LAS “BROMAS” DE CHÁVEZ,
DE LOS “K” Y SUS MINISTROS:
NOS INSULTAN!!! ”GRAN CUÑADO“
LOS NECESITA EN VIVO!!!

1º de Junio de 2009

Los medios de comunicación han buscado manipular un comentario que, en tono de broma, hiciera el presidente de la República Bolivariana de Venezuela." (De la cancillería venezolana sobre la promesa de Hugo Chávez de que sólo las empresas brasileñas quedarán a salvo de las nacionalizaciones.)

Hemos descubierto la verdad. El humor domina las decisiones de la alta política, una tendencia que, como la gripe porcina, comienza a perforar las fronteras del continente. "Estamos en una fase de nacionalización de empresas en el país... menos las brasileñas", prometió en secreto Hugo Chávez a Lula, pero alguien los escuchó, reprodujo, y estalló el escándalo. Fue una broma, explicaron en Caracas. Nadie les creyó, pero, a regañadientes, la Casa Rosada dijo haber aceptado la explicación.

Las bromas se han instalado en la escena política argentina. Por lo general, las hacen desde el poder y las padecen los argentinos de a pie. Prestémosle atención a Moreno y su inflación. ¿Qué es si no el índice del Indec, al que Moyano, el mayor aliado del Gobierno, dice despreciar porque sólo confía en el que surge del ticket del supermercado? El índice de Moreno, es una broma? de mal gusto. ¿Por qué el Gobierno toma con tanto malhumor lo de Chávez, si sus funcionarios son amantes de usar el instrumento de la broma en la política vernácula? Tal vez, porque intuye que la "humorada" del líder de la revolución bolivariana no es tal, y que, básicamente, cayeron en la trampa, pero no pueden admitirlo en público.

Sin chistar, Scioli y Sergio Massa dijeron a la Justicia que estaban convencidos de su voluntad para ser candidatos a diputados, que tenían la decisión de hacer campaña para obtener el apoyo para ser elegidos y que, eventualmente, asumirán. De candidatos testimoniales pasaron a candidatos eventuales. ¡Es una broma!, exclama la oposición. ¡Es verdad!, repite el oficialismo.

No son los únicos que se confunden con el humor. Los fanáticos seguidores de Felipe Solá también lo sufren. Todavía creen en una campaña perfecta con el trío que forma con Francisco de Narváez y Mauricio Macri. Pero, de inmediato despiertan del sueño con un grito verdadero: ¡Era una broma! Jorge Rosales, en su artículo de opinión para el diario La Nación.