JUSTICIA TEMEROSA
Y PRESIONADA!
PERO NO AMILANADA!!!

27 de Enero de 2009

Presiones en la Justicia: Cinco jueces se niegan a juzgar a Carlos Kunkel

Un tribunal los intimó a investigar un caso del diputado kirchnerista 

Cinco jueces se niegan a juzgar a Carlos Kunkel
El diputado Carlos Kunkel, eje de una controversia judicial | Foto: Archivo

Las presiones que el Gobierno ejerce sobre el Poder Judicial quedaron en evidencia en un fallo de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación, el máximo tribunal penal del país, que recriminó a cinco camaristas por haberse inhibido de actuar en una causa contra el diputado Carlos Kunkel, miembro del Consejo de la Magistratura y hombre de máxima confianza del matrimonio presidencial.

Los cinco jueces de la Casación que se excusaron de intervenir en el expediente contra Kunkel lo hicieron con el argumento de que tienen denuncias, pedidos de juicio político o concursos abiertos en el Consejo, que el legislador ultrakirchnerista integra.

Sin embargo, otros tres jueces del mismo tribunal, Angela Ledesma, Guillermo Tragant y Eduardo Riggi, resolvieron que eso no es correcto y sostuvieron que ser juez implica tolerar las presiones sin perder la imparcialidad e independencia.

"Si bien uno de los sujetos procesales integra actualmente el Consejo de la Magistratura, órgano de control de los jueces, esto no impide que los magistrados de esta Cámara cumplan el supremo mandato constitucional de ejercer su jurisdicción en los casos que son llamados a resolver", consignaron.

Y fueron aún más lejos al afirmar que, en todo caso, el que podría llegar a tener que apartarse en el futuro sería el consejero Kunkel y no los magistrados.

"Lo cierto es que algunos colegas tienen miedo y que, si cada juez que tiene una denuncia o está concursando por otro cargo prefiere no resolver, entonces en la Casación no lo haría nunca nadie, porque todos sus miembros, excepto uno, tienen actualmente denuncias en trámite en el Consejo", se quejó uno de los magistrados que intervino en el caso.

La Cámara de Casación, un tribunal creado durante el gobierno de Carlos Menem cuando se instauró el proceso penal oral, es blanco de críticas del kirchnerismo desde hace tiempo.

El ex presidente Néstor Kirchner, en marzo de 2007, y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en diciembre pasado, acusaron a algunos de los integrantes de ese tribunal de demorar los juicios contra militares por los crímenes de la dictadura o, directamente, beneficiar a los acusados. Kunkel y otros legisladores kirchneristas hicieron lo mismo en varias oportunidades. Eso llegó a originar una reacción crítica de la Asociación de Magistrados, que denunció presiones indebidas.

Disputa entre diputados

El expediente contra Kunkel que provocó esta inusual disputa entre pares no es complejo ni mucho menos: se inició con una denuncia por injurias del también diputado Francisco de Narváez (del peronismo disidente), porque el legislador ultrakirchnerista acusó al empresario-político de ser dueño de una "fortuna mal habida" en un reportaje que concedió desde Venezuela a una radio argentina.

Los jueces en los que la presión kirchnerista operó son los subrogantes Luis García y Guillermo Yacobucci, que concursan por un lugar en el tribunal que integran transitoriamente, y los históricos miembros de la Casación Guillermo Hornos, Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso y Gustavo Mitchell.

"Debe recordarse que la imparcialidad del juzgador es una garantía del justiciable y sólo a favor de éste se puede esgrimir este temor de parcialidad a fin de garantizar la mayor objetividad posible de éste frente a la cuestión que deba resolver y, por ello, las inhibiciones en estudio, a criterio de esta Sala, devienen inadmisibles", sostuvieron los jueces Ledesma, Tragant y Riggi, en el fallo con el cual devolvieron el expediente de Kunkel a sus pares de la Sala II para que tomaran una decisión.

Consultado por LA NACION, Kunkel disintió con esa posición. "Si un magistrado se siente condicionado porque está en trámite una causa en su contra en el Consejo o por alguna otra razón, me parece comprensible y lógico que se inhiba. Creo que es algo personal", dijo.

A la Corte

Pero esta historia no terminará aquí. Cuando se reanude la actividad tras la feria judicial habrá que ver si los camaristas Hornos, Rodríguez Basabilvaso y Mitchell consienten la decisión de sus colegas o si, en cambio, llevan la discusión a la Corte Suprema.

De Narváez espera que la Casación ahora, o la Corte más adelante, revoquen el fallo del juez federal Julián Ercolini, que desestimó en primera instancia la querella porque consideró que las palabras de Kunkel son injurias en el marco de la discusión parlamentaria que, como tales, no pueden castigarse por lo dispuesto en el artículo 68 de la Constitución nacional.

Esa decisión, que también fue confirmada por la Cámara Federal, fue la que apeló el diputado De Narváez ante la Casación.

"Esta disputa la llevaremos hasta la última instancia, porque Francisco considera que existe un límite aún en el caso de la discusión política y está convencido de que nadie tiene derecho a acusarlo de corrupto", dijo un allegado a De Narváez. Kunkel, mientras, está tranquilo y bien a salvo. Laura Zommer, para La Nación.
 

El poder del Consejo

  • La selección de los jueces. El Consejo de la Magistratura es el organismo creado a partir de la reforma constitucional de 1994 para seleccionar a los jueces y tramitar las denuncias en su contra.
  • La reforma kirchnerista. En febrero de 2006, el Congreso convirtió en ley un proyecto de la entonces senadora Cristina Kirchner que modificó la integración del cuerpo y le dio más poder al oficialismo.
  • El nuevo balance. Con la composición actual, la mayoría que representa al Gobierno puede bloquear cualquier acusación contra un juez.
  • La presión. En los últimos años aumentaron exponencialmente las denuncias contra jueces. No se resuelven rápido, pero mantienen en una situación complicada a los acusados.
     

