28 de Julio de 2009
Hay 3.000 construcciones abandonadas en la
Capital
Se conoció un informe de la Unidad de Sistemas de Inteligencia
Territorial (USIT) del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad, en unas
8.200 manzanas que detectó que hay 2.917 construcciones abandonadas de varios
tipos: fábricas y galpones, edificios; petit hoteles y casas bajas.
Llamativamente en cada una
de las categorías las proporciones son similares: 1.000 construcciones sin uso
por cada una de las categorías, con distintos niveles de construcción o falta
de ella.
Los cuatro barrios que
integran el Macrocentro: Monserrat, San Nicolás, Balvanera y Constitución son
los que concentran el mayor número de hoteles y casas abandonadas.
Barracas, Parque Patricios
y La Boca son los que tienen mayor número de esqueletos de edificios. Le
siguen la zona oeste de La Paternal, Villa Crespo y Chacarita, en éste último
caso, con un importante número de fábricas y galpones en desuso.
Entre las
construcciones abandonadas, un importante número, son de vieja data, inclusive
desde la década del 70 y en menor medida, las que no se concluyeron en los
últimos años, por distintas circunstancias: crisis del 2001, mal manejo en la
planificación preventa, clausuras, falta de aprobaciones, falta de
financiamiento y otras.
Si bien es interesante
contar con un relevamiento de las edificaciones abandonadas habría que
acompañarlas con una política urbana que las controle, para evitar accidentes,
derrumbes, imprevistos ante adversas condiciones climáticas, intrusiones de
gente que no tiene dónde vivir y otras.
En realidad, se tiene una
percepción de que muchas obras no están avanzando al ritmo que tendrían que
tener, pero no es tan fácil de determinarlo, pero si tienen una incidencia
directa en la menor absorción de mano de obra.
Ante la gravedad de la
situación, las autoridades oficiales confirmaron que está analizando
propuestas para que los propietarios terminen las obras y en caso de que no lo
hicieran, la Ciudad puede ejercer la potestad de declararla nula y obligar al
dueño a demolerla. Pero habrá instancias para permitirle que finalice la
obra.
Se tiende a que una
reconversión tanto productiva como urbana en la ciudad; también se analiza el
otorgamiento de subsidios para empresas que quieran invertir y mejorar las
obras inconclusas.
Según las últimas
estadísticas de la USIT, hasta marzo de este año, la construcción de viviendas
nuevas era la opción más elegida: de las cuales el 45% ingresan a la categoría
de lujosas o suntuosas, y en lo que va del año, el 81% de los departamentos
construidos son de uno y dos ambientes. En 2008, el total de unidades de uno y
dos ambientes llegó al 74%, y en 2007 alcanzó el 79%.
En términos de vivienda,
esta cantidad de obras inconclusas representa 60.000 no finalizadas. El
déficit habitacional en la ciudad sigue creciendo: supera las 100.000
viviendas. |