quién es La diseñadora
que vistió a michelle??

22 de Enero de 2009 

Una cubana en la vanguardia de NY

Isabel Toledo vive en Estados Unidos desde los ocho años. Fue la primera sorprendida al ver por tele a la primera dama con su conjunto.

Tonos dorados. La diseñadora de origen cubano eligió para la primera dama estadounidense un vestido confeccionado con encaje de lana suiza que irradia optimismo.

“Quise que ella se sintiera encantada para que encantara a todo el mundo”, declaró Isabel Toledo, la diseñadora del vestido que Michelle Obama lució durante la asunción de su marido como presidente de Estados Unidos. Y la primera encantada, literalmente, resultó ser Toledo misma.

Es que esta cubana criada en Estados Unidos no sabía con certeza que la primera dama estadounidense, cuya elegancia innovadora hizo que la apodaran “la Jackie Kennedy negra”, usaría esa prenda justo el histórico 20 de enero de 2009. Minutos después de ver por televisión a Michelle de la mano de Barak Obama en Washington con su modelo, su marido y coéquipier, el artista Rubén Toledo, dijo que ambos “levitaban”.

Lógico: ese vestido, confeccionado con encaje de lana suiza (para aislar el frío) y forrado en seda, al que se sumó un toque inesperado con guantes y zapatos verdes de Jimmy Choo y un collar brillante –y al que se le restó el típico sombrero–, se impuso a las propuestas que Oscar de la Renta, Carolina Herrera y otra treintena de diseñadores de renombre mundial venían presentando para la ocasión.

Aunque el martes no fue la primera vez que Michelle usó una prenda de Toledo –es una de sus favoritas, como Narciso Rodríguez o Thakoon Panichgul, cubano y tailandés, respectivamente, que integran la avanzada fashion neoyorquina–, la convirtió en la diseñadora latina más famosa del momento.

En Nueva York la conocen bien, como una de las más vanguardistas y provocadoras en su campo. Emigró a Estados Unidos cuando tenía ocho años. Estudió en el instituto de moda Parsons. Presentó su primera colección en 1985 y trabaja codo a codo con su esposo, con quien ganó en 1995 el Premio Cooper-Hewitt Design.

Pese a que su marca tiene más de dos décadas (y al menos hasta ayer no contaba con asistentes de prensa), Isabel aceptó hace dos años el cargo de directora creativa de Anne Klein con la intención de refrescar el sello que Dona Karan había impuesto. Pero renunció en menos de un año porque no había logrado airear nada.

Ésa no fue su primera patada al tablero. En 1998, había suspendido la presentación de las colecciones bianuales que dicta la industria para establecer su propio almanaque.

“Quise elegir un color muy optimista, que tuviera brillo”, agregó Toledo respecto del vestido de Michelle. Y, para algunos especialistas, acertó.

“El amarillo es el color del optimismo, la confianza y la esperanza”, sentenció Mandy Norwood, ex director de la revista Madmoiselle, quien escribe un libro sobre el look de Michelle.

“Michelle evitó los colores tradicionales, el azul o el rojo, y con ese dorado demostró su carácter y su personalidad”, declaró Patricia Mears, directora adjunta del Museo del Instituto Tecnológico de la Moda de Nueva York. Por otra parte, “optó por el talento y no por un nombre famoso, lo cual nos llenó de entusiasmo”, agregó.

Pero el look de Michelle no conformó a todos. Una encuesta virtual de la publicación US Weekly señaló que al 55% de los lectores no le gustó el vestido mientras que al 44% le resultó como quería Toledo, “encantador”.

Para Costanza Pascolato, una de las consultoras de moda más influyente de Brasil, el atuendo de Michelle se parecía demasiado a un modelo de Chanel. Se oyeron críticas despiadadas. Una de ellas fue la de Bonny Fuller, ex editora de la revista Glamour, quien mientras veía a Michelle desfilar por Washington preguntó: “¿Camina con tapicería de investidura?”. Para Fuller, el modelo era “atrevido” pero, según aseguró en un blog, oyó decir que la primera dama estaba “vestida de sofá”.

La moda expresa la identidad, y el diablo, también se sabe, puede vestir a la moda.

El joven Jason Wu, para el vestido de gala

Michelle Obama eligió tonos de sol para el día y de luna para la noche. Para las galas de asunción de su marido Barack, lució un vestido color marfil con escote asimétrico y adornado con flores de organza y cristal del diseñador Jason Wu, de 26 años. Wu, quien nació en Taiwán y vivió en Vancouver, París y Tokio antes de radicarse en Nueva York, es uno de los diez finalistas de los premios de la Asociación de Diseñadores de Moda de Estados Unidos. Sus prendas se venden en las principales tiendas de Nueva York, Londres y Milán. Los expertos lo bautizan como el próximo Oscar de la Renta.

El vestido que Wu creó para Michelle integrará la colección del Museo Nacional de Historia Americana Smithsonian, como marca la tradición.

OPINIÓN

Una elección inteligente
Roberto Piazza (Diseñador de alta costura)

El vestido que utilizó Michelle Obama en la ceremonia de investidura presidencial era un traje de sastre muy latino. Lo más novedoso estaba en el tono, que es lo que se está viniendo: un verde-limón pistacho, una cosa rara. Interesante.

Me alegra que a la esposa del presidente estadounidense la haya vestido la diseñadora cubana residente en Estados Unidos, Isabel Toledo. Es una elección inteligente. Provoca que los diseñadores latinoamericanos tengan un espacio nuevo, además de la habitual exportación a Europa. Yo creo que las reinas, las presidentas o las primeras damas tienen que vestirse con los diseñadores de su país o al menos de su región. No como hacía Eva Perón, que usaba a Jamandreu como costurero pero se vestía con Dior. Me parece que es algo conveniente a nivel social. Igualmente, en el mundo nunca invitan a diseñadores argentinos. Sólo podés ir si te lo podés pagar.


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La menos pensada