1º de Febrero de 2008
Ante el caos generado por las fuertes
tormentas de nieve que castigan el país desde hace casi tres
semanas, el gobierno chino se vio obligado ayer a movilizar a
un millón y medio de soldados y policías para despejar las
rutas y vías ferroviarias y ayudar a los 78 millones de
ciudadanos damnificados.
Según informó el diario estatal China
Daily , unos 460.000 soldados del Ejército Popular
de Liberación (EPL) fueron enviados a las provincias más
afectadas por las nevadas más copiosas en medio siglo, para
despejar las vías de tren y restablecer el suministro
eléctrico.
Asimismo, un millón de policías fueron desplegados en rutas y
autopistas del país -en las cuales 50 personas ya han muerto
en accidentes causados por la presencia de hielo-, para
descongestionar el tráfico y garantizar el orden.
El Politburó del Partido Comunista (PC), en tanto, exigió ayer
a la autoridades locales que hicieran todos los esfuerzos
posibles para revertir la situación, con prioridad en la
reactivación del suministro eléctrico y la reanudación de las
comunicaciones y el transporte.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad informó que se enviaron
14.000 médicos a las zonas afectadas para asistir a enfermos y
heridos, y que se repartieron 3,5 millones de folletos con
consejos sobre cómo evitar enfermedades y mantenerse caliente.
![](../images/chinos+nieve.jpg)
Las autoridades calculan que 78 millones de
personas en 14 provincias del sur, centro y este del país se
han visto perjudicadas por las nevadas; entre éstas, 30
millones han sufrido cortes de energía eléctrica, mientras que
otras cientos de miles permanecen varadas en estaciones de
tren.
Sucede que, en esta época del año, millones de personas se
movilizan de un lado a otro del país para festejar con sus
familiares la llegada del Año Nuevo Lunar (que se celebra el 7
de febrero). Y por ello, pese a la insistencia del gobierno
chino para que desistan de viajar y regresen a sus domicilios,
cientos de miles de ciudadanos continúan esperando en las
estaciones ferroviarias a que el tiempo mejore para poder
viajar.
Tal es el caso de la estación de tren de Cantón, en donde más
de 600.000 viajeros, en su mayoría trabajadores inmigrantes,
aguardan desde hace días a que finalicen las tormentas.
Ayer, no obstante, la Asociación Meteorológica de China
pronosticó que las nevadas continuarán en el este y centro del
país durante los próximos tres días, mientras que el frío
extremo se extenderá por otros diez más.
Las bajas temperaturas también han dificultado la distribución
de carbón, fuente de casi el 75% de la electricidad en China,
lo que generó una grave crisis energética.
Lo más alarmante para el gobierno, sin embargo, es el
pronunciado aumento del precio de los alimentos, que ha
agravado una inflación que ya se encontraba en su nivel más
alto de los últimos once años.
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