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Si usted
tiene una de las 43 millones de líneas de telefonía
celular de Argentina,
ahora podrá mantener su número de
teléfono aunque cambie de compañía,
gracias a un fallo judicial que obliga al Gobierno a
implementar la portabilidad numérica, un beneficio
reglamentado hace 9 años pero que nunca se aplicó.
El juez Enrique Lavié Pico, titular del Juzgado
Contencioso Administrativo Federal Nº 6
dictó un fallo que ordena al Estado Nacional a reglamentar
la portabilidad numérica. La norma deberá implementarse en
los próximos 90 días a través de
la Secretaría de Comunicaciones, que depende del
Ministerio de Planificación Federal manejado por Julio De
Vido.
De esta forma, los usuarios podrán conservar su número de
celular sin importar la compañía telefónica que usen,
incluso cuando cambien de proveedor de servicio. Este
beneficio estaba incluido en el decreto 764 del año 2000,
que imponía la desregulación de la telefonía móvil, pero
nunca se había aplicado.
"Es algo deseable para el consumidor, sobre todo para el
empresario, o el profesional, pero tiene menos valor para
el cliente masivo", opinó
Alejandro
Prince, de la consultora Prince & Cooke,
quien sostiene
que la portabilidad era más valiosa cuando la tecnología
de telefonía celular no estaba tan desarrollada. "Hoy me
cambio el teléfono, le mando un SMS a todo el mundo y
todos se enteran en minutos", explicó a
Perfil.com.
El consultor cree que la desregulación no es una de las
cuestiones prioritarias del mercado de las
telecomunicaciones. "Se me ocurren otras 20, como el
triple play. Ahora la gente más cambia de teléfono,
importa más la promoción nueva que mantener el número. Hoy
la misma tecnología te permite modificar un numero sin
demasiada complicación", afirmó.
Sobre el costo que este cambio podría tener en las
empresas de telefonía celular, Prince se preguntó:
"¿Debería ser una obligación, o un
servicio aparte como la factura desglosada?".
Si bien admitió que el problema "tecnológicamente es cada
vez más fácil de resolver", también consideró que "siempre
hay un costo administrativo" para la transferencia del
número.
Por el contrario, hay quienes creen que la portabilidad es
un derecho incuestionable del cliente, y que la
imposibilidad de cambiar de número "la usan de manera
extorsiva las prestadoras del servicio para mantenerlo
cautivo", como aseguró
Horacio
Bersten, coordinador jurídico de la Unión de Usuario y
Consumidores (UUC).
Bersten cree que cambiar de número no afecta sólo el hecho
mismo de hablar por teléfono: "Todo el que trabaja con el
celular, ¿qué pasaría si no pueden ubicarlos? El que tiene
un fijo no tiene problema, pero mira los pintores y
plomeros que sólo dependen del celular", dijo a
Perfil.com.
Además sostiene que "cuanto más bajo el nivel
socioeconómico, mayor la dependencia" del teléfono móvil,
que para muchos es su única línea.
La Unión de Usuarios y Consumidores
es uno de los impulsores de la medida: en septiembre de
2008 reclamó el derecho de la portabilidad numérica ante
la Justicia, en representación de todos los consumidores.
La posibilidad de iniciar acciones colectivas de ese tipo
está contemplada en el
artículo 43 de
la Constitución Nacional
y en la última versión de la
ley de Defensa
del Consumidor.
Bersten asegura que el cambio no tiene que implicar costo
alguno para el consumidor: "Habrá algunas condiciones, no
se podrá cambiar de compañía todos los días, pero no debe
estar sujeto a disponibilidad económica del cliente porque
no hay que hacer inversiones en red", a diferencia de lo
que ocurre con las líneas fijas.
"Conforme la experiencia internacional, no habría costos
para las empresas, sólo se necesita una actualización de
software, que no es un tema de inversión", concluye
Bersten. La portabilidad numérica funciona desde 1995 y ya
se aplica en 40 países de todos los continentes, entre
ellos los vecinos Brasil y Perú.