NO CAMBIAMOS NUNCA
SIEMPRE LLEGAMOS TARDE

15 de Septiembre de 2008

Siempre después

Señor Director:

"¿Por qué tuvimos los argentinos que esperar que la televisión muestre a dos personas semidesnudas y a punto de tener relaciones sexuales frente a las cámaras, para empezar a discutir la calidad de nuestra programación televisiva? Quizás es por el mismo motivo por el cual tuvimos que perder a 194 jóvenes en una discoteca antes de fijarnos en la seguridad de los lugares públicos; o llegar al récord mundial en accidentes de tránsito antes de empezar a plantear un plan vial a largo plazo. O esperar que los impuestos nos ahoguen y las estadísticas nos mientan en la cara para que prestemos atención a lo que pasa, entre gallos y medianoche, en los recintos del Poder Legislativo.

"A pesar de nuestras virtudes, debemos reconocer que como sociedad reaccionamos tarde y mal. Tenemos bajas expectativas, somos cómodos y carecemos de visión a largo plazo. Somos nosotros, cada uno de nosotros, los que debemos poner límites a lo que estamos dispuestos a tolerar. Porque una sociedad sin límites es como un chico sin límites: infeliz."
 

Carta de lectores diario La Nación del 14-09-2008
Atilio Barbeito
DNI 23.327.320