Belgrano R, mi boss, drooling, says to me “Look how beautiful that is and learn”.
 
It was a lady, about 40 years old, poor her, looking down, without knowing that this man, and now two of us stared, but with different eyes, I saw a person of approximately 40 years, with fat legs and a huge behind which one was able to see, it is awful to say this, but I felt disgusted.
 
Yes, I learnt, that I would never look at fat woman again, and that my ideal of woman should not weight more than 50 kg and should not (at this weight) be less that 1,70 m tall.
   
 Marijan Pirsic