18 de Mayo de 2009
Nueva
categoría en candidaturas
Creíamos que en
estas elecciones lo habíamos visto todo. Que existían
candidaturas reales y candidaturas simuladas, testimoniales.
Pero apareció una tercer categoría: la candidatura eventual.
La del ni, que encarna Scioli. El gobernador acaba de decir
que no sabe si seguirá en ese cargo o asumirá como diputado.
El problema de
Scioli no es, esta vez, la indefinición sino lo que dice la
Constitución: que siendo gobernador no puede ser legislador.
Más aún, que debe ser el garante en la Provincia del
cumplimiento de la Constitución y las leyes. No tiene el
mismo rango que un intendente.
El limbo en el que Scioli se ha colocado a
sí mismo tiene que ver con una estrategia jurídica diseñada
para sortear esos obstáculos y no con dudas personales o
políticas: así sea electo, ha decidido no abandonar la
Gobernación .
"No se puede exigir
a una persona que diga si va a asumir o no", alegó el ex
duhaldista y actual apoderado del PJ kirchnerista, Jorge
Landau, para rechazar la impugnación opositora a las
candidaturas testimoniales. Y en un punto tiene razón: está
permitido hacer todo aquello que la Constitución no prohíbe.
Claro que eso ocurre sólo porque a ninguno de los
constituyentes se le pasó por la cabeza legislar sobre
candidatos que no quieren asumir sus bancas.
Y menos para un caso como el de Sergio
Massa, que es intendente con licencia, jefe de Gabinete y
ahora cuarto en la lista. La que seguro irá al Congreso a
discutir sobre política es Nacha Guevara, así diga como dijo
que no entiende mucho.
Está claro que ni las candidaturas
testimoniales ni la eventual de Scioli se pensaron para
mejorar la calidad institucional. Aquellas buscaron evitar
la fuga de intendentes. Esta, retener votos. Y todo porque
se vio venir una elección complicada.
Ricardo Roa, rroa@clarin.com,
Editor General Adjunto de Clarín.