03 de Junio de 2009
Nuevo frente empresarial y diplomático
Después de la estatización de Chávez, Moyano
espantó inversiones chilenas
El líder de la CGT y de Camioneros bloqueó
las plantas de una papelera de capitales trasandinos. La
empresa lo denunció ante la Justicia. Su dueño, que posee la
tercera fortuna de Chile, decidió cancelar una inversión por
$ 1.300 millones en Corrientes. Diplomáticos y ejecutivos
aseguran que la relación entre ambos países pasa por su peor
momento en los últimos años. Recuerdan que el vínculo se
complicó hace dos inviernos por los cortes de gas.
La actitud de la firma chilena se inscribe en
un contexto en que las principales cámaras empresariales se
amalgaman para criticar al gobierno K.
![](http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0368/img/LA-VO.jpg)
El bloqueo. Los choferes de camiones pidieron “una suma
exorbitante” a una empresa que no tiene camiones ni
conductores propios.
Luego de la estatización de Hugo Chávez de
tres empresas del Grupo Techint, lo que provocó la creación
de un frente de empresario que comenzó a cuestionar con
fuerza la actitud del Gobierno K y sus relaciones con
Venezuela, Hugo Moyano, líder de la CGT, abrió un nuevo
frente empresarial y diplomático al auyentar inversiones
chilenas.
Fuentes privadas y diplomáticas confirmaron a
PERFIL que gracias al bloqueo que los camioneros realizaron
hace diez días a las plantas de Papelera del Plata,
perteneciente a uno de los grupos industriales más
tradicionales de Chile, las relaciones entre ese país y la
Argentina se encuentran en uno de sus peores momentos.
Ya sea porque la presidenta chilena, Michele
Bachelet, se encuentra de gira por Europa, o porque las
gestiones de la Embajada de Chile en Buenos Aires ante
funcionarios argentinos fueron realizadas con la mayor
discreción, el enojo de los empresarios trasandinos no
trascendió.
Pero las fuentes coincidieron en afirmar que
el principal accionista de Papelera del Plata, Bernardo Batte,
dueño de la tercera fortuna de Chile, valorada en US$
3 mil millones, terminó por decidirse a no realizar una
inversión de $ 1.300 millones en Corrientes, que ya había
sido pospuesta a fines del año pasado, cuando observó que el
Gobierno argentino “no tuvo una actitud decidida para cerrar
el conflicto de Botnia”, aseguraron las fuentes.
Los empresarios chilenos siguieron de cerca
el conflicto desatado por los camioneros de Hugo Moyano y su
hijo Pablo en las sedes de Papelera del Plata, desde el 7 de
mayo, cuando la empresa “se negó a abonar una cifra
exorbitante de dinero a la entidad gremial, en razón de no
existir justificación alguna para ello”.
El 8 de mayo, la compañía presentó diversas
denuncias penales y comunicó la situación a varios
funcionarios, entre ellos los ministros de Justicia, Trabajo
y Producción –Aníbal Fernández, Carlos Tomada y Débora
Giorgi, respectivamente–, y el gobernador de San Luis,
Alberto Rodríguez Saá, pero fuentes del mercado aseguran que
no tuvieron respuestas, más allá de la actuación de la
viceministra de Trabajo, Noemí Rial, que intentó poner paños
fríos a los camioneros que bloquearon las plantas de la
empresa en las localidades bonaerenses de Wilde y Zárate y
en la puntana Maschel durante varios días.
“Esta debe ser la única empresa que denunció
a la Justicia los métodos de Moyano”, recalcó una fuente.
Papelera del Plata no sólo se distingue por
ello. Fue una de las primeras grandes empresas chilenas en
cruzar la Cordillera en los albores de los 90, lo que la
convirtió en un buque insignia al que siguieron
Cencosud,
dueña de las cadenas Jumbo y Easy; Falabella,
y un nutrido
grupo de inversores en minería, vitivinicultura y alimentos.
Papelera del Plata es de la chilena Compañía Manufacturera
de Papeles y Cartones (CMPC).
“Lo que le pasa a una empresa de CMPC es analizado por el
resto de los inversores”, coincidieron las fuentes, que
recordaron que las relaciones entre Chile y la Argentina
comenzaron a complicarse hace dos inviernos, con los cortes
de suministro de gas a ese país, producto de la crisis
energética argentina, que suspendió las exportaciones del
fluido y complicó el suministro energético de las empresas
chilenas, que presentaron quejas formales, tanto que el tema
fue tratado por las propias Bachelet y Cristina.
A las corridas de Moyano también se suman las
declaraciones del embajador argentino en Perú, Darío
Alessandro, que hace dos semanas dijo que ese país tiene
razón en su reclamo a Chile por la jurisdicción de la
plataforma marítima.
La actitud de confrontación de Papelera del
Plata ante el pedido de Moyano se inscribió en el contexto
en que los empresarios argentinos comenzaron a “soltarse”,
como definió un ejecutivo.
Más allá de que el lobby de Techint comenzó a
funcionar a pleno y unió a las cámaras empresariales de
mayor importancia, para rechazar la estatización de sus
empresas en Venezuela y solicitar la intervención del
Gobierno argentino en el asunto –cosa que un año antes no
pudo hacer, cuando el militar bolivariano nacionalizó Sidor,
su principal activo en esas tierras–, los empresarios
argentinos parecen decidirse a buscar aliados en la política
y hasta en “movimientos sociales”. La movida se observará en
las próximas semanas, aseguraron empresarios.
Rodolfo Barros, en su nota para el diario
Perfil.