No nos hacemos cargo

1º de Febrero de 2008
 

 

La salida de circulación del tren blanco de la línea Mitre generó un nuevo fenómeno en la Ciudad: durante enero crecieron los asentamientos de cartoneros que viven y duermen en las calles -siempre cerca de las vías- para ahorrarse el viaje diario hacia el lugar donde viven. Pese a que la empresa de trenes TBA y el Gobierno porteño pusieron más de 40 camiones para trasladar el papel y los cartones -pagan casi un millón de pesos por mes en alquiler- muchos de ellos se resisten a usarlos. Y para algunos es una forma de reclamar el regreso del tren blanco. Otros simplemente no los usan porque los camiones sólo transportan papeles y cartones. Ellos, junto con los metales, deben viajar por su cuenta y retirar los paquetes en las estaciones de tren más cercanas a sus viviendas o a los depósitos donde venden lo reciclable.


                                      



El asentamiento más visible es el que está ubicado en Pampa y las vías del tren, a metros de la estación Belgrano, pegado a la terminal del colectivo 64. Hay alrededor de 25 familias que desde allí, alternativamente, viajan a sus hogares una vez por semana o a veces, dos. Mientras tanto duermen junto al alambrado que divide la plazoleta de los terrenos del ferrocarril. Cruzando las vías, hacia la avenida Del Libertador, una estación YPF es el baño. También ahí les dan agua caliente para el mate y compran la comida en los bares cercanos. "Yo llego los sábados y me voy los miércoles. Me pasa a buscar un camión, que pago de mi bolsillo, y nos vamos para Pacheco. Antes de que sacaran el tren volvía a mi casa todos los días. No quiero los camiones, quiero que vuelva el tren", le explicó Maxi Pérez (29) a Clarín. Tiene tres hijos y vive en El Talar: con el cartoneo dice que gana entre $ 1.300 y $ 1.400 por mes.

 

"El tren blanco no existe más. Fue desmantelado y ahora mismo está en proceso de reconversión para transformarlo en un tren para pasajeros", dijo Gustavo Gago, vocero de TBA. Ahora la empresa paga $ 700.000 por mes para alquilar 22 camiones, 10 destinados al Mitre y 12 al Sarmiento, que en julio de 2007 también lo sacó de circulación.

En los bosques de Palermo, casi llegando a Dorrego, o a metros de la estación Núñez se repiten los asentamientos. Y debajo de la General Paz, a la altura de Cabildo, también hay otro. Es que muy cerca está la estación Rivadavia del Mitre. Allí Juan Carlos Moreno (38) contó que él tampoco usa los camiones: "Es que además de cartones y papel, junto metales. En el tren blanco podía trasladarlos, pero en los camiones no. Pago $ 150 por un flete que viene a buscarme una o dos veces por semana", explicó este tucumano que vive en Garín. Mientras tanto, junto a otras familias, duerme al amparo de la autopista. Cocinan con leña y las compras las hacen en el supermercado chino de la zona.
 

 

                                     


Pese a que no se los ve desde Cabildo, los vecinos se quejan. "El viento desparrama la mugre, los papeles y las bolsas que acumulan. Hace poco desalojaron otro asentamiento que estaba en General Paz y Libertador. ¡No sé qué esperan acá!", se quejó María Victoria Martín, una vecina que vive sobre la avenida, en un edificio pegado a la autopista. Sin embargo, hay cartoneros que sí utilizan los camiones de TBA y de la Comuna. Pero como no pueden subir los carros a los camiones los "estacionan" en las veredas. Así a lo largo de la calle Moldes, a pocos metros de la estación Colegiales, se puede ver una hilera de carritos atados con cadenas y candados a postes y árboles.

Juan Pablo Piccardo, el ministro porteño de Ambiente y Espacio Público, le dijo a este diario que están estudiando opciones para los cartoneros: "Pero tienen que entender que no vamos a negociar desde la ocupación del espacio público. Los 17 camiones que sumó el Gobierno porteño son un paliativo, pero queremos aportar una solución global. Queremos crear centros de reclasificación en los que puedan tener condiciones dignas de trabajo y cobrar mejor por la tarea que hacen", explicó Piccardo. Durante este mes, el Gobierno porteño desalojó tres asentamientos: el de Plaza Noruega, el de Libertador y General Paz, y el de Cochabamba y Madero. "Es difícil conciliar las posturas de los cartoneros y los vecinos. Ambos tienen sus razones. Lo que tenemos que advertir es que no fue a nosotros a quienes se nos ocurrió dejar varadas en la Ciudad a casi mil personas", destacó el funcionario.