Platense un equipo de cien años en Vicente Lopez
 
26 de Mayo de 2005 
     
Primero en La Recoleta, luego recaló en Saavedra y definitivamente se quedó en nuestra querida Vicente López.
  
Fundar un club de fútbol estaba en la idea de un grupo de muchachos de barrio. 
 
Cuando la esquina de Posadas y Callao no tenía todavía el esplendor de la actual Recoleta como barrio exclusivo, los muchachos que allí correteaban detrás de una pelota eran de origen pobre.
 
Muy humilde. 
 
Un changador, llamado Antonio Meraggia, pasó el dato imperdible: en una de las carreras a disputarse ese mes de mayo en el Hipódromo Nacional, un pingo llamado Gay Simón, que pertenecía al stud Platense, daría el batacazo.
 
Le jugaron 5 boletos de $ 89 pesos cada uno.
 
El caballo ganó y los fundadores se alzaron con $ 445.
 
Ese dinero fue suficiente para equipos, pelotas, inflador, movilidades, etc.
 
Con la algarabía del triunfo, en el primer feriado, que era generalmente cuando podían juntarse a jugar al fútbol además de los domingos, nació Platense y ese dia era el 25 de mayo.
 
La primera Comisión Directiva, que encabezó José Viviani y la integraban, entre otros, los hermanos César, Julio y José Pinarolli; Santos Aliverti, José Roggerone, Carlos Garbagnati, Roque Jaureguiberry, Leopoldo Lacosta y el changador Meraggia.
 
Según UN SIGLO DE VIDA : LA HISTORIA EMPEZO EN RECOLETA EN 1905 Y LUEGO SE MUDO A SAAVEDRA Y A VICENTE LOPEZ
   
Nació con una fija en el Hipódromo. Después llegaron Cozzi, Bulla, Sayago, las gambetas al descenso... Los 100 años lo encuentran con sueños de regreso.
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Oscar Barnade. 
obarnade@clarin.com
 
Una apuesta marcó para siempre el destino del corazón de Recoleta primero, Saavedra después y ahora Vicente López. La idea de fundar un club rondaba en la cabeza de un grupo de muchachos que, como tantos otros de su generación en otros barrios y esquinas de la creciente ciudad de Buenos Aires, popularizaban el fútbol. La esquina de Posadas y Callao no tenía todavía el esplendor que supo convertir a la Recoleta en barrio coqueto y exclusivo. Los chicos que allí corrían detrás de una pelota eran de origen humilde. Muy humilde. Un changador, llamado Antonio Meraggia, pasó el dato imperdible: en una de las carreras a disputarse ese mes de mayo en el Hipódromo Nacional, un pingo llamado Gay Simón, que pertenecía al stud Platense, daría el batacazo. Le jugaron 5 boletos de $ 89 pesos cada uno. El caballo ganó y los fundadores se alzaron con $ 445. Ese dinero fue suficiente para equipos, pelotas, inflador, movilidades, etc. Con la algarabía del triunfo, en el primer feriado, que era generalmente cuando podían juntarse a jugar al fútbol además de los domingos, nació Platense.
 
Como en la mayoría de las fundaciones, ese 25 de mayo se eligió la primera Comisión Directiva, que encabezó José Viviani y la integraban, entre otros, los hermanos César, Julio y José Pinarolli; Santos Aliverti, José Roggerone, Carlos Garbagnati, Roque Jaureguiberry, Leopoldo Lacosta y el changador Meraggia. Según Jorge Sepiurca, autor de los libros oficiales con la historia del club para los 75 y los 90 años, los datos de cómo fueron elegidos los colores son contradictorios: "pero aparentemente tras optar por los colores del stud (camisa colorada con puños y cuellos negros, y hasta se habla de una franja con tres calamares negros), se pasó a las insignias del jockey que condujo Gay Simón, haciendo de su chaquetilla blanca con lunares y gorra marrones la camiseta blanca con franja marrón, colores oficiales del club". 
 
Y luego el apodo de Calamares, atribuido al periodista José Palacio Zino, quien sugirió tal mote de la conjunción de la tez oscura de algunos de sus integrantes y el color que adquiría con el barro que se formaba en la cancha (calamares en su tinta, porque en esas condiciones obtenían los mejores resultados). 
 
El crecimiento fue vertiginoso. La inscripción en la vieja Asociación Argentina, el subcampeonato de 1916, la cancha de Manuela Pedraza y Crámer, la escisión de Kimberley, el otro Platense que jugó 4 años con el mismo nombre y peleó en la justicia también por los colores, el profesionalismo, el segundo puesto del 49 (que perdió con River), Julio Cozzi, el arquero nacido en el club que saltó a la fama y fue tapa de El Gráfico, el histórico equipo de Angel Labruna y aquella semifinal increíble con Estudiantes del Metro 67, Bulla, Subiat, Valdez, el Polaco Roberto Goyeneche, el hincha por excelencia, el gambetear año tras año al descenso (con la noche de los 22 penales ante Lanús como símbolo), la mudanza a Vicente López, el tercer puesto en el Metro 80, los partidos de Enrique Topini (máxima presencia con 324 encuentros), los goles de Vicente Sayago (máximo goleador, con 75). 
 
Y ahí está ahora Platense, tratando de recuperar terreno perdido. En su lucha por volver a Primera, división en la que militó la mayoría de sus 100 años.
 
Ya habrá tiempo, Platense. Ahora, es tiempo de festejos.
 
Autor de los libros oficiales con la historia del club para los 75 y los 90 años, los datos de cómo fueron elegidos los colores son contradictorios: "pero aparentemente tras optar por los colores del stud (camisa colorada con puños y cuellos negros, y hasta se habla de una franja con tres calamares negros), se pasó a las insignias del jockey que condujo Gay Simón, haciendo de su chaquetilla blanca con lunares y gorra marrones la camiseta blanca con franja marrón, colores oficiales del club". 
 
El apodo de Calamares, es atribuido al periodista José Palacio Zino, quien sugirió tal mote de la conjunción de la tez oscura de algunos de sus integrantes y el color que adquiría con el barro que se formaba en la cancha (calamares en su tinta, porque en esas condiciones obtenían los mejores resultados). 
 
El crecimiento fue vertiginoso.
 
La inscripción en la vieja Asociación Argentina, el subcampeonato de 1916, la cancha de Manuela Pedraza y Crámer, la escisión de Kimberley, el otro Platense que jugó 4 años con el mismo nombre y peleó en la justicia también por los colores, el profesionalismo, el segundo puesto del 49 (que perdió con River), Julio Cozzi, el arquero nacido en el club que saltó a la fama y fue tapa de El Gráfico, el histórico equipo de Angel Labruna y aquella semifinal increíble con Estudiantes del Metro 67, Bulla, Subiat, Valdez, el Polaco Roberto Goyeneche, el hincha por excelencia, el gambetear año tras año al descenso (con la noche de los 22 penales ante Lanús como símbolo), la mudanza a Vicente López, el tercer puesto en el Metro 80, los partidos de Enrique Topini (máxima presencia con 324 encuentros), los goles de Vicente Sayago (máximo goleador, con 75). 
 
Ahora Platense, nuevamente como siempre en su historial, tratando de volver a Primera , división en la que militó la mayoría de sus 100 años.
 
Mientras es tiempo de festejos inacabables.
  
Fuente: José Sepiurca, de los libros del Club.