15 de Octubre de 2008
Sr. Presidente del BCRA Lic. Martín Redrado
BCRA
Asunto: emisión de
información mendaz y engañosa referida a la solvencia y
liquidez del BCRA, y el pago al Club de París.
De mi
consideración:
Nos dirigimos
a Ud. y por su intermedio a los restantes directores del BCRA
en el convencimiento que Ud. está difundiendo información
engañosa referida a la solidez y solvencia de esa institución.
Queremos advertirle también que esta conducta -mendaz y
disvaliosa- merecería de una urgente investigación judicial,
de no mediar de inmediato una debida corrección.
Nos referimos
concretamente a las afirmaciones vertidas por Ud. el 26/09/08,
que fueran amplificadas por los medios de comunicación, cuyo
texto está disponible en la página web del BCRA. En ellas Ud.
aseguró que “los actuales niveles de liquidez, de alrededor de
40% de los depósitos, son históricamente elevados. Este ratio
es robusto comparado, por ejemplo, con los niveles mantenidos
durante el período 1991-2001 (23,4% en promedio y un máximo de
29,2%). De esta manera pretende mostrar una fortaleza y
solvencia por parte del Banco Central, que lamentablemente
está muy lejos de la realidad.
En efecto, una
simple observación de la información brindada por esa
institución en la referida página web –“Panorama monetario y
financiero (serie mensual)”- pone en evidencia que esos
guarismos históricamente pueden ser correctos, pero no se
compadecen para nada con los que se registran actualmente. La
relación de la liquidez con los depósitos totales de
“alrededor de 40 %” como Ud. manifiesta, fue alcanzada en
Abril pasado, previo al conflicto con el campo. Pero en Julio
bajó a un 35 %; y habría descendido en Agosto a un 27 % si el
BCRA hubiese cumplido con el pago al Club de París ordenado
por el PEN. Al respecto cabe apuntar que en Octubre del 2001,
en vísperas del derrumbe de la convertibilidad e instalación
del corralito, ese indicador fue del 33 %.
Empero el
reproche que efectuamos a Ud. es tanto respecto las cantidades
informadas, como la calidad de la información brindada. Sabe
Ud. muy bien que referirse solamente a los depósitos, sin
tener en cuenta el dinero en manos del público, es
técnicamente incorrecto. Se trató evidentemente de usar un
truco cosmético para aprovechar el fenómeno de la
desbancarización de la sociedad argentina que se produjo como
consecuencia del corralito. Es de su pleno conocimiento que
luego de esa gran estafa, que tuvo como artífice indispensable
a la institución que Ud. dirige; por la desconfianza que
generó en el depositante argentino se redujo notablemente el
multiplicador bancario o proporción de depósitos en relación a
la moneda en manos del público. Este pasó de nueve veces en
vísperas del “corralito”, a poco más de tres veces
actualmente.
Si se
considera el índice denominado “M3” (la suma de ambos
conceptos) los indicadores en relación con la liquidez son aun
más desfavorables. La relación en Julio fue de un 28 %. Y
habría bajado en Agosto a un 21 % si se hubiese pagado al Club
de París. Mientras que en vísperas de la caída de la
convertibilidad en Octubre del 2001, ese indicador fue del 30
%. O sea que en todos los casos los indicadores actuales son
peores a los previos al derrumbe de la convertibilidad.
La cuestión no
acaba allí. Si en vez de los datos estadísticos se toman los
datos contables que figuran en el Pasivo en los balances del
BCRA (Títulos emitidos por BCRA, Obligaciones por Operaciones
a Término, y Otros Pasivos) esos indicadores empeoran
dramáticamente. La liquidez en relación a los depósitos bajó
de un 31 % en Abril, a un 20 % en Julio. Y en Agosto habría
llegado al 11 % si se hubiese efectuado el pago al Club de
París. A su vez la liquidez en relación al M3 cayó del 25 % en
Abril al 16 % en Julio. Y en Agosto se habría derrumbado a un
9 % si hubiese concretado el pago al FMI.
Sin embargo,
lamentablemente, la cuestión tampoco acaba allí; dado que esos
indicadores están elaborados en base a las Reservas
Internacionales Brutas, no a las Reservas Internacionales
Netas (entendiendo por Reservas Internacionales Netas a las
Reservas Internacionales Brutas menos las deudas
internacionales del BCRA). Si se tiene en cuenta estas, los
números empeoran aun mas, acercándose a cero. Muy lejos de 40
% del que Ud. se jacta engañosamente ante el público. De tal
manera los números dibujados por parte del BCRA, nada tienen
que envidiarle a los mentirosos números del INDEC.
