15 de Enero de 2009
Agencia Lola Silberman
prensa & comunicación
presenta
Ficción
(Ficció)
La última película de
Cesc Gay,
el director
de
Krámpack
y
En la ciudad
Una
historia de amor entre un hombre y una mujer... entre dos
personas a mitad de camino.
Se proyectará en el ciclo AUTOCINE - AIRES
BUENOS AIRES'09
organizado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires
UNICA
FUNCIÓN: DOMINGO 18 DE ENERO A LAS 21:30 HS.
Todos los Sábados y Domingos a las 21.30 hs.
desde el 10 de enero y hasta el 22 de febrero,
los vecinos de Buenos Aires podrán disfrutar del autocine de
verano.
El autocine surgió como una propuesta par
recuperar la experiencia de ver cine de una forma que algunas
personas nunca vivieron o querrían volver a vivir. El Autocine
se realiza en el Rosedal, en las intersecciones de la Av.
Iraola y la Av. Infanta Isabel.
Ubicado en el centro de los bosques de Palermo,
los vecinos podrán disfrutar de la magia del cine bajo las
estrellas.
La capacidad total de autos por función es de
270 (se calcula entre 1500 y 2000 personas por función) y el
sonido se sintonizará por medio de la radio en una frecuencia
que se lo abarcará el espacio del autocine.
Aquellas personas que no posean auto podrán
acercarse y asistir a las proyecciones con walkman, o sin él,
ya que contaremos con sonido stereo independiente. De esta
manera, podrán disfrutar de las películas desde el parque, ya
sea en sillas o gradas provistas por los organizadores.
Sinopsis
Alex
es director de cine y está intentando terminar el guión de su
próxima película. Con esa excusa decide alejarse unos días de
su mujer y sus hijos e instalarse en la casa de un amigo en un
pequeño pueblo de montaña; un lugar tranquilo y solitario
ideal para su propósito. Allí conocerá a Mónica, una
violinista que se encuentra de vacaciones. Un vínculo inusual
surgirá entre ambos. Dos personas a mitad de camino entre la
realidad y sus ilusiones.
Ficha técnica
España, 2006, 107 minutos
Ficció,
35mm, Color
Director
... Cesc Gay
Producción
... Marta Esteban, Gerardo Herrero,
Alta Films, Messidor Films
Guión ...
Tomás Aragay, Cesc Gay
Fotografía
... Andreu Rebés
Escenografía ... Daniel Gimelberg
Sonido ...
Albert Gay
Música ...
Cesc Gay, Xavier Salvá
Montaje ...
Frank Gutiérrez
Elenco
Eduard
Fernández
Javier
Cámara
Montse
Germán
Carmen Pla
Ágata Roca
Biografía del Director
Cesc Gay
nació en Barcelona en 1967.
Trabajó en el EMAV (Escuela Municipal de
Audiovisuales de Barcelona) de 1987 a 1990. Después de
dirigir su primer cortometraje en 1997, titulado BAILE DE
MÁSCARAS, Gay codirige un año más tarde su largometraje debut,
HOTEL ROOM, que recibe el Premio del Jurado del Festival del
Cine Atlántico de Cádiz en 1999 y es seleccionado para la
sección Zabaltegui del Festival de Cine de San Sebastián.
En 1994 realizó KRAKERS, documental para
televisión, y ALDOUS, espectáculo multimedia, premio de la
Biennal d'Art de Barcelona.
Su primera película en solitario fue KRÁMPACK
(2000) una historia iniciática, donde lo primero que llama la
atención, además del título misterioso, son algunos temas y
formas rohmerianas en los que se asienta el film.
Con su siguiente producción, EN LA CIUDAD
(2003), el espectador se ve impulsado a contemplar, bajo el
prisma único, inequívoco, que impone el joven realizador
catalán, las vidas entrelazadas de unos treintañeros que
ocultan más de lo que muestran. La película fue nominada a
varios premios Goya.
FICCIÓN
(2006) es su cuarto
largometraje.
