29 de Julio de 2009
Obama generó un debate racial al
criticar la detención de un profesor negro
El presidente de EE.UU. dijo que era
un "estúpido" el oficial que detuvo a un docente de Harvard,
acusado de alterar el orden público. Ante la polémica que se
produjo, hoy salió a pedir disculpas.
El presidente Barack Obama salio hoy a tratar de calmar una
controversia racial que generó al criticar a los policías
blancos que detuvieron a un profesor negro, amigo suyo, y
reconoció que había elegido mal su manera de expresarse.
El incidente de la semana pasada comenzó con el llamado de un
transeúnte que pasó por la casa de Henry Louis Gates,
profesor de la prestigiosa universidad de Harvard, y creyó que
estaban robando. La policía acudió al lugar, pero no había
ningún intruso: se trataba del propio Gates que intentaba
abrir a la fuerza su puerta, que se había trabado.
Allí se produjo un intercambio de frases entre el sargento
James Crowley y Gates. El profesor, de 58 años, asegura que
entregó sus documentos de identidad cuando se los pidieron y
que Crowley lo arrestó cuando él lo siguió para pedirle en
repetidas ocasiones su nombre y número de placa.
La policía, en cambio, asegura que el profesor comenzó a
gritar cuando Crowley le pidió identificación que demostrara
que podía estar allí y que acusó al sargento de racismo, no
quiso calmarse y fue detenido. De todas maneras, fue liberado
rápidamente y se desecharon los cargos.
Obama, al enterarse, criticó duramente a la policía de
Cambridge, Massachusetts. Durante una conferencia de prensa,
en el horario de mayor audiencia, dijo que el oficial "actuó
de manera estúpida" al detener al académico de Harvard.
Esto provocó la reacción de la policía,
que exigió un pedido de disculpas de Obama. Hoy, el mandatario
trató de bajar los decibeles al debate. Tras llamar por
teléfono al policía blanco, dijo que esa conversación le
confirmó que el sargento es un buen hombre y un oficial
sobresaliente.
Más tarde, el presidente dijo que también había
hablado con Gates. Ante los medios, Obama sostuvo que tanto el
sargento James Crowley como Gates reaccionaron de manera
excesiva durante el incidente, pero que también sus propias
declaraciones tuvieron algo de culpa.
"Esto ha estado escalando y yo obviamente ayudé a hacerlo
escalar", dijo. "Quiero aclarar que con mi elección de
palabras, creo que lamentablemente di la impresión de estar
injuriando al
Departamento de Policía de Cambridge y en concreto al Sargento
Crowley. Y podría haber calibrado esas palabras de distinta
manera''.
Inclusive, y para bajarle el tono dramático que había tomado
la polémica, el Presidente sostuvo que había invitado al
policía y al profesor a tomar ''una cerveza aquí en la Casa
Blanca''.
Diario Clarín.
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Marcha atrás de Obama en una polémica sobre el
racismo. Había calificado de "estúpida" la detención de un
profesor negro por parte de la policía
Lo bueno que tiene Barack Obama es que, cuando
comete un error, no tarda mucho en reconocerlo, pedir perdón
y, de paso, tratar de aprender algo.
Le acaba de ocurrir, nada menos, con un tema de racismo en el
que, abiertamente, tomó partido por un prestigioso profesor
negro y calificó de "estúpidos" a los policías que lo habían
detenido. E hizo todo eso tras admitir que "no conocía bien
los hechos" que lo habían llevado a pronunciarse de ese modo.
Eso ocurrió el miércoles último y, desde entonces, este país
-acuciado por la crisis y en plena recesión- habla de racismo.
Y de si el mandatario estuvo bien o mal.
Es
la primera vez en seis meses de presidencia que Obama queda
atrapado en una cuestión de esa índole. Y la señal de alarma
pareció surgir cuando, tras dos días de controversia, los
sondeos oficiales ayer saltaron por el techo para censurar a
Obama. "La suya fue una reacción emocional, impropia de un
presidente", fue la crítica generalizada.
Tras ella subyacía la convicción de que el presidente, que ha
relatado alguna vez las humillaciones que sufrió por no ser
blanco, había caído preso de la emoción, reaccionado y tomado
partido por solidaridad de raza y de experiencias vitales con
un profesor negro detenido bruscamente por la policía. Y no
por una evaluación desapasionada de la labor policial en el
episodio de marras.
Tal fue la alarma por la forma en que creció el escándalo que
Obama apareció de modo imprevisto en una conferencia de prensa
de su vocero y, con palabras sencillas, se retractó primero y
se disculpó luego por su comportamiento.
"Podría haber calibrado esas palabras de distinta manera",
admitió, en referencia al uso de "estúpida" para juzgar la
labor del policía de Cambridge James Crowley.
Ese agente fue el encargado de detener al profesor de Harvard
Henry Louis Gates cuando éste trataba de entrar en su propia
casa, cerca de la universidad, hace diez días, por la única
razón de que una vecina dijo que le había parecido ver a
alguien "robando" en la casa.
