16 de Octubre de 2008
La Justicia intervino ayer en la virulenta pelea entre
el Gobierno y la petrolera Shell: declaró que las multas
millonarias por desabastecimiento que el secretario de
Comercio Interior, Guillermo Moreno, le había impuesto a la
empresa son ilegales.
El juez en lo penal económico Daniel
Petrone, el mismo que interviene en la causa por la valija de
Antonini, sostuvo que el Gobierno había multado a la empresa
sin respetar su derecho de defensa y que Moreno jamás demostró
que Shell hubiera tenido la intención deliberada de
desabastecer el mercado de gasoil, requisito ineludible para
sancionarla. Por eso, decidió "absolver de culpa y cargo" a la
compañía.
Lo resolvió respecto de una de las primeras
multas, la impuesta por Moreno el 4 de julio de 2007 luego de
que un grupo de inspectores constatara que la estación de
servicio de Entre Ríos 1803, en el barrio de Constitución, no
tenía el volumen de gasoil que el Gobierno exigía.
Aquella inspección no fue una medida
aislada. Durante el año pasado, Moreno impuso a Shell más de
50 sanciones idénticas, todas de un millón de pesos, el máximo
que prevé la ley. Fueron apeladas por la empresa y llegaron,
así, a la Justicia.
Ayer, Petrone resolvió la primera de las más
de 30 que están en su juzgado, correspondientes a presuntos
desabastecimientos cometidos en la ciudad de Buenos Aires. El
resto fue derivado a jueces del interior.
Pero la ofensiva kirchnerista contra la
petrolera fue aún más lejos. En agosto del año pasado, la
Secretaría de Comercio pidió la detención del presidente de
Shell Argentina, Juan José Aranguren. Esa medida, que no tenía
precedente, fue el punto más álgido de una pelea que llevaba
años: Aranguren es uno de los pocos ejecutivos que siempre
dijo en voz alta lo que piensa sobre el Gobierno y eso incluyó
duras críticas que no cayeron nada bien en el kirchnerismo.
La pelea entre el Gobierno y la petrolera
anglo-holandesa atravesó su peor momento en marzo de 2005,
cuando el presidente Néstor Kirchner exhortó a la población a
no comprarle a Shell "ni una lata de aceite". Al día
siguiente, 33 estaciones de servicio fueron bloqueadas por
piqueteros liderados por Luis D Elía.
Dos años más tarde, Moreno pidió el arresto
de Aranguren basado en que había violado la ley de
abastecimiento, una norma sancionada en 1974 cuya vigencia y
constitucionalidad es, a juicio de los juristas, al menos
dudosa. Esa ley faculta al Poder Ejecutivo a disponer arrestos
y prevé penas de hasta cuatro años de prisión.
La causa por el pedido de detención de
Aranguren también está en el juzgado de Petrone. En ese
expediente, aún no hubo definiciones, pero fuentes que
intervienen en el caso coincidieron en que luego del fallo de
ayer es poco probable que el presidente de Shell termine
preso: si no se probó la intención de la empresa de
desabastecer, mal podría arrestarse a su presidente por eso.
Petrone todavía no se pronunció al respecto.
Nada dijo, tampoco, del fondo del asunto: ¿está vigente la ley
de abastecimiento?
"Suma gravedad"
"La declaración de inconstitucionalidad es
un acto de suma gravedad institucional y debe ser considerado
como la última ratio del orden jurídico", sostuvo el juez, y
explicó que la Corte ha advertido que "de existir la
posibilidad de una solución adecuada al caso por otras
razones, debe recurrirse a ellas en primer lugar" y sólo en
última instancia declarar la inconstitucionalidad de una ley
del Congreso. Así, el fallo de Petrone se basó exclusivamente
en que el Gobierno violó la garantía del debido proceso. "La
infracción que se le imputa a la empresa Shell no se encuentra
acreditada sobre la base de un procedimiento respetuoso de las
garantías", sostuvo.
El juez afirmó que no hay fundamentos para
sostener que el derecho de defensa, ineludible para los
procesos judiciales, pueda soslayarse cuando quien sanciona es
el Poder Ejecutivo. "Así como la garantía del debido proceso
contemplada en el artículo 18 de la Constitución Nacional debe
regir en los procedimientos llevados a cabo en sede judicial,
lo mismo debe ocurrir cuando los hechos controvertidos se
sustancian a través de la vía administrativa, sin perjuicio de
su ulterior revisión por el órgano jurisdiccional", advierte
el fallo.
En concreto, el problema estuvo en que la
Secretaría de Comercio no le permitió a la petrolera "ofrecer
y producir prueba" para defenderse.
El fallo fue notificado a las autoridades de
Shell durante la mañana de ayer. LA
NACIÓN se comunicó con la empresa, pero sus
autoridades informaron que, por el momento, no iban a hacer
declaraciones sobre la pelea judicial.
Además de los expedientes de Petrone, está
pendiente un pedido de la compañía para que la justicia en lo
contencioso administrativo declarara inconstitucional la ley
de abastecimiento. Esta norma lleva más de diez años derogada,
con la única excepción de un parte de un artículo: la que
habilita al Poder Ejecutivo a dictar normas regulatorias.
¿Puede además aplicar las sanciones de una ley suspendida?
Para el Gobierno está claro que sí. La Justicia todavía no se
expidió. Reproducción textual de la columna de
Paz Rodríguez Niell , De la Redacción de LA NACIÓN.
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