29 de Junio de 2009
Varios mandatarios han reformado
la Constitución para seguir en el poder
A pesar del golpe de ayer en Honduras,
América Latina, con los riesgos que conlleva generalizar
sobre 21 países, vive su mejor periodo democrático de las
últimas tres décadas. Sus presidentes, sin embargo, han
adquirido una costumbre inquietante: cambiar las reglas del
juego en mitad del partido para permanecer en el poder. La
patología no sigue un patrón ideológico concreto: no importa
que el viento sople por la izquierda, como en Venezuela; por
la derecha, como en Colombia, o que dé bandazos, de un lado
a otro, como en Honduras.
![](http://www.elpais.com/fotos/personas/ign/3/151_325.jpg)
Hugo Chávez
A FONDO
Nacimiento: 28-07-1954
Lugar: Sabaneta
![](http://www.elpais.com/fotos/personas/ign/5/151_502.jpg)
Álvaro Uribe Vélez
A FONDO
Nacimiento: 04-07-1952
Lugar: Medellín
![](http://www.elpais.com/fotos/personas/ign/64/151_6408.jpg)
Manuel Zelaya
A FONDO
Nacimiento: 1953
Lugar: Honduras
Manuel Zelaya
ha protagonizado la última intentona. Pero no es el único.
Hoy sigue sin estar claro si
el presidente colombiano, Álvaro Uribe,
se volverá a presentar para lograr un tercer mandato, a
pesar de que recientemente reconociese que es
"inconveniente".
Carlos Menem fue el primero que saboreó las mieles del
poder y quiso disfrutarlas una y otra vez. Ha sido el
único presidente argentino que ha ocupado el cargo 10 años
seguidos (1989-1999), después de conseguir un cambio de la
Constitución en 1994. Incluso intentó forzar un tercer
mandato, una especie de re-reelección.
Cuando un periodista argentino le preguntó al entonces mandatario brasileño,
Fernando Henrique Cardoso, por las aspiraciones de
Menem,
respondió: "¡Pero tres mandatos es una monarquía!". Para
entonces, Cardoso también había impulsado una reforma que le
permitió establecer un segundo mandato, algo que no estaba
permitido en Brasil.
Alberto Fujimori, en Perú; Hugo Chávez, en Venezuela; Daniel
Ortega, en Nicaragua...
La lista de los mandatarios latinoamericanos que lo han
conseguido o lo intentan se expande de norte a sur de la
región. En la mayoría de casos, el carisma y la popularidad
adquiridos en su primer mandato, les inyectan unas ansias de
permanecer en el poder que muchos consideran irresponsables.
El futuro secretario de Estado adjunto para
América Latina del Gobierno de Estados Unidos, Arturo
Valenzuela, en una reciente conferencia en Madrid, antes de
ser nombrado, aseguró, sin referirse a ningún país concreto,
que "una mayoría pasajera no puede cambiar las reglas del
juego". "La democracia no es el Gobierno de la, por la o
para la mayoría del pueblo, sino del pueblo por el pueblo y
para el pueblo". Sobre un posible patrón a seguir,
Valenzuela se mostró tajante: "Reelijamos el presidente una
sola vez. Que haya una reelección y que se vayan para
siempre".
Aún así, más allá de si es bueno o malo que los presidentes
se perpetúen en el poder, los expertos opinan que hay que
parar esas ansias reeleccionistas. "Las
instituciones y las normas no son chicles que se pueden
estirar hasta el infinito", opinaba
Carlos Malamud,
investigador del Real Instituto Elcano, en un artículo
publicado la pasada semana en
el portal Infolatam.
Javier Lafuente, para El Pais, de España.