Los primeros aceptaron estos requisitos
como una oportunidad para competir en igualdad de
condiciones, los segundos debieron modificar sus
prácticas de selección de talleres en función del
precio y tuvieron que comprometerse en la mejora de
las condiciones de los talleres que contrataban
(registración de trabajadores, mejora en condiciones
de seguridad) o recurrir a empresas formalizadas. Esto
les hizo perder competitividad frente a los
fabricantes y permitió distribuir mejor el precio
pagado por el Ministerio en la cadena de producción,
favoreciendo a los eslabones más débiles.
Los importadores fueron los que
encontraron mayores limitaciones por esta medida ya
que tienen muchas dificultades para demostrar la
trazabilidad social de sus prendas exhibiendo el lugar
y las condiciones de producción, y deben afrontar los
costos de la evaluación de sus talleres situados en el
exterior por parte de técnicos de INTI. Cabe aclarar
que los productos de indumentaria estratégicos para
los que no existen fabricantes en la Argentina no han
sido incluidos en el acuerdo con el Ministerio, al
menos en esta fase inicial de implementación, para
prevenir el desabastecimiento.
Fue así que entre los numerosos
intermediarios que ofrecían productos importados al
Ministerio de Defensa, compitiendo con la producción
nacional, sólo formalizaron la solicitud de ingreso al
Programa dos de ellos. En ambos casos se verificaba
una larga cadena de intermediarios:
proveedor/representante local; empresa del exterior;
taller de corte/confección. Uno confeccionaba en
Oriente y el otro en un país vecino del Mercosur.
Por otra parte, cuando se evaluaron las
condiciones laborales de este último se detectaron que
mas de 30 costureros estaban “en negro”, lo que
produjo la suspensión del proveedor por incumplimiento
de los requisitos, revocando su Constancia de
Adhesión al Programa por un tiempo determinado, y
forzó la registración de todos los costureros según la
ley vigente en el país vecino. Este proceso se efectuó
de manera inmediata, ya que INTI cuenta con
Representantes Tecnológicos en el Exterior, lo que
permitió agilizar la evaluación in situ.
Si bien es válida la idea de que la
importación logra precios más económicos y amplía el
número de proveedores promoviendo una mayor
competencia, el requerimiento de cumplimentar el
Programa INTI de Compromiso Social Compartido
equilibra la competitividad de los proveedores
nacionales e internacionales considerando un costo de
Mano de Obra en condiciones de trabajo digno, sumado a
las desventajas de una larga cadena de intermediarios
y los beneficios de la Ley de Compre Nacional. |