LA HUMILDAD DE UN GRANDE:
EL ORO PARA 

RAFAEL NADAL

19  de Agosto de 2008

 

 


 

 Nadal y la fuerza de la Villa

 El español Rafael Nadal acabó con el sueño dorado del representante de Chile, el tenista Fernando González, y con su victoria se llevó la medalla de oro. Lo hizo con un tenis excelente, y con apoyo de una gran barra, fuera y dentro del estadio.

La pista central de la sede olímpica del tenis estaba a punto de reventar. Todos querían estar presentes en la final, ese último partido que cerraba el calendario del tenis en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Los espectadores chilenos animaban a González desde las gradas, pero ahí la batalla también estuvo ganada. El cariño del público local estaba con el español y había una mayor presencia de espectadores de su país, incluyendo a varios atletas de la delegación ibérica.

Detalles del partido en Oro para Nadal, plata para Chile

"Ni en mis mejores sueños imaginé lo grandioso que sería este año. Sé lo difícil que es ganar en este tipo de eventos y les agradezco a mi compañeros que vinieron a darme apoyo", dijo Nadal.

Pero a pesar de todos los títulos que ha logrado en esta temporada, una medalla olímpica no tiene comparación.

"Ganar acá se siente más especial. Sólo tienes una oportunidad cada cuatro años. Quizás para un tenista el Grand Slam sea más importante, pero para un deportista sin duda los Juegos Olímpicos son más importante que todo lo demás, y aquí me siento más un deportista que un tenista", aseguró Nadal.

"Aquí siento que gané en nombre de todo el país. La victoria es para muchas personas, no solo para mí".

Calor español

Nadal llegó cansado a Pekín. Venía de Cincinnati, Estados Unidos, donde aseguró su número uno del mundo a pesar de caer en semifinales ante el serbio Novak Djokovic, medallista de bronce en Pekín.

"Los primeros días se me hicieron pesados, sobre todo los entrenamientos. Pero el ambiente que he podido vivir en la Villa (Olímpica), el convivir con diferentes compañeros y no estar en un hotel como estoy acostumbrado, con más horas solo, quizás aburrido, todos esos factores influyen", explicó.

"Todos los atletas se han portado muy bien conmigo. Sin darse cuenta ellos me han servido de más que una gran ayuda, por eso les agradezco a todos su comportamiento".

"Gracias a ellos supongo que he podido ganar esta medalla porque mentalmente he podido estar en un cien por cien. Probablemente en un hotel no lo hubiera podido conseguir".

Esa fuerza, ese apoyo de los compatriotas no lo puede trasladar al circuito de tenis internacional. Ahí tiene que conformarse con la soledad de su habitación de hotel.

"No creo que hayan muchas más opciones, ¿no? A menos que pueda trasladar a toda la Villa para cada torneo", bromeó.

Cosas de los grandes

Pero el buen ambiente que vivió en Pekín con los otros deportistas no se limita a los atletas españoles. En la misma Villa Olímpica se topó con Michael Phelps, quien quiso tomarse una foto con Nadal.

El quien ahora es visto como el más grande atleta olímpico incluso tuvo palabras de admiración hacia el español ante los medios internacionales después de ganar su octava medalla de oro. Pero tampoco es que ya son los más grandes amigos.

"Tan sólo nos hicimos una foto. Para mí sería un placer volverle a ver porque la foto que yo tengo de nosotros no salió tan bien y quisiera volvérmela a hacer, porque creo que él representa los Juegos Olímpicos en sí", dijo el tenista español.

"Un hombre que ha hecho lo que ha hecho es no se puede más que admirarle y respetarle. Como deportista sé lo difícil que es ganar y él lo ha hecho ocho veces".

"No soy especial"

Amanece como el número uno del mundo, pero para el español eso no cambia nada. Asegura que igual era feliz cuando estaba de segundo en el ranking mundial. Claro que le da satisfacción, pero sabe que no se puede detener.

"La presión es la misma, porque a pesar de ser ahora el número uno igual quiero ganar los mismos torneos que quería ganar antes cuando era el número dos y quizás vuelva a ser número dos dentro de unos meses", explicó el nuevo campeón olímpico.

Su gran momento, asegura, se debe a un trabajo constante, al deseo de perfeccionar su juego.

"Me ha ido bien desde hace años, siempre trato de mejorar mi tenis, trato de ser mejor jugador y probablemente este año lo he logrado, ha ganado confianza. He mejorado en todas las diferentes superficies", señaló Nadal.

Pero recuerda que aún queda trabajo sin hacer, y al hacerlo lo hace con humildad, mostrando respeto hacia su principal rival sobre las canchas, el suizo Roger Federer, a quien destrona este lunes.

"Siempre puedes mejorar, si Federer puede mejorar yo también puedo hacerlo", señaló.

"No hay duda que técnicamente y tenísticamente es muy bueno, para mí ha sido el mejor en la historia. Es el jugador más completo y sigue siéndolo. Tiene mucha más variedad y puede usarla. A mi me gustaría tener toda esa variedad de golpes para poder utilizarla. Mientras más completo eres, más recursos tienes cuando el partido está complicado", explicó.

"Mi objetivo siempre es tratar de jugar lo mejor posible. El tenis es un deporte igualado y cualquier cosa puede pasar", agregó.

Pero además seguir buscando subir su nivel de juego ¿qué queda en el futuro? ¿Qué reto tiene ahora Nadal?

"Sin ir más lejos intentar jugar bien la semana que viene. Porque cuando pierdes siempre tienes la oportunidad la próxima semana y cuando ganas, dentro de una semana puedes estar sufriendo. Esa es la realidad del tenis y del deporte en general. Así que el objetivo es simple, seguir intentando". BBC Mundo