30 de Marzo de 2009
Las
reservas alcanzan los u$s46.865 millones
Las escasas liquidaciones de los exportadores
de cereales y aceites, por el paro agropecuario que finalizó
hoy fue el principal responsable de la
baja en u$s75 M en el último día de la semana.
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También gravitaron para la
acumulación de una pérdida de u$s160
M en los últimos siete días el debilitamiento de las
principales divisas respecto del dólar, por
efecto de los malos indicadores económicos globales
publicados hoy (caída del PBI en Inglaterra del 2% anual,
caída de las órdenes industriales en la eurozona del 34,1%
anual, entre otros, registrando el euro una depreciación de
1,73%, la libra 0,93% y el oro 1,76 por ciento.
Asimismo, fuentes del mercado resaltaron
el impacto de esos movimientos sobre las monedas emergentes,
cediendo el real 2,09%, el peso mexicano 1% y el peso
chileno 0,3 por ciento.
De ahí que en el mercado local, la divisa acompañó lo
sucedido a nivel internacional, cayendo 0,57% contra el
dólar estadounidense, terminando el BCRA con una posición
vendedora al finalizar la rueda cambiaria, que explicó la
caída diaria de u$s75 millones.
Además, informantes de la autoridad monetaria
destacaron que hoy se realizó la cancelación de un préstamo
a un Organismo Internacional con compras de dólares hechas
por la Secretaría de Hacienda al Banco Central
mediante excedentes fiscales acumulados.
Mes contractivo
A sólo dos días hábiles para concluir marzo, se
observa que la posición neta de reservas monetarias
internacionales del Banco Central acusa una disminución de
u$s160 M respecto de los u$s47.025 que se habían
contabilizado al cierre de febrero.
No obstante, el trimestre mantiene todavía un
resultado positivo de u$s479 millones, habida
cuenta que a fines de diciembre se habían computado u$s46.386
millones.
Sin embargo, la mala noticia es que desde que se
desató la crisis con el campo, casualmente hace justo un
año, se verifica una caída de las reservas en u$s3.652 M,
por efecto de la contracción de las operaciones, el fracaso
de las cosechas por la sequía y la disminución de las
inversiones y, para peor el derrumbe de los precios de las
materias primas, junto a un clima de incertidumbre política
y retracción económica, que activaron la fuga de divisas.
Daniel Sticco,
Infobae.com