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Según un estudio de la
Universidad Tecnológica Nacional, cuando ese tipo de unidades
alcanzan una determinada velocidad se "tornan vulnerables".
Los micros de doble
piso son seguros pero una vez que superan los 100 kilómetros
por hora de velocidad se tornan vulnerables, según surge de la
conclusión de un estudio científico difundido por la
Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El
trabajo fue realizado por profesionales de la UTN a pedido de
la Secretaría de Transporte de la Nación. Las conclusiones más
relevantes se conocieron tras que varios de esos micros
protagonizaran una serie de graves accidentes, en los últimos
meses en diferentes rutas del país.
"Son
seguros, pero no tanto", fue la conclusión del ingeniero
Enrique Filgueira,
uno de los autores del trabajo, quien admitió que estos micros
"después de superar la barrera de los 100 kilómetros de
velocidad presentan algunos problemas".
El
trabajo, realizado entre 2003 y 2005, propone que, en forma
inmediata, se instale en estos rodados un "limitador de
velocidad programado de fábrica" para evitar que circulen por
arriba de los 100 kilómetros.
Otra
sugerencia pasa por "establecer velocidades comerciales
acordadas con la reglamentaria" para la prestación de los
servicios y, además, se hace hincapié en la necesidad de
"instrumentar acciones que aseguren el cumplimiento de jornada
laboral y descanso de conductores".
Incluye
también recomendaciones para el corto y mediano plazo: los
profesionales de la UTN proponen la incorporación de un doble
eje delantero y el ensayo de un ángulo mínimo de inclinación,
estipulado en 28 grados.
El
trabajo de la UTN hace referencia a la incorporación de
"mejoras en la resistencia de la cabina del conductor" frente
al riesgo de eventuales impactos de frente y se solicita un
"análisis de la viabilidad técnica de disminuir el centro de
gravedad, mediante suspensión activa".
En el
análisis de los vehículos se detectó que "tienden a aumentar
su deriva lateral en la parte anterior, que se ve aumentada
por la incidencia del viento, la distribución de la carga y la
configuración de la unidad".
En cuanto
a las recomendaciones finales, cada sector recibió los
consejos de los técnicos que trabajaron en la elaboración del
informe.
Los
operadores del servicio deberán "liderar un cambio hacia un
transporte más seguro, anteponiendo la seguridad vial a la
rentabilidad empresaria".
Los
conductores tendrán que tomar conciencia de que son
"profesionales del volante y de su responsabilidad e idoneidad
dependen la vida de los pasajeros y la suya propia".
La tarea
del Estado pasará por "coordinar y mejorar las acciones de
control, así como darle una adecuada asignación de recursos a
los organismos de control".
Los usuarios, finalmente, deberán ser "garantes de su propia
seguridad, viajando con quién le ofrezca mayor seguridad y no
menor tiempo de viaje, utilizando el cinturón de seguridad".
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