04 de Noviembre de 2008
En estos días, aparecieron notas y
opiniones afirmando que “ya se habían concretado operaciones de compra venta
de propiedades, con un 5, 10 y hasta un 20 % de 'rebaja' en barrios como
Puerto Madero, Barrio Norte y Palermo".
Además, y esto es lo más grave, añadían que era "una
nueva modalidad que comenzaba a instalarse: el regateo de precios, al estilo
de las ferias orientales”.
Afirmar
que es una nueva modalidad es desconocer que, desde siempre, en el mercado
inmobiliario argentino existen usos y costumbres, hacer confraofertas, en
porcentajes que no superan en promedio, el 3%. Existen excepciones, pero son
casos particulares.
En el Gran Bazar en Estambul o en el Shuk de Jerusalem,
intentar comprar una alfombra o un clásico ojito turco, sin regatear durante
un largo rato, es tomado como una actitud ofensiva por los vendedores.
La contrapartida es que el comprador siempre se queda con
la sensación, aunque sea un objeto de escaso valor, de que lo podía haber
comprado más barato.
El precio final en la compra venta de un inmueble es
parte de un proceso de negociación en el que intervienen básicamente, entre
otros: las formas de pago y los plazos de entrega (unidades en construcción, a
terminar). El precio final no es el mismo al comprar un departamento en
preventa de un edificio en el pozo, que a estrenar o un usado.
Por otra parte, ¿dónde radica la novedad en cuanto a
oscilaciones de precios, subas y bajas en situaciones de incertidumbre
económica, como la que estamos atravesando?, si las hubiera.
Lo peligroso de estas afirmaciones es que se instala en
el mercado inmobiliario la idea que se puede regatear en las operaciones de
compra venta de propiedades y pedir 'rebajas' de cualquier orden, porque
apareció en los medios, como lo dijeron en “off” operadores indignados.
También se crean falsas expectativas entre potenciales
inversores y compradores finales; también altera a los vendedores que pueden
optar por retraerse.
En la Argentina, aún en épocas de devaluación, los
precios de las propiedades se fueron acomodando al cabo de unos meses, tanto
las subas como las bajas, no se produjeron de un día para el otro.
Durante la convertibilidad, el m2 se ubicó en promedio en
los u$s 1300 y hacia junio de 2002, en plena crisis, el m2 cayó, promediando
los u$s 600.
En noviembre del 2002, el metro cuadrado de una vivienda
usada en Recoleta se cotizaba en u$s 702, en Almagro u u$s 425 y en Flores u$s
358.
En esa misma fecha, en Caballito, el metro cuadrado de un
PH en altura con servicios (amenities: pileta, gimnasio, entre otros) era uSs
780. En el extremo y en el mismo barrio, el metro cuadrado de un PH por
pasillo valía u$s 380.
Los precios del m2 en la Capital Federal (departamentos a
estrenar en la zona norte, expresados en dólares estadounidenses constantes de
2006), han estado en el orden de los u$s 3000 para fines de la década del
setenta y han encontrado su mínimo en los primeros años de la década del
ochenta (1982/84) con una cotización de u$s 400.
Siguiendo con el ejemplo anterior, el metro cuadrado de
departamentos a estrenar en la zona norte hasta mediados del corriente
oscilaban entre los u$s 2000 a u$s 3000.
¿Cuándo tendremos un indicador (confiable) que permita
analizar la evolución del precio de venta del metro cuadrado de propiedades
nuevas y usadas, por zonas, barrios, usos? Sofía
Wachler DyN
Desempeño de la
construcción residencial
Desde
el conflicto con el agro, la construcción ha tenido esa evolución dispar que
prosiguió a la fuerte recuperación del crecimiento de la actividad registrado
en los primeros meses del año.
En los últimos cuatro meses se observaron dos meses de
crecimiento interanual y dos de caída, notándose en el acumulado de los
primeros ocho meses del 2008 año una expansión de 8,2% contra 4,9% de
incremento el año pasado.
En
agosto la construcción residencial continuó mostrando el comportamiento poco
dinámico y errático de los últimos meses,
cayendo 3,5% en relación a igual mes del 2007, pero se han recuperado los
pedidos de permisos de construcción, tanto en la
ciudad de Buenos Aires (un
mercado muy afectado en el último año) como en los 42 municipios, según
datos del Indec.
Estos últimos presentaron un crecimiento de 16% en agosto
en relación a igual mes del 2007, mientras que en la ciudad de Buenos Aires la
superficie permisada para nuevas viviendas creció 16,4% para igual periodo.
Fue el segundo mes consecutivo de fuertes incrementos interanuales, aunque
cabe mencionar que hacia mediados del 2007 la superficie había caído de forma
significativa, lo que genera que en la comparación se registren tasas
positivas de crecimiento considerables en la actualidad.
Mientras que Córdoba (51,2%), Santa Fe (32,6%), Comodoro
Rivadavia (21,6%) y Bahía Blanca (11,1%) presentaron incrementos diversos de
la superficie permisada en los primeros siete meses del año, por el contrario,
en Tucumán y Posadas se registraron caídas.
La fuerte expansión en Córdoba y Santa Fe se relaciona
directamente con el buen año del agro en el 2007, ya que se trata de ciudades
dentro del área de influencia de las actividades agrícolas, que reciben
inversiones derivadas de las mismas.
Una situación similar se registra en Comodoro Rivadavia,
pero no debido al agro sino a la actividad petrolera, otro sector que creció
en los últimos tiempos. No obstante, tanto el petróleo como los commodities
agrícolas han registrado considerables bajas en el último mes, producto de la
profundización de la crisis internacional, lo que podría generar menores
excedentes en los próximos tiempos, afectando el crecimiento de la
construcción en sus áreas de influencia.
La caída de la participación de la vivienda de alta
calidad en agosto en Buenos Aires se ha dado a partir de un mayor crecimiento
relativo de la superficie de menor calidad respecto de la primera (que en
conjunto también creció).
Pero, la superficie de alta calidad creció en conjunto, a
partir de una caída interanual del porcentaje de la lujosa (57.6%) y un
incremento del correspondiente a la suntuosa del 58,6% (que además tiene un
peso muy superior en el total de la superficie permisada que la lujosa).
La superficie de menor calidad, por
su parte, presentó un incremento considerable tanto en el segmento sencillo
(30,9%) como en el confortable (13,7%), contribuyendo con casi el 85% del
incremento de la superficie permisada registrado en el último mes .Visión
inmobiliaria
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