Sin entrar a
analizar la calidad y consistencia de las inversiones
realizadas con las Reservas Internacionales, que ofrecen
graves dudas y reparos; ni a considerar que la mitad de ellas
ha sido apalancada mediante una peligrosísima contracción de
deuda interna a cortísimo plazo; es evidente que la existencia
de “niveles de reserva históricamente altos” como Ud. afirma,
es falso. Y es lamentable que Ud. repita el mismo sonsonete
que se nos decía a los argentinos a principios del 2001, para
encontrarnos al final de ese año sin un mísero peso o dólar en
el bolsillo.
Mas allá de
los tecnicismos, un análisis crítico y realista de los
balances del BCRA nos indica que por mínimas razones
prudenciales, máxime en las actuales circunstancias en que el
mundo está azotado por un inusitado “tsunami financiero”
internacional de imprevisibles consecuencias, el BCRA esta
absolutamente imposibilitado de efectuar el pago cash al Club
de Paris ordenado por el PEN.
También es
verificable que el pago cash al FMI a principios del 2006,
además de deteriorar seriamente los indicadores de liquidez y
solvencia de esa institución, produjo efectos que impactaron
fuertemente en la suba de la tasa de interés y por ende en la
inflación. Igual que hoy, existían entonces caminos
alternativos para evitar tanto el pago cash, como la
supervisión del FMI; basados justamente en la
corresponsabilidad del FMI en la absurda debacle argentina del
último cuarto de siglo, cuestión que incluso tiene abierta una
causa en la Justicia argentina. Muy otra sería la actual
situación de nuestra economía y sociedad, si esos recursos o
parte de ellos se hubiesen volcado reparatoriamente dentro de
nuestro país, en vez de haberlos derramado inútilmente afuera.
En
consecuencia, en nuestro carácter de ciudadanos argentinos
profundamente interesados en la cosa pública, y tenedores
-como millones de argentinos- de la moneda emitida por ese
banco público:
-Apercibimos a
Ud. para que cese en sus engaños a la opinión publica respecto
la verdadera fortaleza y capacidad de pago de ese Banco
Central. Conducta muy parecida a la que desplegó esa
institución a lo largo del 2001, a la par que se perpetraba un
feroz vaciamiento del sistema financiero argentino, en fraude
a los ahorristas argentinos.
-Conminamos a
Ud. y por su intermedio a los directores de ese banco, a
cumplir acabadamente con su misión fundamental fijada en la
Carta Orgánica de “preservar el valor de la moneda”, la que
pese a estar muy mal distribuida, es un bien social y público
indispensable en nuestra economía monetaria. Preservar es un
verbo que va mucho más allá de guardar. Es poner a cubierto
anticipadamente a nuestra moneda de algún daño o peligro
probable o inminente, como los que se ciernen actualmente.
-En
consecuencia lo instamos a oponerse al pago cash al Club de
Paris ordenado ilegalmente por los decretos 1.394 y 1.472; al
afectar dicho pago ruinosamente la sustentabilidad del BCRA;
al no ser el Club de Paris un “organismo financiero
internacional”; y al no mediar razones de “necesidad y
urgencia” que justifiquen el dictado de esos decretos
salteando olímpicamente al Congreso.
A luz del
desmérito moral de esa deuda, ya que se trata sustancialmente
de una deuda ilegítima proveniente de la sangrienta dictadura,
que fuera rechazada por el Congreso; y a la luz de su falta de
oportunidad, en el contexto de los acontecimientos financieros
que están sacudiendo al mundo; ese pago de efectivizarse sería
un acto de desadministración ruinoso, inexplicable, e
inadmisible, digno de figurar en la “Historia de la estupidez
humana” de Tabori, o en la “Historia universal de la infamia”
de Borges.
Adjuntamos por
pieza postal certificada la presentación efectuada ante la
Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo Ley
26.122 respecto el DNU 1.472/08, que contiene un análisis
referido al estado real de esa institución.
Por razones de fuerza mayor
no ha podido acompañar con su firma esta CD
Francisco Javier Llorens
quién ha posibilitado esta información. Dr.Mario
Cafiero
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