GUARDIANES DEL PUEBLO
QUE MUEREN SIN LEY
QUE LOS AMPARE

16 de Junio de 2009

 

El comisario del pueblo

Señor Director:

"El Viernes Santo con gran dolor los vecinos de Open Door y toda la comunidad recibimos la triste noticia del cobarde asesinato del ex comisario Juan Carlos Cáceres, perpetrado por un grupo de delincuentes.

Cáceres, como lo llamaban todos en el pueblo, era un hombre de bien, muy querido y respetado, que recibió el legado de su padre como uniformado, llevando adelante a la perfección su misión de servir a la sociedad.

De una conducta intachable, un hombre superprofesional y extremadamente respetuoso.

La «pena de muerte» instaurada en manos de los delincuentes no sólo se lleva a los mejores, como en este caso, sino que amedrenta a todos aquellos que quieren hacer las cosas bien.

La «sensación de inseguridad», en menos de dos meses, privó a nuestra querida república de dos símbolos institucionales que llevan muchísimos años de formación: el del «policía de la esquina», con el asesinato del teniente Aldo Garrido, y el del «comisario del pueblo», con el homicidio de Cáceres.

Tenemos dos opciones: seguir encerrándonos entre rejas y alarmas, o involucrarnos participando y haciendo una elección muy responsable y fiscalizada. Yo opto por la segunda.

Pueda su familia encontrar consuelo y que Dios lo tenga a su lado, para que desde el cielo nos siga dando esa sensación de seguridad que nos brindaba este ángel guardián."

Carta de Lectores, diario La Nación

Marcos Uranga (h.) 
Vecino de Open Door 
marcos.d.uranga@ldcommodities.com