22 de Mayo de 2008
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DEBATE
La pobreza es, en general, considerada como un fenómeno de
origen económico por el cual unas personas cuentan con menos
recursos monetarios de los que necesitan para subsistir
dignamente. Sin embargo, la pobreza abarca de otras maneras al
individuo que se encuentra en esa lamentable situación.
La condición de pobre de una persona no solo dificulta
económicamente el acceso a bienes y servicios sino que le
impone obstáculos formales para desempeñar diferentes
actividades dentro de la sociedad. Ilustrativo de ello resulta
la extendida circunstancia de que aún cuando una persona de
bajos recursos posea fondos para afrontar un alquiler de una
vivienda digna no lo pueda concretar por no poseer las
garantías exigidas normalmente por los locatarios. Como
consecuencia, algunas habitaciones en villas de emergencia de
esta ciudad y en hoteles de pasajeros se alquilan por casi el
mismo precio que lo que cuesta un espacio semejante en un
departamento con comodidades básicas. Según las últimas
estadísticas, solo en la Ciudad de Buenos Aires hay más de
trescientos mil personas con problemas habitacionales. Muchas
de ellas podrían pagar el precio del alquiler de una vivienda
digna pero habitan en condiciones deplorables por la
informalidad en la que se encuentran. Por otra parte, los
pobres deben pagar más que el resto de la población por
algunos servicios. El ejemplo más claro es el del gas natural,
que cuesta varias veces más para quienes lo consumen en
garrafa (la mayoría de ellos, pobres) que para los que lo
reciben por red.
En un país en el que existe un imperativo tan claro de mejorar
la realidad de las personas en situación de vulnerabilidad,
conviene distinguir aquellos aspectos de la pobreza que se
vinculan a aspectos económicos de aquellos que tienen otras
explicaciones. Para atacar los primeros, el Estado debe
progresivamente mejorar la distribución de los recursos. En
relación a los segundos, debe remover inmediatamente —pues no
hay restricciones presupuestarias que lo impidan— las barreras
que hacen que los pobres no obtengan un mejor trato.
Por: Ezequiel Nino. CODIRECTOR DE LA ASOCIACION
CIVÍL POR LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA.
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