Una larga pelea

20 DE MARZO DE 2007
Grave denuncia

Cuatro jueces de la Casación fueron acusados en el Consejo de la Magistratura de obstaculizar causas de derechos humanos.

24 DE MARZO DE 2007
Kirchner ataca

El entonces presidente dijo: "Quiero decirle a la justicia argentina y al Consejo de la Magistratura, sé que va a proceder, que basta, por favor, basta. Juicio y castigo, necesitamos que los juicios se aceleren".

26 DE MARZO DE 2007
Respuesta directa

El presidente de la Cámara de Casación, Alfredo Bisordi, le contestó a Kirchner: "Así vamos hacia la suma del poder público".

11 DE MARZO DE 2008
En retirada

Ante el tenor de la pelea, Bisordi terminó por retirarse de los tribunales.

5 DE DICIEMBRE DE 2008
Nueva polémica

La sala II de la Cámara de Casación decidió la libertad de Alfredo Astiz y Jorge Acosta, pero no la hizo efectiva porque se interpuso un recurso fiscal.

18 DE DICIEMBRE DE 2008
Enojo de la Presidenta

La Presidenta calificó de "vergüenza nacional" la decisión de la Cámara de Casación sobre Astiz. El Gobierno pide el juicio político de los camaristas.



28 de Enero de 2009

NOTA RELACIONADA
 

Cuando la Justicia tiene miedo

Tres jueces de la Cámara de Casación han dado una lección a cinco colegas que no quieren actuar en una causa contra Kunkel.

La Cámara de Casación ha puesto al descubierto que, tal como se ha informado reiteradamente, muchos jueces temen investigar al Gobierno y a sus funcionarios. En esta oportunidad, la Sala III de la Casación mostró también que el temor no lo sufren sólo los jueces, sino también cinco camaristas de la propia Casación, el máximo tribunal penal del país.

En efecto, un fallo de la Sala III reveló que cinco camaristas se negaron a intervenir en una causa contra Carlos Kunkel, diputado oficialista muy allegado al matrimonio presidencial y una de las espadas del Gobierno, junto con Diana Conti, en el Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de elegir a los jueces y de investigar a aquellos sobre quienes recae un pedido de juicio político.

Precisamente, los cinco camaristas que se han excusado de intervenir en el expediente contra Kunkel argumentaron que tienen denuncias, pedidos de juicio político o concursos abiertos en el Consejo de la Magistratura. El expediente en el que no quieren intervenir es una denuncia por injurias del diputado Francisco de Narváez, del peronismo disidente, porque Kunkel lo acusó de poseer una "fortuna mal habida".

Sin embargo, es digno de destacar que, como contracara de la cuestionable actitud de los camaristas que se inhibieron de actuar, los integrantes de la Sala III de la misma cámara, Angela Ledesma, Eduardo Riggi y Guillermo Tragant, resolvieron que la decisión de sus colegas era desacertada porque ser juez, explicaron, también obliga a soportar las presiones sin perder la imparcialidad y la independencia.

En su fallo, tal como informó LA NACION, los tres camaristas agregaron que, si bien Kunkel forma parte actualmente del Consejo de la Magistratura, "esto no impide que los magistrados de esta Cámara cumplan el supremo mandato constitucional de ejercer su jurisdicción en los casos que son llamados a resolver." Y destacaron también que quien en el futuro podría tener que apartarse en el Consejo sería Kunkel y no los jueces. Tras este fallo, la Sala II de Casación debería retomar el sumario contra Kunkel. Es una sala que interviene en casos muy importantes, como el de la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, y la actitud que ha adoptado en el sumario de Kunkel podría poner en duda su independencia.

Con la excepción de uno, todos los demás integrantes de la Cámara de Casación han sido denunciados ante el Consejo de la Magistratura, y dos de los cinco camaristas que se excusaron son subrogantes y concursan para ocupar los puestos vacantes en la Casación.

Es preciso tener en cuenta que el Consejo recibe toda clase de denuncias, fundadas y no fundadas. El problema radica en que, tras la modificación operada en el Consejo por el Gobierno, donde el oficialismo puede hacer y deshacer a su antojo, una denuncia sin fundamento, en vez de ser rechazada tras un primer análisis, puede ser admitida para iniciarse la correspondiente investigación aunque no haya pruebas. Y esa "investigación" puede mantenerse abierta, aunque sin movimiento, para ser usada como elemento de presión sobre el magistrado. Por supuesto, también se da la situación inversa: un juez cercano al oficialismo puede ver rechazada una denuncia en su contra pese a estar fundada.

También es cierto que Casación ha sido objeto de duros cuestionamientos por parte del kirchnerismo, que acusó a algunos de sus miembros de demorar los juicios contra militares por los crímenes de la dictadura, y que la presión del oficialismo obligó a renunciar a uno de sus integrantes, Alfredo Bisordi.

Todo esto confirma que, tal como lo denunciara el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, existen presiones del Gobierno sobre los jueces y hay magistrados que temen avanzar en causas abiertas contra el kirchnerismo.

Pero esta lamentable realidad no alcanza para justificar que el miedo de los jueces, comprensible desde ya, los inhiba de actuar. Si ceden al temor, incumplen su obligación y le confirman al Gobierno que la presión es el método efectivo para domesticar a la Justicia. Lo demuestran las palabras de Kunkel, a quien le pareció "comprensible" que los jueces de Casación se apartaran. Toda una definición.