24 de Marzo de 2009
![Niño en el noroeste argentino](educacion168_archivos/image001.jpg)
Los líderes
que se reunirán en diciembre en Copenhague para debatir el
cambio climático, tal vez jamás hayan oido hablar de
Antofagasta de la Sierra, de Santa Victoria Oeste o de
Tartagal.
Pero en escuelas de éstas y
otras comunidades apartadas del noroeste argentino, los niños
se están planteando preguntas como: ¿qué es el cambio
climático?, ¿cómo afecta mi localidad?, ¿qué puedo hacer?
Los propios docentes
pidieron formación en cambio climático.
![Taller de docentes en Mendoza (Foto: gentileza Asociación Civil Los Algarrobos)](educacion168_archivos/image002.jpg)
En algunos casos se trata de
escuelas en comunidades aborígenes, de escuelas rancho o
escuelas hogar donde los niños viven toda la semana. A través
de clases radiales y cursos a distancia,
la Asociación Civil Los Algarrobos ha hecho posible que
docentes en localidades de escasos recursos y alejadas de
centros urbanos puedan comprender y transmitir a sus alumnos
la importancia del cambio climático.
"Tenemos contacto con
docentes de diferentes provincias de la Argentina y ellos
mismos nos decían que uno de los temas en que más necesitaban
capacitarse era el cambio climático", dijo a BBC Mundo
Carmen Yapura, experta en capacitación
docente de Los Algarrobos, una organización no
gubernamental dedicada a promover el desarrollo sustentable.
Yapura vive en Salta, una de
las provincias en que se imparten los cursos radiales, que
también llegan a maestros en las provincias de Catamarca y
Mendoza. "Los docentes empezaron a tomar conciencia de que la
problemática del cambio climático es real y seria, y también
de su rol importantísimo en la sociedad, porque en la medida
en que preparen a los niños ellos llevan el mensaje a sus
casas y puede haber un cambio de mentalidad".
La magia de la radio
Fue en 2008 que Los
Algarrobos comenzó a impartir sus cursos en cambio climático,
que se sumaron a los ya ofrecidos por la organización en
educación ambiental. El interés de las comunidades en el
calentamiento global creció a partir de realidades muy
concretas, como los aludes y las inundaciones en la localidad
salteña de Tartagal, ligados a la deforestación en zonas
aledañas.
"En este momento Salta vive
una situación muy seria debido a Tartagal, un gran número de
personas ha quedado en la nada, con las casas llenas de
barro", señala Yapura.
Los cursos
también llegan a docentes en centros urbanos, pero cuando se
inició la modalidad radial se buscó alcanzar especialemente a
aquellos docentes que menos posibilidades tenían de acceder a
cursos presenciales, docentes en localidades como Antofagasta
de la Sierra, en Catamarca, o Santa Victoria Oeste, Rivadavia
Banda Norte y Tartagal en Salta.
"Cuando uno ve la realidad
en la que viven muchos docentes, vemos que en muchas
comunidades el docente además de docente es médico, psicólogo,
consejero, cura y ordenanza", dijo Carmen Yapura a BBC Mundo.
"Hay docentes de lugares
alejados con problemáticas serias y a lo mejor el cambio
climático no es lo que más les preocupa porque no tienen agua
para tomar, pero al mismo tiempo tienen más conciencia porque
tienen una vivencia de la naturaleza, una conciencia más
arraigada".
En algunas escuelas se han
hecho instalaciones de viveros, capacitando a docentes para
que trabajen con la comunidad enseñando técnicas de cultivo,
porque, tal como señala Yapura, "hay escuelas de la puna donde
lo único que los chicos comen es papa, no hay acelga, no hay
remolacha, no hay nada".
Docentes "hipercreativos"
![La Dra. Gail Bromley, del Jardín Botánico de Londres, Kew Gardens, en un taller para docentes (Foto: gentileza Asociación Civil Los Algarrobos)](educacion168_archivos/image003.jpg)
Aprender sobre cambio
climático es apenas una parte del desafío que enfrentan los
maestros. Lo más complejo tal vez es transmitir el tema a los
niños de manera que cause impacto y se integre a su vida, a su
realidad.
Para ello se
utilizan en los cursos juegos, cuentos, canciones, lecturas.
Los Algarrobos ha contado con la colaboración de la Dra. Gail
Bromley, del Jardín Botánico de Londres, Kew Gardens, quien ha
viajado al noreste argentino a impartir a los docentes
talleres en estrategias educativas.
