OTRA “TESTIMONIAL” A LOS
GOLPES: NO TIENEN A NADIE
CON PROFESIONALIDAD!!

09 de Junio de 2009

Marcela “la Tigresa” Acuña, candidata a concejala kirchnerista en Tres de Febrero 

“Yo no soy una bruta que tira golpes” 

La campeona mundial de las súper gallos acompaña en la lista a la esposa del intendente Hugo Curto. Dice que piensa usar su banca para hacer políticas sociales y defiende las candidaturas testimoniales: “¿Quién dice que Néstor Kirchner no asume?”. 

El comedor de la casa de Marcela Acuña está adornado con cientos de fotos. Los tres portarretratos más grandes muestran a la presidenta Cristina Fernández, a su marido Néstor y al ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández. Hace cinco años que ella vive en la bonaerense Caseros, en una casa grande pero modesta que compró con un descuento que recibió gracias a la ayuda del intendente Hugo Curto. El termo para el mate está apoyado sobre un repasador con un gran escudo del Partido Justicialista bordado. La Tigresa Acuña, la boxeadora, es la cuarta en la lista a candidatos a concejales del partido de Tres de Febrero por el Frente para la Victoria, que encabeza Marta Curto, la mujer del jefe comunal. 

–¿Cómo es el salto del boxeo a la política? 

–Pienso hacer dos peleas antes de retirarme, para sacarme una última espina y luego sí, dedicarme de lleno a la política. No puedo dividir esfuerzos o hacer las cosas a medias. A todas las rivales que me puse enfrente les gané. Ahora busco pelear con otro tipos de objetivos. Por eso acepté la invitación de mi amigo, el intendente Curto. Lo conozco desde hace años y sé cuánto trabaja. 

–¿Qué le atrajo de la política? 

–Muchos no conocen mi militancia. Siempre fui peronista. De hecho, mi abuelo fue presidente del Partido Justicialista en Formosa y mis padres militaron toda su vida. Hace dos años que estamos apoyando la gestión de la Presidenta. Haciendo política de una u otra manera, acompañando en actos, dando talleres con temas deportivos. Ya con Néstor Kirchner, por invitación de él, comencé a recorrer el país. Eso me fue despertando el interés por algo que no conocía: el trabajo social. Quería dar más que alegrías deportivas. Si puedo acceder a un puesto político, ahí voy a poder trabajar pura y exclusivamente para la gente. Voy como concejala, para empezar bien de abajo. La ideas es seguir subiendo escalafones en el futuro. 

–¿Qué piensa de las candidaturas testimoniales?  

–Creo que se están adelantando nuevamente con las críticas, esperemos a las elecciones y después vemos. Si yo fuera de la oposición, esperaría hasta fin de año para ver si realmente asumen o no se asumen. Si no lo hacen, recién ahí buscaría los porqué. Se pueden llevar una sorpresa. ¿Quién dice que Néstor Kirchner no asume? ¿O Scioli? No podés hablar de algo que no pasó.

 –¿Cómo la tratan por ser mujer, boxeadora y candidata?

–Yo sé lo que soy y para qué estoy. Desde que empecé en el boxeo recibo críticas. Siendo triple campeona mundial de los súper gallos, me cuestionan. Me casé con un hombre 22 años mayor, fui mama de muy joven, fui boxeadora: no les tengo miedo. Sé que la política puede ser un ambiente difícil, hostil, pero pienso que me va a ir bien. Mucha gente me subestima, piensa que no sé nada, yo no soy una bruta que tira golpes. Soy una atleta. Pienso en el bien común, pero no se conoce ese lado. Por ser famosa se creen que conocen todo de uno, pero no es así.

–¿Cuál imagina que será su aporte a la política?

–Quiero sacarle todo el jugo a este rol como lo hice en el boxeo. No voy sentarme en la banca para levantar la mano nomás. Quiero laburar en propuestas deportivas y sociales. En principio en el distrito. Si logro hacer que funcione, podemos ir ampliándonos. Mi idea es utilizar el deporte para la integración social, implementar intercolegiales que duren todo el año o lograr becas deportivas que ayuden a los de menos recursos a estar motivados y a alejarlos de malas costumbres. Que formen una conducta, una postura frente a la sociedad.

Entrenador, asesor y marido 

Es un dúo exitoso con una carrera deportiva armada entre ambos. “Nadie está solo en política. Yo de Cristina, como mujer, admiro muchas cosas. Pero me encanta que reconozca que consulta muchas cosas con Néstor como cualquier matrimonio lo hace”, explica Marcela Acuña. Después de las elecciones, y si logra la banca en el Concejo Deliberante, espera repetir la escena. Su esposo y entrenador, Ramón Chaparro, va ser su asesor número uno. 

“Ella es la figura, pero nosotros hablamos todo antes”, comenta Chaparro, quien en su juventud fue secretario general de la unidad básica del Barrio Guadalupe de Formosa. “Los radicales pedían permiso para pegar carteles. Manejábamos todo”, se jacta él. Marcela lo mira. Sabe que no le fue mal siguiendo la receta de la consulta conyugal. Consiguieron más de lo que esperaban. “Hay políticos ambiciosos:  cuanto más tienen, más quieren. Estamos conformes con lo que tenemos. Camioneta, casa, no necesitamos más. Nos metemos en política porque nos gusta y tengo chances de asumir”, afirma la boxeadora. Crítica de la Argentina.