PLATAFORMA ELECTORAL
FRENTE PARA LA VICTORIA
El Estado:
Arbitro de las relaciones sociales.
• Reforma
del Estado con
redefinición de roles y funciones efectivamente cumplidas
por el Estado Nacional y por los de responsabilidad
provincial, evitando la duplicidad funcional y de recursos.
• Democracia
de base municipal y federalismo con contenido regional.
Municipalización de políticas públicas. Descentralización en
el órgano de la democracia más próximo al ciudadano. Avance
en la regionalización mediante acuerdos interprovinciales e
intermunicipales que fortalezcan las identidades culturales
y dinamicen las economías regionales.
• Recreación
de la seguridad jurídica. Remoción de los
integrantes de la Corte Suprema de Justicia por los
mecanismos previstos en la Constitución. Reformulación del
Consejo de la Magistratura y creación de la Escuela
Judicialpara mejorar la selección y formación de jueces.
• Lucha
frontal y total contra la corrupción y el delito.
Aplicación estricta de la ley y agilización de los
procedimientos penales. Reforma del régimen de seguridad
interior para perfeccionar e integrar el trabajo de las
distintas jurisdicciones.
• Protección
de usuarios y consumidores. Aplicación estricta de
la ley de Defensa de la Competencia y vigencia de
reguladores y regulaciones transparentes en el marco de las
prestaciones de los servicios públicos.
• Tarifa
social que
asegure los servicios básicos (luz, gas y agua).
La Política:
Sistema de decisión e instrumento del cambio social.
• Elección populardesde cero de
todos los cargos electivos. Realización de una
Consulta Popular a los efectos de la caducidad de los
mandatos.
• Profunda reforma electoral que establezca
elecciones primarias obligatorias, eliminación de
las listas sábanas, institución del sistema electivo
uninominal por circunscripción. Sistema de transparencia
definitivo para el
financiamiento de los partidos políticos.
La Economía:
Herramienta para definir un proyecto de país.
• Reconstrucción de la pirámide fiscal. No
hay Nación posible sin un Estado que recaude con eficacia.
Reformulación del sistema impositivo en función de la
capacidad contributiva, cambiando la legislación vigente y
haciendo de la Progresividad el eje del nuevo modelo. Hacer
del impuesto directo el principal aporte al recurso
tributario nacional. Simplificación tributaria. Nuevo
derecho penal tributario en el cual se castigue duramente la
evasión. Fuero Penal Tributario.
• Plan neokeynesiano de
obra pública que genere un fuerte e inmediato
aumento en los niveles de empleo y producción con eje en la
construcción de viviendas, redes de agua potable y caminos.
• Solvencia
fiscal para el desarrollo de estos proyectos eliminando
como política el endeudamiento irresponsable.
• Programa
de exportaciones y producción nacional con incentivos
impositivos y financieros. Se realizarán obras de
infraestructura que redefinan el perfil productivo del país
a través del desarrollo de la industria agroalimentaria, el
turismo, la energía, la minería, la industria del software y
las nuevas tecnologías, como principales motores. Estímulo
para la reapertura de fábricas, la cooperativización y la
micro empresa.
• Defensa
del trabajo argentino. Políticas
diferenciadas para pequeñas y medianas empresas (pymes)
nacionales que generen, en forma efectiva y verificable,
nuevos empleos. Reorientación de la banca pública y
fortalecimiento de los controles paracombatir el contrabando
la evasión y el dumping, a través de una nueva Aduana y una
nuevas Dirección General Impositiva (D.G.I.).
• Moneda y Bancos. Construcción de un
sistema financiero sano. Reforma del Banco Central,
garantizando su independencia para que ponga la moneda al
servicio de una política de desarrollo con estabilidad.
Asistencia del Banco Central a los bancos sólo para nuevos
créditos a la producción. Diseño del marco institucional
para que los bancos acuerden con sus ahorristas el modo de
reintegro de sus depósitos.
La Sociedad:
Objeto final del Estado, la Política y la Economía.
• Estrategia de defensa alimentaria, laboral,
educativa, sanitaria y de seguridad. Reestructuración
del programa Jefas y jefes de hogar hacia un mecanismo de
inserción laboral de los beneficiarios en el sector
productivo y utilización de las redes sociales
(organizaciones no gubernamentales, iglesias y Fuerzas
Armadas) en un Plan Alimentario directo para asegurar la
comida en cada hogar argentino.
• Reforma
del sistema de salud con eje central en el hospital público,
constituyendo el mismo el piso mínimo y la garantía de la
prestación. Políticas sociales profesionalizadas,
transparentes y sin ninguna clase de clientelismo político.
• Compromiso
educativo con un mínimo de 220 días de clase efectivos para
los alumnos de todo el país. Expansión de becas
educativas para reducir la deserción y la repitencia. Nuevo
sistema de formación docente. Reformulación del proyecto
educativo en todos sus niveles y del sistema de ciencia y
técnica para recuperar excelencia y garantizar idoneidad,
con el objeto de ponerlo al servicio de toda la comunidad.
• Estímulo al desarrollo de la cultura. Intangibilidad
de los fondos para el desarrollo de las artes. Nueva ley de
radiodifusión. Protección de las industrias de bienes
culturales. Política de convenios entre el Estado, los
medios de comunicación y editoriales nacionales para la
producción y distribución de libros para que los jóvenes
argentinos vuelvan a leer y a estudiar.
