Fútbol argentino y las consecuencias de las vivezas criollas

24 de Enero de 2005
 
La revelación-confirmación para la mayoría de los entendidos y del mundo de este deporte, que el masajista de nuestra selección le habría dado agua con somníferos a los jugadores Brasileños en aquel partido del Mundial de Italia 1990, nos agregaría una terrible mancha (y van ...) y de las más grandes, a la forma de jugar al futbol de los argentinos.
 
Entonces, se recuerda la compra de la selección Peruana en el Mundial de 1978, el gol con la mano de DIOS de Diego Maradona, el propio caso del DIEGO expulsado del mundial de EEUU por ingerir sustancias prohibidas, bueno es una lista...
 
Eso lleva a oir y ver a un colega Brasileño en ESPN Internacional leyendo la carta que le escribió al diario O Globo: ¿Algún día los argentinos lograrán ganar una copa sin sobornar o dopar a los rivales?
 
Sebastián Lazaroni que dirigía a la Selección Brasileña del 90 pide un castigo ejemplar: no importa si hace 14 años o 14 días. La FIFA tiene que castigar a Bilardo y al masajista de forma ejemplar, ademas la AFA debería ser advertida.
 
Hasta el jugador más afectado Branco (especialista para los tiros libres) fue durante años cargado por sus colegas y la prensa por sus dichos increíbles de que algo le habían colocado en ese bidón y por eso se caía y el estadio le daba vueltas.
 
Se siente ahora mejor y hasta menciona que años después se encontró con el jugador Ruggeri y el masajista Galíndez que le reconfirmaron su idea, ya seguros de que nada podría pasar. Hasta le dijeron que eran seis botellas, dos con el somnífero identificadas con el color amarillento.
 
Mala hora con los Brasileños, ahora que con el cacerolazo del 2001 nos habíamos ganado su respeto y apoyo, lo perdimos para siempre como en toda la vidriera internacional, cosa tanto o aun más grave.

Para colmo todo esto no parte desde la nada o el extranjero o el propio Brasil. Lo dice nada menos que Maradona en sus ratos de sinceridad. Invoca el baile que recibimos en ese partido y comenta la viveza de nuestro técnico (encima doctor, suena increíble) explicitando la acusación del propio Branco de que en el partido no veia nada. Todo ello, nada menos que en un programa de TV Mar de Fondo en TyC sports el 15 del mes pasado.
  
Se recuerda a aquel comentarista de TV, Diego Bonadeo, que trajo en 1996 a un especialista en lectura de labios para ver que decía el famoso Galíndez por las imágenes. Así, a Olarticoechea, por ejemplo,le expresaba que no tomara de ese bidón que no era para él.
  
Hasta el mismo Carlos Bilardo, que aun hoy niega la versión, dijo en la revista Vintitres: alguna trampita hice, aclara tarde que no se refería a la acusación de Branco, pero muy tarde ya.
 
Para colmo el señor feudal de la AFA, entronizado en ella hace más de 20 años donde hace y deshace, se permite bromas al respecto, "va a haber que buscar al bidÓn para que hable", estas palabras de Julio Grondona no hacen más que echar leña al fuego a una hermosa dignidad perdida.
 
Su ironía no para allí cuando menciona sobre el relato de Maradona: Hay que ver ver como estaba cuando hizo ese comentario. Para mi no estaba en su sano juicio.
 
Bueno, aquí también tenemos el gobierno que nos merecemos, ¿o será el que aceptamos, o el que hacemos la vista gorda?
 
Después nos horrorizamos y rasgamos las vestiduras por un penal que nos cobraron supuestamente incorrecto. Para nada importó que en el partido debíamos haber perdido por varios goles. Sólo sirvió la excusa encontrada para ser los pobres a los que le robaron el partido. Encima celebrábamos las frases irreproducibles que Maradona hacía que se lean en su labio por los millones de espectadores del mundo que más demostraban como no sabíamos perder y se de saber perder aun cuando no se lo merezca o aun cuando un fallo sea equivocado.
 
Es por eso que la mayoría de nuestra sociedad festeja y celebra más el gol con la mano de DIOS de Maradona, viciado de toda validez (alli si que no nos importa, ah, pero si nos tocaba a nosotros ...), que el gol más grande de todos los mundiales efectuado por el mismo Diego y en el mismo partido.
 
Ah, aun no nos queda en claro la rara enfermedad gástrica de Passarella en el Mundial de México (cuando se decía que andaba en seria disputa con Bilardo ) que no sólo lo marginó del primer partido sino de todo el campeonato.
 
Pero no, los argentinos tenemos la vivezas criollas incorporada con orgullo desde tiempos inmemoriales. Al menos en mi infancia la del arquero Roma, adelantándose antirreglamentariamente en el penal que le atajó al Brasileño Delem y que River le costo un campeonato.
 
Para colmo estamos hablando del mismo personaje que hace poco entró en la cancha de River jactándose que iba a tomar una botella de Champagna, cuando en su interior llevaba una conocida bebida, todo esto a la vista de todo el mundo en una cancha llena repetido por todas las cadenas televisivas. A este director técnico nada le importó el devenir del partido y menos que el equipo que dirigía y supuestamente de sus amores perdiera casi por goleada, nadie le cuestionó nada o si, muchos felicitaron la consabida viveza criolla pese a que era de los propios aficionados de quien se reía.