08 de Febrero de 2011
TIENE SÍNDROME DE DOWN Y SE PREPARA PARA IR A LA
UNIVERSIDAD
“Mecky”,
de 18 años, logró un 8,50 de promedio en el colegio. Y fue elegida mejor
compañera.
![CON DIPLOMA. MECKY SCIUTTI MUESTRA ORGULLOSA SU CERTIFICADO DEL COLEGIO MARIA AUXILIADORA, DE SAN ISIDRO.](solidaridad%20136_archivos/image001.jpg)
CON DIPLOMA.
MECKY SCIUTTI MUESTRA ORGULLOSA SU CERTIFICADO DEL COLEGIO MARIA AUXILIADORA,
DE SAN ISIDRO.
La sonrisa, siempre. Para bailar, tocar la guitarra, cocinar,
patinar o hacer collares. Mecky decora su historia de esfuerzo y superación
con la sonrisa que se le dibuja en la cara. Mercedes Sciutti –Mecky para la
familia y los amigos– nació con síndrome de Down y con 18 años acaba de
terminar el secundario. Y ya prepara su ingreso a la facultad, la consecuencia
lógica de su propia historia.
“Siempre apostamos a ella y como familia optamos por la inclusión y por la
igualdad de oportunidades” ,
dice la mamá, Liliana Cáceres. “La formamos como se forma a cualquier hijo”,
explica con simpleza.
En
el colegio María Auxiliadora de San Isidro la eligieron como la mejor
compañera, algo tan valorado por todos como el 8,50 de promedio que tuvo.
Según cuenta su mamá, haber ido a una escuela “común” fue una experiencia
valiosa para todos. Mecky tuvo que adaptarse y los profesores también
aprendieron a estar con ella. “Yo digo que Mecky se formó en el colegio y
también ella formó a los profesores.
Fue una relación maravillosa para todos, las autoridades, los
profesores y también los compañeros”.
Este año será de transición, porque Mecky hará un curso de
preparación en el Instituto CCRAI (Centro de Capacitación y Recursos de
Apoyo). Ya tuvo 4 entrevistas y sorprendió a los profesores por su “alto nivel
de escolarización”.
De hecho, según la prueba que le tomaron en la Universidad
Católica, ya podría empezar a cursar este mismo año, pero prefieren ir de a
poco y no quemar etapas. Entonces será en 2012 cuando empezará a cumplir el
sueño de recibirse.
Estudiará Formación Laboral y el plan es que pueda ayudar a su papá Alejandro
en el estudio de abogacía.
La
familia la completa Sebastián, su hermano dos años mayor.
Igual que cuando cumplió los 15, terminar el colegio fue un
proceso muy importante para Mecky. Desde siempre tuvo la ayuda de sus dos
acompañantes terapéuticas, Mariana y Milagros. En septiembre fue con sus
compañeros a Bariloche, de viaje de egresados, y el acto de fin de año terminó
siendo el broche ideal. “Lo vivió maravillosamente bien. Creo que estábamos
más nerviosos nosotros que ella”, confiesa Liliana.
Cuando no está estudiando, Mecky toca la guitarra, baila
flamenco y reggaetón. Hace natación y patina. Y también es fanática de cocinar
y cantar. “Siempre está haciendo algo. El año pasado no nos fuimos de
vacaciones y entonces le dije que tenía que encontrar algo para ocupar el
tiempo.
Se puso a fabricar collares artesanales y armó su microemprendimiento. Le puso
collares MS.
Y
ahora parece que va a empezar con las remeras”, cuenta la mamá de Mecky, la
chica que a todo lo que hace le agrega la sonrisa.
DIEGO GEDDES ,CLARIN
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