El mundo: nuestro
lugar.
• Inserción en el mundo. Relaciones
con la comunidad internacional desde el proyecto regional
MERCOSUR, sin perjuicio de la bilateralidad y la
multilateralidad cuando esté por delante el interés
nacional. Vinculación seria y sustentable con los organismos
internacionales de crédito mediante el cumplimiento de
nuestras obligaciones financieras a través del ingreso de
reservas genuinas por el crecimiento de la economía nacional
y de nuestras exportaciones. La negociación con dichos
organismos deberá ser digna y responsable para obtener la
óptima reprogramación de nuestra deuda, en términos de
quitas y plazos.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
DEL
FRENTE PARA LA
VICTORIA
· Argentina,
convicción y capacidad para construir un nuevo país
La crisis ha sido el rostro de nuestro país durante las
ultimas décadas. Crisis económica, social, institucional,
política y cultural. Sin reglas de juego claras y justas en
lo económico y en lo social, donde lo único permanente es el
beneficio creciente de los sectores mas concentrados de la
economía. La profundización hasta limites intolerables de la
brecha entre pobres y ricos y su consecuencia: La exclusión
social, nos obliga a dirigir una mirada critica a quienes en
el sistema democrático tenemos la responsabilidad en la
dirección de los destinos de la Nación: los partidos
políticos.
La falta de capacidad en la administración de la cosa
publica implosionó el Estado y desquició la economía, y la
adopción de modelos que – bajo la pátina de la modernización
– cristalizaron el proceso iniciado en 1976.
Endeudamiento externo, desmantelamiento del sector
productivo nacional, financierización del capital, a lo que
se le sumo como dato inédito la venta del patrimonio
nacional y desapoderamiento (perdida) de resortes
estratégicos de la economía. Todo ello en una situación de
corrupción estructural y decadencia cultural que fragmentó a
la sociedad.
Individualismo, irresponsabilidad social y falta de
solidaridad son los signos de la época. Se desarticula así,
la ligazón entre política y ciudadanía, relación
imprescindible en los procesos de construcción de cambios y
de progreso popular en democracia.
Hoy al promediar la ultima década los argentinos nos
enfrentamos con los mismos problemas del siglo pasado:
desocupación, hambre, miseria y marginalidad de abaten sobre
la sociedad como herencia? (consecuencia) trágica de los
noventa. Los partidos políticos sumidos en discusiones
estériles y decadentes y eternas internas, son visualizados
desde la ciudadanía como incapaces de generar un proyecto
cultural y político de producción y trabajo argentinos cuyo
diseño y ejecución constituye, sin lugar a dudas, la deuda
pendiente de la democracia.
En este marco conceptual resulta inexcusable hacerse cargo
desde la política de la necesidad vital de abordar un
proceso de renovación, que dejando atrás un pasado que la
mayoría de los argentinos quiere superar, permita la
construcción de un nuevo espacio de gestión política e
institucional en la Republica Argentina.
Recreación de ideas y conceptos, reformulación de métodos e
instrumentos, renovación de la dirigencia y recambio
generacional, constituyen los ejes básicos de un proceso
fundacional de la política y las instituciones.
Recreación de ideas y conceptos que tiene que ver con la obligación
de repensar el país en
función del presente, del futuro y del mundo que nos
circunda sin renegar de nuestra historia y sin perder de
vista los objetivos nacionales, pero con la convicción de
que las ideas sin actualizar dejan de ser tales y se
convierten en dogmas.
Reformulación de instrumentos y métodos porque
la actualización de ideas y conceptos requiere imaginar y
diseñar nuevas herramientas que conciban la gestión del
Estado como la administración estratégica del potencial
nacional. Se torna imprescindible superar la antinomia
Estado o Mercado que ha llevado al país -en forma maniquea-
de un extremo al otro, sin advertir la interrelación
estructural y funcional de ambos que desde una perspectiva
nacional, popular y racional son la clave del desarrollo
argentino.
Actualización de ideas, recreación de
conceptos, diseños de nuevos instrumentos. Imaginar y llevar
adelante la construcción de un nuevo país exige que las
instituciones políticas renueven sus dirigencias y den
respuesta a la natural necesidad de relevo generacional.
Capacidad de gestión y de administración de la cosa
pública –Entendidas
como una mejor calidad de vida de la gente- deben ser los
rasgos distintivos de una nueva dirigencia. La incapacidad
de los gobiernos nunca la pagan los políticos, sólo la
sufren los ciudadanos. Sin embargo resulta insoslayable
señalar que en democracia la responsabilidad de las
instituciones políticas en la resolución de la crisis no es
menos importante que la responsabilidad social a la hora de
decidir quienes deben conducir el país. Ejercicio de memoria
colectiva y decisión ciudadana son requisitos fundacionales
para la construcción de un proyecto nacional.
En síntesis, imaginar
y construir un nuevo país requiere
convicción y capacidad para unir los pedazos de una sociedad
fragmentada y la voluntad de hacerlo, no desde un solo
partido político, sino desde la conformación de un
gran frente nacionalque nos devuelva convertida en
Nación a una Argentina que no puede esperar más.
Frenteparalavictoria.org