DESPUÉS DE LA DERROTA SE
TERMINARON LAS INAUGURACIONES
DIARIAS DE SCIOLI, MASSA Y CFK??

27 de Julio de 2009

Inauguraciones

Señor Director:

"O no estoy bien informada o me parece que funcionarios, intendentes y gobernadores oficialistas, con la señora Presidenta a la cabeza, no han inaugurado ninguna obra pública después de las elecciones del 28 de junio.

¿La maratón de inauguraciones antes de esa fecha era en gran parte una cuestión electoralista?”

Carta de lectores diario la Nación del 25-7-09

Karina Colangelo 
Burgos 679, Azul (Bs. As.)
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NOTA RELACIONADA:
 

Las políticas de desarrollo social 

El clientelismo, lamentable lacra del conurbano bonaerense y de otros distritos, es enemigo del progreso y de la libertad

El vínculo entre la academia y la gestión pública suele resultar ríspido. Ya sea por cercanía o distancia excesiva, los intelectuales pierden a veces la capacidad de aprovechar su conocimiento a través del diseño de políticas públicas en pos del bien común. En ocasiones, sin embargo, salen al ruedo con vocación de servicio y deciden hacer frente al desafío que implica la función gubernamental. Ha sido éste el caso del ahora ex ministro de Educación de la Nación Juan Carlos Tedesco, hombre de reconocida trayectoria académica internacional, designado al frente de la nueva Unidad de Planeamiento y Evaluación de la Educación. Otro caso ha sido el de Daniel Arroyo y Washington Uranga, quienes acompañaron la gestión del gobernador Daniel Scioli desde el Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo Consultivo Provincial de Políticas Sociales, respectivamente.

La gestión de estos dos últimos funcionarios, quienes por estas horas están buscando nuevos rumbos, lidió con todos aquellos avatares que presenta el quehacer cotidiano, empantanado por intereses sectoriales y trabas burocráticas dilatorias.

La situación social en el Gran Buenos Aires dista mucho de ser reconfortante. Pese al crecimiento económico que experimentó el país desde 2003 hasta el año pasado, en los partidos del conurbano la incidencia de la pobreza es hoy similar a la de octubre de 2001 y más elevada que en cualquier momento de la década pasada, con excepción de mayo de 1990, de acuerdo con un estudio de SEL Consultores dirigido por Ernesto Kritz.

La distribución del ingreso medida por la brecha entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre mejoró con respecto a los años 2001 y 2002, pero es casi igual que a fines de 1998 y bastante más desigual que hace dos décadas, según el citado trabajo.

No pueden estos datos invalidar ciertos esfuerzos desarrollados desde el gobierno bonaerense, que articuló por medio del Consejo Consultivo mecanismos de participación con una treintena de organizaciones representantes de los sectores confesional, social, sindical, cooperativo, empresarial y académico de la provincia.

En efecto, desde ese espacio multisectorial se consolidó el diseño tanto del presupuesto participativo del ministerio como del derecho garantizado para la niñez, que llegó a 37 distritos. Este plan está destinado a los trabajadores bonaerenses desocupados con hijos menores de seis años, quienes pueden cobrar asignaciones familiares por hijo a través de una transferencia monetaria mediante una tarjeta del Banco de la Provincia, recargada mensualmente con 100 pesos por cada niño de todo núcleo familiar que no reciba asignaciones familiares ni pensiones no contributivas.

Uno de los desafíos enunciados desde los despachos de los salientes funcionarios consistió en romper con el clientelismo, para lo cual se idearon estrategias, como la tarjeta alimentaria, un sistema que reemplaza los bolsones de comida y otorga autonomía a cientos de miles de familias para que adquieran los alimentos que necesitan con esta tarjeta de débito en los comercios que las madres elijan.

Hoy estos programas se encuentran a mitad de camino y resultaría meritorio que el nuevo funcionario designado al frente del Ministerio de Desarrollo Social, el actual intendente de Avellaneda, Baldomero Alvarez de Oliveira, no los desarticulara, sino que los fortaleciera.

Actualmente, los factores estructurales son la causa de que alrededor de un tercio de la sociedad no pueda participar de un proceso de movilidad social ascendente. Esos factores se vinculan con la informalidad laboral, que aparta a muchos trabajadores de la seguridad social y del acceso al crédito, y con la insuficiente educación y capacitación.

El éxito duradero de cualquier política social dependerá de que se preste atención a esos factores estructurales, antes que a circunstancias coyunturales, a menudo ligadas a conveniencias partidarias de cara a un proceso electoral.

Es de esperar que la nueva etapa que se inicia en la provincia de Buenos Aires esté marcada por la búsqueda de consensos amplios para la construcción de políticas de Estado en el área social, que contemplen incentivos contra la informalidad laboral; fuertes inversiones en el desarrollo del capital humano para fomentar la igualdad de oportunidades; proyectos de formación continua que tiendan a asegurar empleabilidad de por vida y mecanismos para la universalización de la seguridad social de manera de combatir la exclusión.

El clientelismo, lamentable lacra del conurbano bonaerense y de otros distritos del país, es enemigo del progreso y de la libertad. Y romper con el clientelismo es dignificar la vida de cada niño, de cada mujer y de cada hombre. Reproducción textual del editorial del diario La Nación del 26-7-09.