30 de Julio de 2009
Pasaron 5 meses desde que un alud
arrasó la ciudad y todavía hay
vecinos en carpas.
Retratos de una comunidad devastada.
El 9 de febrero pasado un alud arrasó la localidad salteña
de Tartagal destruyendo casas, autos, caminos y un puente.
La Presidenta Cristina Fernández
no dudó en viajar para embarrarse los zapatos y anunciar
obras por159 millones de pesos. Junto con
el ministro de Planificación, Julio De Vido,
prometieron la construcción de 627 nuevas viviendas y el
mejoramiento de 800 casas con daños parciales. Además, se
comprometieron a entregar otras 495 viviendas a comunidades
aborígenes y rurales. Cinco meses después, se construyeron
sólo 10 y se refaccionaron 300.
![](socexclusivas284_archivos/cristina.jpg)
A raíz del escándalo publicado por Perfil.com por los más de
200 mil pesos que desaparecieron y salpican al Intendente
Sergio Leavy,
los vecinos denuncian irregularidades y
desidia de parte de las autoridades: que las donaciones se
entregaron en un marco de desprolijidad y desigualdad entre
los damnificados; que el dinero destinado a las familias que
debían refaccionar parte de sus casas no se condice con los
arreglos que finalmente se hicieron; que no se sabe donde
está la plata; que al día de hoy hay familias que siguen
durmiendo en carpas a la vera del río; que otras fueron
reubicadas en un barrio nuevo que cuando llueve se inunda y
sus accesos quedan denegados; que aún no han sacado todo el
lodo; que la tragedia puede volver a repetirse.
Vivir en Tartagal. El presupuesto para refacciones va de
24.600 a 30.000 pesos según los daños. Eso le dijeron a
Ana María Rojas, vecina del barrio Santa María,
cuando le asignaron un contratista para que le arregle lo
que el alud le había destrozado. “Vinieron un día y me
hicieron dos medianeras. Cuando les dije que faltaba el
techo y el desagüe me contestaron que el dinero ya no
alcanzaba”.
Como las cuentas no le cerraban, Ana María decidió hacer un
presupuesto con un albañil particular: “Según este
presupuesto, el monto de mano de obra y materiales sería de
un total de 10.100 pesos, entonces, ¿dónde está el resto?”.
Ana María no tiene la respuesta. La municipalidad, tampoco:
“no sabemos lo que hace el contratista con la plata”,
contestaron quienes deberían controlar el destino y la
aplicación de esos fondos.
Indignada, Rojas decidió denunciar su situación en los
medios locales. La noticia enfureció al contratista que
estaba a cargo de su casa: al otro día, mandó ocho personas
que se treparon a su techo y se lo reventaron a mazazos.
“Por venganza, mi casa quedó desecha. Estamos viviendo 5
personas en una pieza de 5x4. Si llega a llover, vuelvo a
perder todas mis cosas”.
Martín López
tiene 35 años, vive con su mujer, su suegra y sus tres
hijos. A él le construyeron una pieza y un baño. “Somos seis
personas amontonadas en una sola habitación. Perdimos todo:
se arruinaron los electrodomésticos, la heladera y el
lavarropas”. Según cuenta, luego del alud le hicieron
entrega de algunas cosas: tres sillas sin mesa, una cama sin
colchón y una cucheta para los chicos. Nada más: “Cuando
llegó nuestro turno, nos dijeron que no quedaban heladeras”,
cuenta.
A
Marina Huanca,
de 33 años, el alud le destruyó su negocio. “Perdí toda la
mercadería del local y en mi casa están haciendo
refacciones pero no hay nadie que controle la obra. Estamos
remando y saliendo a flote solos”.
Obras inconclusas. De las 627 nuevas viviendas que prometió
Cristina Fernández en febrero, se construyeron sólo 10 que
serán entregadas el próximo mes. De los 800 mejoramientos de
vivienda, se terminaron 150 y otras 150 están en ejecución.
De las 500 que faltan nadie sabe nada.
Según informó a Perfil.com
la coordinadora ejecutiva del
Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Graciela Pinal,
las 10 unidades nuevas "se pudieron construir porque no
tenían problemas en la localización, así que se hicieron en
terrenos propios".
¿Qué pasó con el resto? Los funcionarios consultados por
este diario respondieron de manera vaga e imprecisa. Según
el Secretario de Obras Públicas Municipal, Antonio Hoyos,
"todavía no se construyeron porque se están haciendo los
trámites. No debe faltar mucho, lo que pasa es que no es
fácil conseguir el terreno".
Por su parte,
el arquitecto Rubén Hamada, coordinador de la
Unidad Ejecutora de Programas Descentralizados del IPV,
nombrado coordinador de las viviendas afectadas por el alud,
repitió que "hay problemas de terreno".
De las 500 viviendas que faltarían reconstruir, la Directora
de Servicios Públicos de la Municipalidad de Tartagal, María
Helena Guayán,
aseguró no estar al tanto: "No tenemos
conocimiento de lo que se ha firmado a nivel Nacional". El
Ministerio de Planificación Federal no respondió a los
llamados de
Perfil.com.
Nota de la Redacción:
"Jamás hemos prometido algo que no hemos cumplido", 26 de
junio del 2009, la Presidenta inaugurando una fábrica en La
Rioja. Claro, en pleno período electoral. Parece que esta
realidad, como tantísimas otras, desmiente claramente sus
palabras antes expresadas.
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