28 de Abril de 2009
El juez de menores Emilio Calatayud condena a
un joven analfabeto de 17 años a aprender a leer y escribir
El juez de Menores Emilio Calatayud ha condenado
recientemente a un joven de 17 años acusado de una falta de
hurto en grado de tentativa a aprender a leer y escribir,
después de que el menor no fuera capaz de encontrar su
nombre en la lista de los juicios como le había pedido el
magistrado al percatarse de que podía ser analfabeto.
En declaraciones a
Europa
Press,
Calatayud explicó que el menor llegó hasta su juzgado
acusado de apoderarse de un perro que le gustó y que luego
devolvió a su dueño cuando éste se lo requirió.
Tras comprobar que el joven no podía encontrar su nombre
en el documento por no saber leer, el juez pidió
explicaciones al padre, quien le indicó que en "su pueblo
hay varios chavales en la misma situación", algo que para el
magistrado es "inconcebible" en el siglo XXI.
Al parecer, el joven estuvo escolarizado hasta los once
años en la ciudad catalana de Reus, según se desprende de
los informes técnicos y policiales remitidos al Juzgado de
Menores 1 de Granada, mientras que lleva residiendo en la
provincia granadina desde hace dos años, lo que, a juicio
del juez, pone de manifiesto que "ha fracasado todo el
sistema y la coordinación entre instituciones".
Calatayud señaló que la propia falta cometida por el
joven, que devolvió el perro cuando se lo pidieron,
demuestra su "inocencia" y lamentó que a su edad no tenga
"ninguna clase de educación", lo que "es muy triste y causa
una gran sensación de impotencia".
Para el juez el problema de este asunto radica en que
"estos chavales son carne de cañón", pues al no tener
formación "son vulnerables e influenciables ante las malas
juntas".
Por todo ello, el juez de Menores de Granada ha condenado
al joven a aprender a leer y escribir durante un periodo de
seis meses. Además, según adelanta hoy el diario 'Ideal', ha
decidido enviar oficios a la Junta de Andalucía y al
ayuntamiento del municipio donde reside la familia del menor
para poner en su conocimiento esta situación.
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NOTA RELACIONADA:
El juez Calatayud pide más
contundencia contra programas que dañan a los niños
El juez de menores de Granada Emilio Calatayud,
conocido por sus sentencias ejemplarizantes, ha pedido a
la Fiscalía General del Estado
que actúe "con más contundencia" contra los programas y
series de televisión que vulneran "todos los derechos de los
niños".
Calatayud asegura que las televisiones "no son conscientes"
de la responsabilidad social que tienen y considera
"vergonzoso" que las cadenas alcancen acuerdos relativos a
su programación que "ni ellas mismas cumplen".
El juez lamenta que los medios de comunicación hayan
convertido en un "circo" casos como el de
la joven sevillana Marta del Castillo
"para vender" y considera "peligroso" que algunos de los
chavales que al final han resultado implicados en la
desaparición de la muchacha hayan tenido "muchos minutos de
gloria" en las pantallas, extremo al que vincula el "cierto
retraso" con el que la Policía ha efectuado las detenciones.
Por eso, Calatayud llama la atención de los padres para que
controlen los instrumentos relacionados con las nuevas
tecnologías que "dejan en manos de sus hijos" y defiende que
"un menor no debe tener acceso a internet ni televisión en
su cuarto".
A la poca autoridad que ejercen los padres "que no saben
decir que no", añade la superprotección y la falta de
difusión de valores como la honradez o el esfuerzo como
"ingredientes básicos" para convertir a los hijos en
"auténticos chorizos".
Según Calatayud, esta "crisis de
valores" es fruto de los "complejos de joven democracia" que
han convertido a los padres en amigos de sus hijos
"olvidándose de ser padres".
También defiende que un tortazo "en el momento justo con la
intensidad adecuada" es positivo para educar a los niños
tras llegar al "absurdo de que un cachete sea un maltrato",
en referencia a la madre de Jaén condenada a 67 días de
cárcel por darle un bofetón a su hijo y que fue indultada
esta semana.
"La Justicia tiene los mecanismos suficientes para saber si
estamos ante padres maltratadores o preocupados por la
educación de sus hijos", afirma el juez, que se pregunta
cómo educar cuando no es posible razonar y pone como ejemplo
la "argumentación con un niño de tres años para que no meta
los dedos en el enchufe".
Respecto a
la Ley del Menor,
Calatayud sostiene que ya es "suficientemente dura", por lo
que apuesta por "aplicarla y dotarla bien" para que dentro
de unos años se elabore un "estudio serio" sobre su éxito o
fracaso y se determine cuántos chavales que hayan pasado por
justicia de menores llegan a la de mayores.
Efe.