Rafa Nadal
en las aulas
Nadie
puede discutir que el 208 fue el año de Rafa Nadal:
Wimbledon, Rolang Garrós, la medalla de oro en los
Juegos Olímpicos y arrebatar el primer puesto en la ATP
a Roger Federer después de una reñida final en el Open
de Australia que acabó, como no, con la victoria del
tenista español. Pero ahí no acaba todo y ahora Nadal se
ha convertido en caso de estudio para la escuela de
negocios IESE. El autor de caso, Santiago Álvarez de Mon,
considera que los alumnos de la prestigiosa escuela
tienen mucho que aprender del tenista español.
Los
futuros directivos españoles tienen mucho que aprender de
Rafa Nadal. “En cierto modo, dirigir una empresa y un
partido de tenis tienen mucho en común. Por ejemplo, la
gestión del talento. Las empresas, antes de triunfar,
tienen que descubrir el talento. Hay una parte natural que
es importante descubrir para luego poderlo gestionar”,
dice Álvarez. “Rafa practica un deporte en el que ha
precisado tener ese talento natural que luego su tío y
entrenador ha logrado mostrar de qué manera debe usarlo en
la pista”, añade el profesor.
Santiago Álvarez destaca que “la fortaleza mental es la
lección más importante que Nadal puede dar a los alumnos
de IESE. Es la cualidad más importante con la que debe
contar una persona que debe vencer a la presión. Así que
es una característica muy importante para el empresario y
el actual número uno de la ATP la tiene más que
interiorizada. La presión de un partido suele ser similar
a la que experimentan los directivos cuando tienen que
tomar decisiones importantes”.
La
investigación del profesor Santiago Álvarez de Mon se
traducirá al inglés y se utilizará para las clases que la
escuela de negocios IESE imparte tanto en España como en
diferentes centros del extranjero.
El
error es necesario
De la
misma manera que muchos directivos aprenden a gestionar de
una manera eficiente su empresa,
“Rafa Nadal ha
logrado perfeccionar su juego a base de equivocarse. Esto
quiere decir que el error también forma parte del
aprendizaje y es necesario que las empresas hayan tenido
una relación fluida con el error”, dice el profesor.
Pero este
error no significa que las cosas no estén bien, sino “que
hay que mejorar, preguntarse, al igual que lo hace Rafa,
en qué se ha fallado para poder avanzar. Y entonces, a
base de ir probando, lograr encontrar la mejor solución.
Esta tiene que ser la correcta relación y es aquí donde
fallan muchas empresas”, concluye el profesor de IESE.
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