Con éstas películas, Gay se ha convertido en un
director de referencia, especialmente por el mundo tan
particular que crea a través de sus guiones y de cómo los
desarrolla cuando se pone detrás de la cámara.
Filmografía
del director
FICCIÓN (2006)
EN LA CIUDAD (2003)
KRÁMPAK (2000)
HOTEL ROOM (1998)
Notas del
director
"FICCIÓN
es ante todo una historia de amor. Una historia sin argumento
entre un hombre y una mujer a punto de entrar en los 40, entre
dos personas a mitad de camino.
FICCIÓN,
es también la historia de un director de cine en busca de su
siguiente película. Y de cómo esta búsqueda le sirve para
entenderse mejor, para situarse en el mundo, y para encontrar
la película que ahora quiere filmar, una comedia intimista.
Una pequeña aventura que transcurre en medio de las montañas,
de los lagos, en pueblos pequeños y de una vida opuesta a la
de las grandes ciudades, al final de un verano y durante diez
días.
FICCIÓN
la he imaginado como una pausa en la vida de una persona. Diez
días donde la vida de Alex parece detenerse y alejarse de él.
Quedarse atrás para así contemplarla mientras camina, junto a
un amor inesperado, que sin avisar ha llegado como él a estas
montañas.
Y así durante unos días,
mientras el otoño ya se acerca, vivirán una larga semana que
ninguno de los dos olvidará. Aunque no se hayan atrevido, a
pesar de la música…
FICCIÓN
es mi primera historia de amor. Después de EN LA CIUDAD, me
prometí escribir una película más alegre, más vital, más
apasionada. FICCIÓN tiene mucho de todo esto, aunque, como
siempre me sucede, no deje de ser una película triste".
Comentarios de la Crítica
Diario Página 12 / Supl. Radar
“La película se llama Ficción (Ficció, en
catalán), pero apunta —y consigue— a capturar momentos de
autenticidad total. El barcelonés Cesc Gay, director de uno de
los films más sensibles sobre la adolescencia de los últimos
tiempos (Krámpack), apuesta esta vez a un relato de un tono
todavía más intimista que el de su película anterior, En la
ciudad. Sus protagonistas son dos hombres y dos mujeres de
treinta y pico; pero el centro emocional de la historia se
encuentra sin dudas en la crisis de mediana edad —crisis
vocacional, de inspiración, de pareja, etcétera— de un
director de cine al borde de los 40 (Eduard Fernández).
El hombre, casado y con dos hijos, establece
una conexión inmediata con una de las mujeres que cenan con él
y su amigo (el siempre genial Javier Cámara, de Hable con
ella) en la casa rural a la que van a pasar unos días para
relajarse e inspirarse. Pero ésa sería, dice Gay, la parte más
trillada del asunto: “Una crisis de lo más común que
normalmente hubiera dado lugar a una película que cuente la
historia del infiel, del que vive una aventura y, en última
instancia, del que rompe la familia”. En su lugar, Gay opta
por “contar lo no vivido, lo que se reprime, lo que a menudo
ni se cuenta: pienso que eso muchas veces no significa que no
se viva con incluso mayor intensidad”. O hacer un cine de
sensaciones y estados de ánimo”.
El País / Mirito Torreiro
“Una espléndida historia de amor. Contada con
una hermosa contención, haciendo de los silencios, los gestos
mínimos, lo fugaz de una mirada su verdadera materia prima,
Ficción es una deslumbrante puesta en imágenes de uno de los
grandes temas del mejor cine de siempre, del pasar del tiempo
(el de la ficción a la que asistimos), pero también del
discurrir en la existencia de los personajes, gentes que se
acercan a los cuarenta a quienes la vida, sutil pero
intransigentemente, ha comenzado a vallar los caminos por
recorrer. Entre otras cosas, porque son los propios personajes
quienes se han prestado a ello.
