13 de Diciembre de 2007
La Dolfina tricampeón, jugadores distinguidos por primera vez
por su producción y sus montados --Mariano Aguerre, Facundo
Pieres y Pablo Mac Donough-- y un escenario renovado: este
Abierto de Palermo consiguió sobresalir para ser recordado por
mucho tiempo
![](../images/la%20dolfina%20tricampeon.jpg)
Tardarán en
apagarse los festejos del tricampeón La Dolfina. Pasará algún
tiempo hasta que cicatrice la herida de Ellerstina y su
nuevamente postergada primera celebración en Palermo. Pero más
allá de ganadores y perdedores, el 114° Campeonato Argentino
Abierto dejó varios puntos de análisis; algunos de ellos
quedarán en la historia.
• Más y menos. El balance fue positivo para el campeón y para
los equipos más débiles, Santa María y Alegría, de buenas
tareas. Ellerstina sólo cumplió y los otros grandes quedaron
en deuda.
• Mimbres vencidos. Se convirtieron 364 goles, lo que da un
aceptable promedio de 28 goles por cotejo. En 2006 habían sido
28,38 por encuentro y en 2005, 26,92. Un dato curioso: el
campeón hizo menos goles que el subcampeón, 63 contra 70.
• Un nuevo goleador. Facundo Pieres se consagró como el
artillero del torneo por primera vez, con 36 tantos. Así,
Cambiaso se quedó sin tri, pues lo había sido en 2006, con 47
goles, y en 2005, con 40.
• Para arriba. Las autoridades del torneo estimaron que la
competencia tuvo un crecimiento del 25% en los rubros
principales: sponsors, ingresos por entradas y cantidad de
espectadores. "Creo que la gran diferencia con el último
torneo fue el impacto del modelo de presentación de la cancha.
Con auspiciantes recibiendo a gente en sus stands y un
concepto general de hospitalidad y un fuerte concepto de
solidaridad como hizo LA NACION, con la fundación Banco de
Alimentos", dijo Mauricio Fernández Funes, gerente de la AAP.
• Para los libros. En 1893, Hurlingham se consagraba como el
primer campeón argentino. Desde entonces, sólo 20 jugadores,
con formaciones idénticas y sin ingreso de suplentes, habían
tenido el honor de ganar tres o más años seguidos el certamen:
Luis y Heriberto Duggan y Julio y Carlos Menditeguy, con El
Trébol, entre 1940 y 1943; Juan y Roberto Cavanagh y Enrique y
Juan C. Alberdi, en Venado Tuerto, entre 1944 y 1950; Alberto
P. y Horacio A. Heguy y Juan Carlos (h.) y Alfredo Harriott,
en Coronel Suárez, de 1967 a 1970 y de 1974 a 1979; Carlos
Gracida, Alfonso y Gonzalo Pieres y Ernesto Trotz, en La
Espadaña, de 1987 a 1990, e Indios Chapaleufú, con Bautista,
Gonzalo, Horacio y Marcos Heguy, de 1991 a 1993. Ahora son 24:
Adolfo Cambiaso, Lucas Monteverde, Mariano Aguerre y Bartolomé
Castagnola.
• Premios renovados. Palermo tuvo jugadores distinguidos por
primera vez en rubros valiosos para los polistas. Mariano
Aguerre se bautizó en tres rubros: mejor jugador de la final,
mejor montado del torneo y además su yegua Machitos Jazz se
llevó la tradicional manta de la Asociación Argentina de
Criadores de Caballos de Polo al Mejor Producto Jugador
Inscripto de la Final. Pablo Mac Donough tuvo su premio con
Ellerstina Suegra, ganadora del premio Copa Susan Townley al
mejor caballo jugador del torneo, y Facundo Pieres fue el
mejor montado de la final.
Fin de Palermo 2007. Un torneo que se ganó su lugar en la
historia. Diario La Nación
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