15 de Abril de 2009
Todo resulta ya
muy poco serio
Días
atrás, durante su homenaje a Raúl Alfonsín, Antonio Cafiero
admitió que el peronismo ha dado para todo.
Por eso, tal vez muchos argentinos hayan perdido la
capacidad de asombro y no se inmuten ante el dramático
pedido de Néstor Kirchner a gobernadores e intendentes de su
partido para que se inmolen junto con él en las elecciones
de junio, postulándose para bancas de diputado nacional o de
concejal que nunca asumirán.
La jugada del ex
presidente suena tan absurda como si
el actual DT del seleccionado argentino de fútbol, Diego
Maradona, decidiera volver a ponerse la casaca
albiceleste número 10 frente a las dificultades de sus
dirigidos. Con un agregado: que ante el temor de convertirse
en el mariscal de una eventual derrota, le pida a
Carlos Bilardo, manager del equipo,
que lo escolte en la defensa.
La
desesperación es hija de la angustia. En los últimos días
existieron sigilosos contactos entre gobernadores del PJ
para evaluar pedirle a Kirchner que deje la presidencia del
partido.
Ni la gobernabilidad ni el
fin del mundo están en juego en los próximos comicios
legislativos. Pero Kirchner trata de convencer a todos de
que efectivamente es así y de que la oposición, junto con el
campo, se ha convertido en un poder destituyente.
El hombre es esclavo de
sus palabras y Kirchner está encerrando al gobierno de su
esposa en su propio laberinto. No hace más que sugerir que
si el oficialismo pierde las elecciones no estará en
condiciones de gobernar, mas no por conspiraciones
opositoras sino por su incapacidad para buscar consensos que
vayan más allá de la mesa cada vez más chica que toma las
grandes decisiones en Olivos.
Kirchner vive desde hace
algunas semanas asustado. Las encuestas que le hacen llegar
distan de ser las que espera. Un sondeo de la consultora
Analogías, concluido en marzo entre 1200 ciudadanos de la
provincia de Buenos Aires, le dio una exigua ventaja frente
al sector encabezado por Francisco de
Narváez y Felipe Solá: 27,6 contra 24,8 por ciento.
Con un agravante: el 41,6 por ciento de los bonaerenses
jamás votaría por él, en tanto que sólo el 9,9 por ciento
dijo que nunca apoyaría a De Narváez. En el primer cordón
del conurbano, Kirchner perdería por más de seis puntos ante
sus principales rivales y en el interior de la provincia
caería por unos cuatro puntos. La diferencia favorable a
Kirchner se lograría en el segundo cordón, donde ganaría por
11 puntos.
Para ahuyentar
fantasmas y alinear a un partido en dispersión, Kirchner
recurrió a otro pase de alquimia, que paradójicamente le
dejó servido en bandeja el macrismo al postular como
diputada a la vicejefa de gobierno
porteña, Gabriela Michetti, ante la aparente falta de
figuras de peso para encabezar la lista. Tanto las
candidaturas testimoniales como el incumplimiento de los
mandatos populares son una estafa al electorado. Todo
resulta ya muy poco serio y ni la oposición es inocente.
Reproducción textual
de la columna de Fernando Laborda en el diario La Nación.
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NOTA
RELACIONADA:
Polémica desatada
Escándalo en
un pueblo de Córdoba: admiten que los concejales trabajan
sólo una vez al mes. Se trata de la localidad de Laguna
Larga, ubicada a 60 km. de la capital provincial. Las
justificaciones de los ediles.
El concejo deliberante de la localidad de
Laguna larga, ubicada a 60 kilómetros de la capital
provincial, funciona sólo el segundo lunes de cada mes,
según informó hoy La voz del Interior.
La nota
dice que lo reconocieron los ediles
Ricardo Demaría (UCR) y Silvia Libra (Recrear).
"Correspondería que nos reunamos todas las semanas porque
siempre hay temas para tratar", dice Demaría y se lamenta su
propuesta de trabajar más no haya prosperado. "Sólo
sesionamos una vez y no hubo extraordinarias ni reuniones de
comisión", y dijo que las reuniones de comisión son charlas
media hora antes de la sesión.
“Toda la vida
fue así. Una vez al mes se tocan los temas que le preocupan
a la sociedad. Creo que en todos los pueblos de la zona es
así”, señaló una ex concejal llamada Betina Cepeda, en
diálogo con Cadena 3.
“Se hace
la tarea como corresponde, en una reunión están todos los
temas. Consideramos que es lo suficiente”, dijo. Los
concejales de este pueblo de 8 mil habitantes cobran
alrededor de 600 y 850 pesos.