10 de Febrero de 2009
Nueva
costa del Plata. Ambiciosa reforma ribereña en Avellaneda y Quilmes
La zona sur
tendrá su Puerto Madero. Urbanizarán 230 hectáreas en Villa Dominico con una
inversión estimada en 1700 millones de dólares
La
recuperación y la urbanización de la ribera del Río de la Plata, en las costas
de Avellaneda y Quilmes, están a punto de ser una realidad. Es que dentro de
dos meses comenzarán las obras de transformación de un predio de 230
hectáreas, detrás del cerrado relleno sanitario de Villa Dominico.
La
iniciativa, cuyo desarrollo comenzará la empresa Techint,
que es propietaria de esas tierras, prevé una inversión inicial de 100
millones de dólares en infraestructura, que incluye una zona urbana costera
con equipamiento residencial, comunitario, educativo y comercial, y promueve
el acceso público a la costa del río.
La costa sur del Río de la
Plata cambiará de aspecto.
Foto: Gentileza
Municipalidad de Avellaneda
"Se trata de un proyecto que incluye una innovación urbana y ambiental.
Plantea un trabajo y una relación ciudad-río diferente", explica
Roberto Converti, director de Oficina Urbana, el estudio
de arquitectura y urbanismo encargado del diseño, la gestión y la coordinación
de la iniciativa, denominada Nueva Costa del Plata.
Según contó Converti a LA NACION, el 75 por ciento de las tierras estará
destinado a espacios públicos, parques ribereños y circuitos peatonales
costeros, espejos de agua, calles vehiculares, bicisendas y otros paseos.
"Suponemos que el proyecto estará consolidado dentro de 12 años. La iniciativa
privada es el gran motor", dijo Converti.
Fuerte inversión
Según los cálculos, la inversión total ascenderá a unos 1700 millones de
dólares. El proyecto incluye 8000 viviendas y estima una población de 27.000
habitantes.
"El gran desafío es no hacer un desarrollo de tramas típicas. Por eso se
trabajó con un grupo interdisciplinario de profesionales, y el objetivo fue
recuperar 5 km de costa y traer al Sur lo que ya existe en el Norte", agregó
el arquitecto.
La
urbanización contará con edificios, que en su mayoría tendrían la altura de
los docks de Puerto Madero. Sólo habrá algunos edificios, aunque aún no está
precisada la altura. El predio también albergará la sede de la Universidad de
Avellaneda. Además, se construirán cuatro accesos desde la autopista Buenos
Aires-La Plata.
Pero para que esta urbanización sea una realidad, es necesario que los
municipios de Avellaneda y Quilmes, y las autoridades bonaerenses aprueben la
iniciativa. Hasta hoy, sólo la Municipalidad de
Avellaneda dio el visto bueno para el proyecto.
"El eje de este proyecto es que va a ser un barrio más de la ciudad. Cualquier
vecino podrá llegar, estar y disfrutar del lugar. Se preservarán la reserva
natural y las lagunas que hoy tienen un agua sana y permiten actividades de
esparcimiento. Eso es lo que aprobaron el municipio y el Concejo Deliberante",
explicó Mónica Capellini, secretaria de Producción,
Política Ambiental y Empleo de Avellaneda.
En
Quilmes, la situación es un poco más complicada. Aunque el Poder Ejecutivo
apoya el emprendimiento, en el Concejo Deliberante sigue en análisis. Es ese
cuerpo el que tiene que aprobar la rezonificación del predio para poder
comenzar con las obras. Según las fuentes, la definición se conocería este
mes.
Selva marginal
"El proyecto se fue reformulando y se conservaría casi el 90% de la selva
marginal. Nosotros creemos que es un proyecto sumamente positivo porque
compensaría económicamente a Quilmes porque se utilizaría para el desarrollo
total de la costa, así como da la posibilidad de tener un puerto, recuperar el
aeródromo. el balneario de Quilmes, y el histórico club Pejerrey", sostuvo
Claudio Olivares, secretario de Medio Ambiente, Higiene
Urbana y Turismo de Quilmes.
Sin embargo, el oficialismo quilmeño (PJ) no
tiene mayoría en el Concejo Deliberante. Y a eso se suma la oposición de
algunos vecinos reunidos en el Foro de Asambleas por el
Plan Urbano Ambiental del partido.
Mario Sinisgalli, de Quilmes Unido, explicó: "No
está claro cómo va a ser el proyecto. Las veces que se hicieron reuniones se
presentó una maqueta, pero nosotros queremos defender la selva marginal y los
humedales. Primero debería haber un plan urbano que establezca qué está
permitido y qué no".
Olivares dijo que en el municipio entienden las voces opositoras. "Tienen todo
su derecho a manifestarse. Hemos tomado muchos de los argumentos que nos han
ido exigiendo, e incluso se les propuso formar parte del Observatorio
Ambiental para controlar todo el proceso del proyecto. Tal como está la
situación, hoy nadie puede disfrutar ni de la selva marginal ni de los
humedales."
Hoteles, oficinas y un centro comercial
Sobre la autopista, en Bernal, está prevista la construcción de un área de
seis hectáreas para usos empresariales, hoteles y oficinas, un centro
comercial y un centro de exposiciones o convenciones. Desde allí habrá un
acceso al barrio que se construirá detrás del ex relleno sanitario. Se estima
que ese barrio será habitado por unas 27.000 personas en más de 8000
viviendas, por lo que el movimiento comercial tendrá una importante presencia
en la zona. Laura Rocha, La Nación.
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