En los cursos se aborda
primero la educación ambiental a manera general, todo lo
relacionado con pedagogía y didáctica, la problemática
ambiental global y regional, la conexión entre las actividades
productivas y el cambio climático.
La implementación de los
cursos lleva muchas veces a tratar otros problemas de fondo.
"Yo soy psicopedagoga y más de una vez he terminado hablando
de problemas de aprendizaje de los chicos, de dislexia,
retraso, deficit atencional, porque los docentes no siempre
tienen acceso a esta capacitación", señala Carmen Yapura.
Además de los cursos
radiales hay tres talleres y para aprobar el curso los
docentes deben presentar diferentes trabajos prácticos y un
proyecto final que realizan con su clase, sobre una
problemática relacionada con el cambio climático en su propia
localidad.
"Los docentes son
hipercreativos y las actividades que proponen son de todo
tipo: videos, técnicas artísticas con títeres, videos hechos
por los alumnos, charlas que los alumnos hacen para la
comunidad. En Salta hicieron un program de TV, varios alumnos
fueron concejales por un día y presentaron un proyecto a su
comunidad".
Llegar a los niños
Los proyectos de los
docentes deben involucrar a la comunidad. La idea es, una vez
que se aprende sobre el cambio climático, no quedarse con los
brazos cruzados.
"Uno de los docentes
presentó un proyecto para forestar el club del barrio, cada
familia plantó un árbol y se comprometió a cuidarlo. Y al
hacerlo a través de los chicos, son los chicos los que a cada
rato me dicen a mí, mamá, vamos a ver el arbolito", afirma
Yapura.
Los
cursos radiales permiten llegar a comunidades apartadas de
Argentina.
Otros proyectos ponen
énfasis en el cambio de hábitos, en la importancia no sólo
de reciclar sino de reducir ante todo la basura que se genera,
llevando la bolsa al supermercado, optando por comprar
gaseosas en envases no de plástico sino de vidrio.
Los programas de radio son
escuchados no sólo por los docentes sino por la comunidad.
Pero en todos los casos, lo fundamental es llegar a los niños.
Según Yapura, "muchas veces
ya llegamos tarde con los adolescentes, pero probá que la
maestra le diga a un niño de cinco años que tiene que cerrar
la canilla cuando se lava los dientes y dejala abierta, te
vuelve loca hasta que la cerrás. A los 4, 5 o 6 años llegan a
casa y revolucionan todo si la maestra sabe ponerles el
mensaje en su corazón".
La lucha por los recursos y
el futuro
Los cursos son aprobados por
el gobierno de cada provincia y contribuyen al puntaje de cada
maestro. Cuando los docentes se inscriben en el curso reciben
en forma gratuita cartillas, guías y material bibliográfico.
"Hasta ahora los materiales han sido gratuitos, pero este año
por primera vez tal vez tengamos que cobrar porque se nos está
haciendo difícil conseguir los recursos".
Lo importante es que el
mensaje se integre a la realidad de los niños.
![Niño del noroeste argentino (Foto: gentileza Asociación Civil Los Algarrobos)](educacion168_archivos/image005.jpg)
Los cursos de Los Algarrobos
han sido posibles en gran medida gracias a contribuciones de
embajadas y empresas. "Dependiendo de la zona varía qué tipo
de empresas nos apoyan. Muchos de nuestros proyectos, por
ejemplo, están en la puna de Salta o Jujuy. Y las únicas
empresas que se encuentran a más de 3.000 metros de altura son
las empresas mineras", dijo a BBC Mundo Martin Suttil, de Los
Algarrobos.
Para Carmen Yapura, "cobrar
los cursos significaría que los docentes para los que
originariamente se pensó los cursos sobre cambio climático, en
las zonas más carenciadas, ya no podrán tener acceso. Les
pagamos incluso el pasaje para que vinieran a los talleres
presenciales, cubriendo los viáticos de 500 docentes, pagando
por un sándwich, gaseosa o empanada."
Los Algarrobos espera
extender los cursos al sur de la Argentina, a las provincias
de Neuquén y Santa Cruz, y para eso ya está dialogando con la
Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA),
que cubre zonas aisladas y está dedicada a la educación a
distancia.
Antofagasta de la Sierra
queda a miles de kilómetros de la sede de la cumbre de
Copenhague. Pero el impacto del cambio climático no tiene
fronteras.
Gracias a las clases
radiales, los niños de Antofagasta de la Sierra y otras
localidades argentinas se hacen más protagonistas de su propia
historia. Redacción BBC Mundo. |