26 de Agosto de 2009
"Nuestro
sistema de salud está al límite, sin ningún margen"
Según el
sanitarista, no hay presupuesto ni planificación para
atender dos crisis simultáneas
"La
mejor atención de los enfermos de gripe puede generar, entre
otras cosas, un ahorro en el gasto que se hace para atender
otras enfermedades, lo que es muy peligroso. En realidad, lo
que ocurre es que el sistema de salud argentino está al
límite y sin ningún margen: no puede enfrentar dos crisis
simultáneas", dice José Carlos Escudero, un médico
especializado en los problemas de la salud pública que goza
de gran reconocimiento tanto en el país como en el exterior.
Recibido en la Universidad de Buenos Aires, diplomado en
Salud Pública y con un título master of arts en Sociología
por la Universidad de Michigan, afirma que "la salud depende
de una decisión política: lo que se puede hacer de modo
barato y efectivo suele no ser lo que les conviene a las
grandes empresas del área".
Escudero ha dedicado la mayor parte de su vida a estudiar y
comparar las políticas sanitarias en diversos países. Es
profesor titular en las universidades de Buenos Aires, Luján
y La Plata; investigador, y director y evaluador de
investigadores. Ha actuado en reiteradas ocasiones como
director o jurado de tesis de doctorado, maestría y grado.
Su objetivo a lo largo de su intensa carrera ha sido la
salud como política de Estado. Ha publicado libros y
artículos (entre ellos, La desnutrición en la edad escolar,
publicado por Nueva Visión) y más de un centenar de trabajos
científicos para revistas especializadas.
En relación con la política de salud del actual gobierno,
Escudero es bastante crítico. Opina que es mejor lo que los
esposos Kirchner realizaron en materia de educación, porque
aumentaron los recursos destinados a esa área, mientras que
no ocurrió nada semejante con la atención de los problemas
sanitarios que sufre la Argentina.
-¿Cuánto
de la salud de un país depende de la decisión política?
-En
algunos casos, no media la decisión política: están las
epidemias, las catástrofes naturales, hambrunas por sequía,
por inundaciones, guerras. Pero si usted acepta como
política la manera en que se canaliza el excedente social
hacia un objetivo u otro, la salud depende, entonces, de una
decisión política. Un país pobre, como Cuba, puede tener
buena atención de la salud pública, y un país rico, como
Estados Unidos, todo lo contrario. Por eso hoy Cuba tiene
menos casos de muertes evitables que Estados Unidos.
-¿Es una
cuestión de presupuesto, de prevención o de planeamiento
estratégico?
-El
problema no es el conocimiento ni el monto de dinero
aplicado a la salud, sino su utilización política. La
medicina preventiva, la atención primaria, el cuidado del
niño sano son, en general, baratos. Requieren, básicamente,
trabajo humano. Prevenir enfermedades sigue siendo una
actividad que necesita mano de obra intensiva. El problema
es que por ser barato ningún empresario de la salud quiere
colocar capital para eso, porque esas inversiones son bajas,
pero no rinden beneficios económicos. Lo que es barato y
eficaz en salud suele no convenirle al mercado de capitales.
-Pero sí
les conviene a los políticos...
-Los
políticos les tienen miedo a esos poderes económicos y
muchas veces no quieren enfrentarlos. El ejemplo más claro
fue Bill Clinton, que quería extender la cobertura sanitaria
en Estados Unidos, enfrentó para eso tremendos lobbies y
sufrió la peor derrota de sus ocho años de gobierno. También
Obama la pasa mal hoy, en su tentativa de mejorar la salud
del país.
-¿Es muy
caro combatir el dengue, la tuberculosis, el mal de Chagas?
¿Cuesta más que combatir la gripe A?
-Lo peor
no es tanto el Chagas, por terrible que sea, sino que
permanentemente se muere mucha gente que podría no
enfermarse y no morir por muchas más causas. El dengue fue
un espasmo mediático, porque en tres semanas de epidemia
debe de haber matado a unas veinte personas. En cambio,
todos los días en la Argentina se mueren 18 menores de un
año que podrían no morirse.
-¿Por
qué enfermedades?
-Gran
parte de ellos por el "paquete" de desnutrición más
infección y parasitosis. Son chicos pobres que vienen con un
mal sistema inmunológico. Se enferman de cualquier cosa, se
agravan más que los chicos bien nutridos y se mueren más.
Tienen peor acceso al sistema sanitario. Sume a esto
cánceres diagnosticados y tratados tarde, mujeres muertas
por aborto... Por fuera del sector salud, esto se evita
bajando el desempleo, pero dentro del sector salud se puede
atemperar con una buena oferta sanitaria gratuita, lo más
desmercantilizada posible.
-¿Qué
significa eso?
-Entre
otras cosas, que las mujeres hagan seis o siete controles a
lo largo del embarazo...
-Si es
tan fácil, ¿por qué no se hace?
-Porque
en salud pública gratuita se gasta poco y en medicamentos
caros e innecesarios se gasta demasiado. La gente que sufre
de Chagas o de tuberculosis muere en silencio. En cambio, la
gripe porcina es fuente de noticias. En salud, si usted
gasta mucho en antivirales, gastará menos en medicina
preventiva y atención primaria. Eso puede causar mayor
mortalidad en chicos desnutridos que tienen neumonitis por
otras causas en los inviernos. El sistema de salud argentino
está al límite: no puede manejar dos crisis al mismo tiempo.
Nuestro gran vecino, Brasil, se encuentra en mejor situación
porque aplica desde hace años una política de Estado.
-¿A
alguien le conviene que la sociedad siga enferma?
-A los
grandes capitales les conviene vender medicamentos caros,
que no atienden la salud colectiva, sino patologías muy
puntuales. De eso resulta un gran beneficio económico.
EL
PERSONAJE
Entrevista de Any Ventura a JOSE CARLOS ESCUDERO
Médico sanitarista
Nacido: en Buenos Aires
Edad: 70 años
Títulos: médico diplomado en Salud Pública (UBA) y en
Estadísticas de Salud (Universidad de Santiago de Chile),
máster en Sociología (Universidad de Michigan).
Opinión: "No importa que el ministro de Salud sea médico. En
promedio, los médicos somos menos humanistas, sin lecturas
diversas ni visión estratégica".
Reproducción textual del Diario La Nación.