"Esta controversia ha estado escalando y yo, obviamente, ayudé
a hacerla escalar", dijo Obama al disculparse. "Quiero aclarar
que con mi elección de palabras lamentablemente di la
impresión de estar injuriando al Departamento de Policía de
Cambridge y en concreto al sargento Crowley. Y podría haber
calibrado esas palabras de distinta manera", reflexionó el
mandatario.
Y,
en una línea muy de su estilo, intentó luego distender la
situación al decir que había invitado al policía y al profesor
a tomar "una cerveza, aquí, en la Casa Blanca".
"Creo que las dos personas involucradas en esto son buenas
personas", dijo Obama, tras comentar que había llamado por
teléfono a ambos, al policía blanco y al académico negro, que,
por cierto, integra el claustro de Harvard, donde imparte
clases sobre cuestiones afroamericanas.
Presión
Hay aquí quien cree que el presidente actuó movido por la
presión de un escándalo en el que aparecía como fogonero y
que, ayer, alcanzó mucho voltaje. Sobre todo, cuando los
sondeos informales empezaron a mostrar censura a la actitud de
Obama.
Todo empezó el miércoles último cuando, en conferencia de
prensa, Obama dijo que la policía de Cambridge, Massachusetts,
"actuó de manera estúpida" al arrestar por alteración del
orden público a Gates, amigo suyo.
Desde entonces, la cuestión fue creciendo. Ayer, antes de la
aparición de Obama, policías de diferentes razas apoyaron a
Crowley y pidieron que Obama y el gobernador de ese estado,
Deval Patrick, se disculparan por sus comentarios sobre el
caso, que consideraron insultantes. Patrick, que también es
negro, había dicho que el arresto de Gates es "la pesadilla de
todo hombre negro".
"Las palabras del presidente Obama fueron erradas", dijo el
presidente de la Asociación de Oficiales Superiores de la
Policía de Cambridge, Dennis O´Connor. "Lamentamos
profundamente que se piense que el arresto fue motivado por
cuestiones raciales", añadió.
El
sargento Leon Lashley, un oficial negro que estuvo con Crowley
durante el arresto de Gates, dijo que "apoyaba en todo" la
labor de su compañero.
Gates explicó que había tenido que forzar la puerta de su casa
porque se trabó la llave. Fue entonces cuando una vecina lo
vio, pensó que quería robar y alertó a la policía, que
procedió a detenerlo.
Gates, de 58 años, asegura que entregó sus documentos de
identidad cuando se los pidieron y que Crowley lo arrestó
cuando él le reclamó su nombre y número de placa.
"Estoy
feliz de que el presidente haya dicho lo que dijo y que esto
se haya aclarado", comentó ayer a LA NACION un veterano
periodista del diario The
Washington Post. La impresión es que el episodio no ha
ayudado mucho a la imagen de Obama, de quien se suelen elogiar
la serenidad y la capacidad para mantener la calma.
Reproducción textual de la nota de la
periodista Silvia Pisani,
Corresponsal en Washington, EE.UU, para el diario La
Nación.
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Henry Louis
Gates aceptó idea de Obama: tomará una cerveza con el policía
que lo discriminó
El profesor de la Universidad de Harvard que
acusó a la Policía de Massachusetts de discriminación racial, aceptó
arreglar las diferencias con el sargento que lo detuvo,
cerveza de por medio, según propuso el
presidente norteamericano
Conversando se arreglan las cosas, dice el refrán popular. Y
así lo entendió
Barack Obama quien le
propuso al entonces enojado
profesor de Harvard, Henry
Louis Gates que
disculpara al
sargento Crowley por su supuesto acto
discriminatorio,
cuando detuvo a Gates en su propia casa la semana pasada tras
acudir al domicilio a raíz de una llamada sobre un presunto
allanamiento denunciado por una vecina.
"Estoy encantado de
que también él esté ansioso por aprovechar mi experiencia como
profesor y si reunirme con el sargento Crowley para tomar una
cerveza con el presidente lo fomenta, estaré encantado de
hacerle ese favor",
afirmó Gates según publica hoy
New York Daily.
Gates indicó además que espera que el incidente ayude a
reducir el racismo en las fuerzas de seguridad.
En un principio Gates
fue confundido por los agentes con un ladrón,
pero aunque el académico presentó su documentación para
demostrar que estaba en su propia casa, el altercado fue
subiendo de tono hasta que terminó con Gates esposado y
arrestado por alteración del orden público, cargos que fueron
retirados al día siguiente.
Obama calificó la
actuación policial de "estúpida" y afirmó que "la raza sigue
siendo un factor en esta sociedad". Sin
embargo, Obama destacó las cualidades de Crowley e hizo
pública su invitación para ambos a la Casa Blanca, aunque no
dio las disculpas que exigía la Policía de Cambridge. |