AVANCE DE “CONSTRUCTORA”
BONAFINI/SCHOKLENDER

SOBRE LA VILLA  31 QUE 
AVALA DARLE TANTA PLATA?

SE VA A HACER CON O SIN MACRI!
CFK AVANZA SOBRE LA CIUDAD!!

15 de Agosto de 2009 

Bonafini presiona para urbanizar la villa 31 y sumar un suculento botín

Para reconvertir esas 15 hectáreas en un barrio integrado a la Ciudad, se necesitan tender calles y construir unas 9 mil viviendas, para lo cual se calcula una inversión de $1200 millones

Según Sergio Schoklender, apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, la urbanización de esas villas "se van a hacer con Mauricio o sin él, Cristina ya nos dio el aval para avanzar con las obras".
Por su parte, los 
funcionarios del gobierno porteño están nerviosos, ya que saben que esta avanzada kirchnerista a través de la fundación Madres, es el comienzo de un plan que busca dar un golpe de efecto.

Urbanizar la Villa 31 y la 1.11.14, la más peligrosa de la Ciudad, implicará una inversión de unos 1200 millones de pesos ya que es necesario construir unas 9 mil viviendas para que pueda ser integrado a la Ciudad. 
"
La Presidente se junta seguido con nosotros y nos ratificó que no se va a paralizar ninguna obra de la Fundación", advirtió Schoklender.
Sin embargo, no todo está dicho, ya que 
sin la firma y la intención política de Macri, Hebe de Bonafini no podrá mover un sólo ladrillo.
De todas formas, algunos sectores del macrismo aseguran que 
hay un ánimo conciliador y no desestiman trabajar en conjunto con Schoklender

Los funcionarios del Gobierno porteño que tienen contacto directo con las villas porteñas están nerviosos. Literalmente. Porque saben que durante la cocina electoral del último sufragio se diseminó dentro de los barrios más pobres de la Ciudad, un considerable ejército de punteros K para repartir planes sociales y profundizar la presencia del Gobierno nacional, allí donde el clientelismo golpea más fuerte.

Ahora, la avanzada kirchnerista comienza a articular un plan para dar el gran golpe de efecto: urbanizar la Villa 31 y la 1.11.14 (la más conflictiva y la más peligrosa de la Ciudad) a través de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

“La urbanización de esas villas se van a hacer con Mauricio o sin él, Cristina ya nos dio el aval para avanzar con las obras”, amenaza Sergio Schoklender, apoderado de la Madres, recién llegado de una recorrida por los obradores de las viviendas que construye la Fundación en Santiago del Estero, Chaco y Misiones.

Pero el Gobierno local también tiene un As bajo la manga. Por una cuestión jurisdiccional, los planos de toda construcción que se encare en el ámbito porteño deben ser aprobados por la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (DGFOC). En otras palabras: sin la firma y la intención política de Macri, Hebe de Bonafini no puede tocar un ladrillo. Sobre todo porque en las altas esferas del Poder Ejecutivo porteño saben que las Madres cobraron por adelantado millones de pesos por obras en varias villas que casi no avanzan. Para ellos, madres es mala palabra.

Pero en algunos sectores del macrismo parece haber un ánimo un poco más conciliador. El ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo –uno de los responsables de armar políticas de urbanización en la Ciudad– no desestimó trabajar en conjunto con Schoklender. “La única solución para resolver el problema de la Villa 31 es armar un acuerdo entre la Nación y la Ciudad porque las tierras son de ellos y los permisos de obra los damos nosotros”, sorprendió y confirmó: “Tenemos la intención de hacer un proyecto conjunto a 10 años”.

El debate. Para urbanizar una villa como la 31 es necesario tender calles, hacer obras de infraestructura (cloacas, luz, gas) y construir unas 9 mil viviendas. El Gobierno estima que con 1200 millones de pesos es posible reconvertir esas 15 hectáreas, en un barrio integrado a la Ciudad.

“Ellos tuvieron dos años de gestión y no hicieron nada con las villas”, se queja el apoderado de las Madres que jura tener un plan técnico para edificar unas cinco mil casas en la 31, incluso, con mejor calidad que las 430 viviendas que construye su Fundación en el barrio de los Piletones, en Villa Soldati.

Además planea hacer unas 700 más en la 1.11.14, una de las villas más peligrosas de la ciudad, donde los narcos son los que mandan. “¿Cómo se le ocurre a las Madres que pueden hacer cinco mil casas si en 4 años no pudieron terminar 300 en Piletones?”, se pregunta uno de los funcionarios PRO con más injerencia en las villas. ¿Quien ganará la pulseada?

sistema comunitario

A la hora de defender el proyecto de construcción de las Madres, lo primero que destaca Sergio Schoklender, apoderado de la Fundación, es que se trata de un sistema comunitario donde además de edificar las viviendas, se capacita a los propios vecinos del lugar para que armen las casas con sus propios manos sin tener experiencia previa. “Muchos eran drogadictos, tenían antecedentes penales, son discapacitados o vivían de un plan social y nosotros les dimos trabajo digno y en blanco”, repite siempre quien además maneja una caja millonaria para las obras (en 2008 el IVC manejó $ 480 millones).

La base de las construcciones de las Madres es el Emmedue, un sistema italiano de paneles ignífugos, livianos y resistentes que se montan con rapidez y producen un ahorro en los costos de un 30%. Una tecnología similar se usó en Puerto Madero, en una decena de hoteles de El Calafate y en varias casas del Nordelta. Aunque para los expertos del Gobierno porteño las casas “son bastante berretas”.

Cómo son los dos asentamientos insignia

*En las 15 hectáreas de la Villa 31 viven 26.270 personas, de los cuales la mitad son extranjeros, según el último censo realizado por la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno porteño a fines de marzo de este año. Pero varias ONG y estimaciones de los propios delegados de la villa aseveran que en realidad son más de 45 mil.

*La 1.11.14, en el Bajo Flores, es una de las más grande de la Ciudad: alberga a unas 55 mil personas pero algunas estimaciones suman casi 70 mil personas. Según varias denuncias de ONG y hasta de datos que maneja el Gobierno, allí es donde se concentra la mayor cantidad de talleres clandestinos de la Ciudad.

*Después de la crisis de 2001 y con el fin de las tierras por ocupar, la única salida para los vecinos de la 31 fue edificar en alto. Desde hace una década el crecimiento no para y ha hay construcciones de más de cinco pisos. Muchas de ellas son usufructuadas como hoteles: se alquilan piezas a extranjeros temporalmente por no menos de $ 400 o se venden por unos US$ 15 mil.

*En la villa del Bajo Flores conviven las 4x4 polarizadas con la pobreza más extrema. Son comunes los ajustes de cuentas entre narcos que terminan en masacres públicas. Hay tres grandes comunidades: la peruana, la de los paraguayos, las colombianas y la de los argentinos. Es una de las más precarias: no hay ni luz ni agua corriente y se ven gran cantidad de casas con ladrillos a la vista, algo menos común en la Villa 31.

*Antes de que termine septiembre habrá elecciones en la 31 y 31 bis para que los vecinos elijan nuevos delegados porque los que están en ejercicio hoy tienen el mandato vencido. Es el primer paso para entablar una relación con los vecinos y proyectar una eventual urbanización.

*El Gobierno estudia varios proyectos propios de urbanización de la 1.11.14 que buscan combatir una de las principales cocinas de droga de la Ciudad, así como de trabajo esclavo.