20 de Mayo de 2009
Cristina envió al Senado los pliegos de 60 jueces, fiscales
y defensores
A 40 días de las elecciones, la Presidente propuso la
designación masiva de funcionarios federales y nacionales.
Hay magistrados denunciados o que estuvieron al borde de
reprobar el examen del Consejo de la Magistratura.
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Entre los sesenta nombres que envió Cristina al Senado,
están los candidatos para
el fuero Contencioso
Administrativo Federal, donde analizan la legalidad de
decretos y resoluciones del Ejecutivo.
En medio del lanzamiento de la campaña electoral, cuando la
agenda pública está concentrada en los candidatos de las
próximas elecciones, Cristina Kirchner envió a la comisión
de acuerdos del Senado los pliegos para cubrir sesenta
vacantes de jueces, fiscales y defensores públicos de todo
el país.
Entre los elegidos hay de todo: magistrados
que ascienden a camaristas a pesar de estar denunciados en
el Consejo de la Magistratura, postulantes que estaban
últimos en las ternas y terminaron seleccionados, entre
otras curiosidades. Ésta es la tanda más grande de jueces
remitida por el Poder Ejecutivo al Senado desde que Cristina
ocupa la Casa Rosada y se produce cuando la oposición y los
jefes del peronismo vaticinan que el kirchnerismo perderá la
mayoría en el Congreso después de los comicios.
Entre los sesenta nombres que envió Cristina al Senado,
están los candidatos para el fuero Contencioso
Administrativo Federal, donde analizan la legalidad de
decretos y resoluciones del Poder Ejecutivo, un tema muy
sensible para el Gobierno.
Para ocupar el cargo libre que había en el Juzgado Nº 2, la
Presidenta eligió a Esteban Furnari,
quien había quedado
cuarto en orden de mérito en el concurso N° 178. En la
actualidad, este magistrado ya ocupa ese juzgado como
suplente en una designación muy conflictiva del 26 de abril
de 2007. En esa ocasión, Furnari fue nombrado por el Consejo
de la Magistratura –con los votos del kirchnerismo– pese a
que no figuraba entre los candidatos propuestos por la
Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal para ocupar el cargo de subrogante. Desde ese
puesto, Furnari falló a favor del Gobierno para determinar
la intervención de Aerolíneas Argentinas. Ahora, cuando el
Senado apruebe su pliego, tendrá su designación definitiva.
El proceso de selección de jueces es por concurso. Después
de un examen y evaluación de antecedentes, el Consejo de la
Magistratura envía ternas al Poder Ejecutivo, que elige un
candidato y lo remite al Senado para su aprobación. Durante
el kirchnerismo, este proceso tuvo un tránsito demasiado
lento, que derivó en que el 20% del Poder Judicial esté
acéfalo. Un juez sin cargo fijo, se entiende, puede ser
mucho más flexible a las presiones externas.
En este contexto, el Gobierno envía a cuentagotas los
pliegos al Senado. Apenas asumió, Cristina mandó 39
candidatos como confirmación de la promesa electoral de
acelerar los trámites. El de la semana que pasó es el grupo
más grande de magistrados postulados por la Presidenta.
Según la oposición, después de diciembre, las razones de
esta designación masiva están en que el kirchnerismo ya no
tendrá la certeza de que todos sus candidatos pasen por el
filtro del Congreso.
En Comodoro Py, donde tramitan las causas de corrupción de
los funcionarios públicos nacionales, hay muchas vacantes.
Cristina envió en este caso dos candidatos para cubrir el
Tribunal Oral Federal en lo Criminal (TOF) N° 1 de Capital
Federal, donde reciben las causas que se elevan a juicio
desde los despachos de Comodoro Py. La Presidenta eligió
al
fiscal Oscar Amirante y al secretario letrado de la Corte,
Adrián Federico Grunberg. Lo llamativo es que quedó fuera de
juego Diego García Berro, juez en lo Penal Tributario que
hacía tres años ocupaba una suplencia en ese mismo tribunal
oral y había quedado primero en la terna que envió el
Consejo de la Magistratura al Poder Ejecutivo. García Berro
llevaba veinte puntos de diferencia a los elegidos por
Cristina.
Otro caso llamativo se dio en la Cámara Comercial, el
fuero donde se dirimen los litigios de las grandes
corporaciones. Miguel Bargallo resultó uno de los elegidos
para ocupar las vacantes. Este juez comercial salió quinto
en el examen, pero logró subir hasta el puesto dos de la
terna gracias a la evaluación que hizo de él la comisión de
selección. Así se convirtió en uno de los candidatos de
Cristina a pesar de que está denunciado en el Consejo de la
Magistratura por el ex titular de la Inspección General de
Justicia, Ricardo Nissen, porque en veinte días firmó dos
fallos totalmente opuestos en un mismo caso. Bargallo,
además, validó la polémica fusión Cablevisión-Multicanal en
el momento en que el Gobierno mantenía una relación
simbiótica con el grupo empresario.
También hay candidatos para la Cámara Federal de la
Seguridad Social. En ese puesto fue elegida Victoria Pérez
Tognola, jueza del fuero en primera instancia y esposa de
Julio Vitobello, ex titular de la SIGEN, actual fiscal de la
Oficina Anticorrupción y jugador titular de los partidos de
fútbol que Néstor Kirchner organiza en Olivos.
Luciana Geuna, en su artículo
para Crítica de la Argentina.