COMO NOS PUEDEN LLEVAR
CON TOTAL, IMPUNIDAD

25 de Agosto de 2008

Risas, risas.

Una fiesta de inauguración. El bar que hace unos años estaba al otro lado de la vía reabrió ahora con su estilo mestizo, entre paredes coloridas y una decoración artesanal que agrada muchísimo.
Se vivía un clima alegre y relajado, al son de Jamaica. Todos  estábamos contentos porque esperamos ansiosos esta apertura.
Las chicas reíamos, charlábamos, bailábamos, nos conocíamos.

Había una chica que quiero contarles.

Su tonada era legiblemente del interior, al comienzo de la noche.

Sin embargo, con el pasar de las horas poco se le entendía lo que hablaba.

Tal vez esto sea por la pérdida marginal de lucidez (de quien les escribe, claro).

Lo cierto es que esta chica se cayó al piso más de cinco veces y que entrada la noche “no recordaba” donde vivía ni de donde venía.

Un chico a su lado, con campera de cuero y portador de un aspecto que exigía ser respetado, no dejaba ni que ella fuera al baño.

La seguía muy de cerca cuando quería bailar con otras personas y divertirse.

Discutieron varias veces, incluso forcejearon, y en un momento ella cayó de espaldas contra las escaleras.

A la joven todo el bar la miraba.

Pero cuando una intentaba acercarla a un remis para que fuera a casa ella se negaba por completo y sólo daba el dato de que estaba con este chico "hace un montón" y que con él tenía que volverse.

Vale aclarar, ese montón eran "cuatro meses… 120 días", a saber (no me pidan horas ni minutos. tampoco si era cierto ).

No quiso ni decir donde vivía.

En un momento cuando el asunto se volvía preocupante recuerdo que mi amiga intentó hacer algo que fuera definitivo, le habló con mucha seriedad pero su chico impidió de vuelta que charlaran, incluso poniendo el cuerpo, como si hubiera algo que los demás no debieran saber.

Mi amiga fue muy valiente porque seguía intentado a pesar de la presencia violenta. Todas veíamos algo raro.

El engaño a las chicas del interior y las drogas (que podrían poner a quien las consume hasta en contra de su propia madre) son una evidencia.

A veces aparecen en lo cotidiano y uno no quiere darse cuenta.

En la noche, donde todo se confunde y brota la trivialidad, hay un punto de inflexión donde la “joda” se vuelve no tan trivial y pasa a ser algo verdaderamente serio.

Este es el desafío de todo chica que sale, se divierte, baila y toma algún trago: en esos instantes de felicidad el mundo sigue girando.

A veces es necesario  parar las antenas y no dejarnos atontar. El buen disfrute tiene sus exigencias…..

 

La menos pensada