22 de Junio de 2009
La increíble maratón de Scioli
para apuntalar al oficialismo
Hace
miniactos, entrega subsidios y pasa medio día en el aire;
ayer hizo 1900 kilómetros
![](http://www.lanacion.com.ar/anexos/fotos/31/1014731.jpg)
Scioli
inauguró ayer una pista de atletismo con Vilas y Curuchet Foto:
Prensa Gobernación
Daniel Scioli apuraba a la comitiva para llegar a tiempo.
Eran las 9, había terminado de correr en la cinta y ya lo
esperaban en San Fernando para inaugurar un jardín de
infantes y entregar escrituras. No podía perder tiempo: una
hora después tenía que estar en San Martín con
Guillermo
Vilas y el ciclista Juan Curuchet para estrenar una nueva
pista de atletismo. En el camino, entregó más escrituras y
un subsidio.
Después viajó a Ezeiza para visitar a 2200 abuelos en un
centro de deportes. Y entregó más escrituras y otro
subsidio. Cuando terminó, se tomó el avión de la gobernación
y voló a Mar del Plata para entregar viviendas. Aprovechó la
visita para reunirse con la familia de un taxista asesinado
y hacer una conferencia de prensa. Y volvió a volar. Quería
acompañar a Cristina Kirchner
en Bahía Blanca en la
inauguración de un gasoducto y de un aeropuerto.
Cuando la Presidenta se fue, el gobernador siguió con el
tour. Voló a Tornquist. Pero la visita duró poco: estaba
apurado porque, a las 22, tenía que volver a Bahía Blanca
para cenar con un grupo de empresarios locales.
Scioli ya no pierde un minuto en La Plata. Obsesionado
por sumar adhesiones y votos, viaja a cuanto lugar pueda,
todas las veces que sea necesario, aunque sus visitas sean
insólitas o duren lo que un suspiro. Ayer hizo 1900
kilómetros en medio día. Siempre con cámaras cerca, entregó
subsidios, inauguró pequeñas obras, improvisó reuniones y
presionó a los intendentes hablando bien del "modelo".
"No hay mejor campaña que la gestión", justificaba anoche
en la gobernación uno de sus colaboradores, mientras
punteaba con notoria dificultad la agenda de hoy. Decía
tener sus razones: "¡Es que siempre se suman más distritos a
último momento!".
La "gestión" en cada lugar, sin embargo, parece que será
breve. Hoy, a las 10.45, Scioli entregará escrituras y hará
una caminata en Lomas de Zamora. Una hora después, entregará
más escrituras en La Matanza. A las 12.30, recorrerá obras
en Monte Chingolo y, otra vez, entregará escrituras. Un rato
después, viajará a Avellaneda. ¿Para qué? Para entregar
escrituras. Por la tarde, volverá a Ezeiza para participar
de un acto con la Presidenta. Por la noche, verá cómo se
transmiten en simultáneo obras desde el Teatro Argentino de
La Plata para todo el interior bonaerense. Y cerrará su día
proselitista en el programa de televisión TVR .
Hace semanas que repite esa rutina. Se levanta a las 6,
desayuna, lee los diarios y escucha algunos programas de
radio. A las 8, sube a la cinta de correr, mientras habla
por teléfono o escucha a sus ministros. A las 9, se prepara
para volar.
La obsesión
En la intimidad de Olivos,
Néstor Kirchner alienta la
obsesión. Cree que la buena imagen del gobernador puede ser
clave en una elección reñida con
Francisco de Narváez.
El gobernador también lo sabe. Por eso, la última semana
seguirá de gira, según adelantaron fuentes oficiales. No
descansará hasta el cierre de la campaña. Incluso, quiere
acompañar en todos los actos a Cristina Kirchner,
que
concentraría su actividad en la provincia de Buenos Aires,
el territorio donde el Gobierno definirá si sigue viva la
llama de su poderío.
"Scioli no se puede quedar quieto", justificaba ayer una
fuente cercana al gobernador. Pero sabía ya que deberán ser
cuidadosos: la compulsión por el movimiento podría causarle
problemas legales. El código nacional electoral prohíbe,
para la última semana de campaña, los actos oficiales que
"puedan promover la captación del sufragio a favor de
cualquiera de los candidatos".
Mañana faltarán siete días para las elecciones. Anoche,
los colaboradores de Scioli evaluaban cómo presentar las
apariciones públicas en estos días. Algo era seguro: "El
gobernador hará todo lo que pueda hacer. Ya se verá cómo".
Juan Pablo Morales,
reproducción textual de su columna para La Nación.