Los mejores: La Dolfina

18 de Diciembre de 2007

 

 

 

Más gloria para La Dolfina. Cuando todavía está fresca su conquista del tricampeonato en el Abierto de Palermo, logró lo que era previsible: llegar a los 40 goles de valorización. La Asociación Argentina de Polo (AAP) difundió ayer las modificaciones de handicap y Lucas Monteverde fue ascendido a 10, por lo que el conjunto que integra junto con Adolfo Cambiaso, Mariano Aguerre y Bartolomé Castagnola se convirtió en el cuarto en la historia en llegar a la perfección matemática que este deporte puede dar.


 

 

 

Los anteriores cuartetos que habían conseguido este logro fueron Coronel Suárez (integrado por Alberto y Horacio Heguy, Juan Carlos -h.- y Alfredo Harriott), La Espadaña (Carlos Gracida, Alfonso y Gonzalo Pieres y Ernesto Trotz) e Indios Chapaleufú (Bautista, Gonzalo, Horacio y Marcos Heguy).

La suba de Monteverde fue la decisión más importante de los 252 cambios, con 212 ascensos y 40 bajas (ver aparte), modificaciones entre las que también sobresalen la lógica suba de Pablo Mac Donough a 10, y el sorpresivo enroque entre Ignacio Heguy e Ignacio Novillo Astrada: el primero subió a 10 y el segundo bajó a 9.

El año último, luego de la obtención del subcampeonato, se abrió un debate sobre qué handicap debería tener el 2 de La Dolfina. Aquella vez la AAP no lo subió (sí lo hizo con Marcos Heguy e Ignacio Novillo Astrada) y gran parte del ambiente consideró, en una materia subjetiva, que se trató de una injusticia. En esta ocasión, con su tercer título en el Argentino y como autor del gol de oro en la final en el triunfo por 16-15 ante Ellerstina, todos los caminos conducían a un inevitable 10 para el jugador de 30

La decisión fue tomada por los 13 miembros de la subcomisión de alto handicap, encabezada por el presidente de la AAP, Francisco Dorignac, que expresó lo siguiente sobre el nuevo team perfecto: "Me parece que si un equipo es designado con los 40 goles es porque se lo merece. Es mérito para un equipo y una organización. Tienen 40 goles porque lo demostraron en la cancha, no sólo en una subcomisión de polo".

Los cuatro jugadores de La Dolfina vivieron el día de manera especial. Dispersados en cuatro lugares del país, fueron palpitando la llegada de los 40 goles con constantes llamados de teléfono. Los más ansiosos parecían Adolfo Cambiaso, que está en su campo de Washington, en Córdoba, y Bartolomé Castagnola, que desde Cañuelas se comunicó varias veces con su cuñado. Y desde General Rodríguez, se sumaba Mariano Aguerre.

El back fue el primer en comunicarse con Monteverde, que está en su ciudad natal. Luego del saludo afectuoso (en 2005, Castagnola fue el que lo llamó para jugar en La Dolfina) y la felicitación, siguió un diálogo con más o menos estas palabras.

-Te lo merecías. Ya te puedo largar solo, bromeó Castagnola.

-La verdad es que todavía no caigo, le contestó Monteverde.

-Bueno, pero ahora no tenés que quedarte y hay que seguir con todo para adelante, agregó el back del tricampeón.

Luego, Lolo dijo que en realidad él y Cambiaso parecían más contentos que el nuevo ascendido: "No tengo palabras. Es la culminación de todo lo bueno que nos pasó. El postrecito que nos faltaba", le expresó a LA NACION.

Ahora La Dolfina, club ganador de cuatro coronas en Palermo (la anterior al tricampeonato había sido en 2002), se coloca en un sitial de privilegio junto con otros tres equipos que marcaron época. El primero en lucir los 40 goles fue Coronel Suárez. Luego de su consagración en 1974, Horacio Heguy fue subido a 10 de handicap y el equipo de los rombos azules y colorados logró que todos sus hombres tuvieran el handicap perfecto. Esos 40 goles los jugó en 1975 y luego de 1977 a 1981, ya que Horacio volvió a los 9 en 1976 y ascendió nuevamente al año siguiente.

El siguiente equipo de valorización ideal fue La Espadaña, que luego de ganar en Palermo en 1987 con 39, consiguió el gol faltante con el ascenso del mexicano Carlos Gracida. Las tres temporadas siguientes participó con 40 tantos y al final, de 1990, Alfonso Pieres bajó a 9.

Tres años después, otro equipo galoparía en La Catedral con la máxima cantidad de goles, con el distintivo que era un cuarteto de hermanos. En 1992, Indios Chapaleufú le ganó en la final de Palermo por 19-13 a Ellerstina. El 14 de diciembre se decidieron las nuevas valorizaciones y Gonzalo Heguy recuperó el 10 (había bajado un año antes, justamente cuando subieron a sus hermanos Marcos y Bautista). Entonces, el equipo más popular de los últimos años participó en Palermo con el puntaje perfecto entre 1993 y 1997, año en que Horacio Heguy fue bajado a 9.

Pero eso ya es pasado. Cuando se escriba la historia de los equipos de 40 goles, habrá que agregar una jornada clave: 17 de diciembre de 2007. El día que La Dolfina se recibió de equipo ideal.

12 jugadores quedaron con 10 goles: Adolfo Cambiaso, Lucas Monteverde, Mariano Aguerre, Bartolomé Castagnola, Bautista, Marcos e Ignacio Heguy, Agustín Merlos, Miguel Novillo Astrada, Facundo y Gonzalo (h.) Pieres y Pablo Mac Donough. Carlos Beer De la Redacción de LA NACION