Narración de unos pocos días entre un grupo de
amigos, en un idílico lugar de la Cerdaña catalana, el filme
parte de la crisis de inspiración de un cineasta (Eduard
Fernández: por mucho que se diga de su talento, cada nueva
comparecencia suya lo hace más grande, más plural, casi
inquietante) para llegar a proponer algo mucho más ambicioso,
bien que quedamente afrontado: una especie de retrato de grupo
(clase media, ocupaciones de corte intelectual) hecho con
respeto, pero sin contemplaciones, con una enorme coherencia
estética y un ritmo cualquier cosa menos facilón. De éstos
obtiene la sobrecogedora tristeza de su espléndida historia de
amor; también, su enorme, sensible belleza”.
ABC / E. Rodríguez Marchante
“La radiografía del desaliento. Cesc Gay es un
director con buena mano para modelar estados de ánimo; con
unos cuantos personajes, algo de texto y una comedida acción
conseguía en su anterior película, «En la ciudad», que
viéramos al trasluz la radiografía del aburrimiento en la
pareja (entre otras cosas), y en ésta, «Ficción», le da otra
patada a esa pelota y nos encontramos con menos personajes,
menos ciudad y menos acción para contar el negativo de dos
historias: un guión que no se hace y un romance que no llega a
cuajar (en realidad, es más un no romance que cuaja, tal y
como alguna vez ha contado WongKar-way). Se centra en un
director de cine que se bate en retirada al campo para
escribir una historia o para digerir la depresión que le
rodea, interpretado con magistral ensimismamiento por Eduard
Fernández; para que pasemos el rato, tanto él como nosotros,
los espectadores, la película coloca ahí otros tres personajes
más movidos y animados, en especial el del amigo zascandil,
Javier Cámara, que se encarga de arrojar ahí algunas virutas
de comedia; del toque naturalista se encargan ellas, Montse
Germán y
Carme Plá.
En fin, la película se va respirando poco a
poco, inhalándose, como esos preparados de mentol que aligeran
las vías respiratorias: te inundas del estado de ánimo del
cine de Cesc Gay, de la sensación de congoja absurda,
improductiva, sin causa ni argumento que te provoca la cara de
mango de paraguas de Eduard Fernández, su impotencia para
decir nada más que lo que dice a gritos con sus silencios. El
romance con la chica recién conocida es obvio, tan obvio como
las dificultades que habrá para soplar esas brasas.
«Ficción» es una película compleja que habla de
sentimientos complejos y que se resuelve de manera compleja.
Lo que ocurre es que Cesc Gay y sus personajes se acercan lo
suficiente para que toda esa complejidad esté al alcance de
cualquier mano y se entienda y posea como si fuera propia. Por
algún raro motivo, el ser humano siempre está dispuesto a
ponerse al alcance de cualquier crisis personal, y el cine de
Cesc Gay facilita ese movimiento raro, anormal, como de
caballo de ajedrez”.
El Mundo / Francisco Marinero
“El cineasta Álex trata de escribir una obra de
ficción y, para ello, se traslada a la casa en el Pirineo de
su amigo Santi, vecino de Judith, en cuya casa conoce a
Mónica. Ahí se acaba la ficción: la película parece pura
realidad gracias al estilo austero, la narración lineal de
unos pocos días, los breves e intrascendentes diálogos
intercalados entre silencios y los personajes. Gay se arriesga
a que los mínimos materiales con que construye su ficción
desconcierten inicialmente al espectador, pero el interés va
progresando hasta convertirse en una emoción profunda y
melancólica. La descripción de los estados de ánimo es
perfecta desde que Alex (Eduard Fernández, memorable) llega a
la casa vacía: es la imagen de un desasosiego que no se
reconoce y de una frustración que, más allá de la falta de
inspiración, se extiende —sin drama pero, a su edad, también
sin esperanza— a su vida en general. Y, como le ocurre a
Mónica (Montse Germán, igualmente espléndida), la posibilidad
de compensar esta frustración, siquiera fugazmente, parece
condenada a frustrarse por obra de las circunstancias y de
ellos mismos.
El posible desconcierto inicial da paso a un
interés que progresa hasta convertirse en emoción profunda”.
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