22 de Julio de 2008
Steve Ballmer fue el presidente de la empresa durante ocho
años, sin embargo logrará por fin desembarcar en la "oficina
de la esquina" que Bill Gates, su compañero de universidad que
lo contrató hace tres décadas, dejó vacante
La presión de encabezar la compañía de software más grande del
mundo sólo aumentará ante el fracaso del intento de hacerse
con Yahoo, que forzó al buscador a lograr una alianza con su
rival, Google, que cada día se acerca más a ser un competidor
directo de la empresa de Redmond.
Para agregar leña al fuego, Ballmer debe enfrentarse a la
tibia recepción que el último sistema operativo de la
compañía, Windows Vista, ha tenido entre los usuarios.
Por primera vez en su carrera, Ballmer, de 52 años, debe
llevar sobre los hombros el futuro de Microsoft sin Gates,
quien pasó a un segundo plano el viernes para dedicarse a su
fundación benéfica.
Su amistad se gestó en la universidad de Harvard, donde ambos
vivieron en un colegio mayor lleno de "tipos antisociales
buenos para las mates", según afirmó Gates.
Los amigos compartieron su amor por los números y cultivó una
reputación de ser personas energéticas. Hasta el día de hoy
todavía comparten juegos que llaman "el campo de las
matemáticas".
Después de terminar su carrera, Ballmer entró a trabajar para
Procter & Gamble, donde compartió una oficina con el actual
presidente de Geneal Electric Co Jeffrey Immelt.
Luego pasó un año en la escuela de comercio de la Universidad
de Stanford, antes de que Gates lo persuadiera para dejarlo y
convertirse así en el primer director de negocio de Microsoft.
Tras un mes en la compañía, se dio cuenta de que las órdenes
estaban atrasadas y que sus ingenieros estaban sobre
explotados. "Decidí renunciar", confió Ballmer en la despedida
de Gates.
"Me dije, Dios he dejado la escuela de comercio para ser el
contable de una compañía de 30 empleados", agregó.
Gates lo convenció de quedarse, en una cena donde le explicó
la ambiciosa visión de Microsoft: poner una computadora en
cada escritorio y en cada hogar.
Dirección
Ballmer es el segundo mayor accionista de Microsoft, tras
Gates, con un 4,3% de las acciones de la compañía, valuada en
más de u$s11.000 millones.
El analista de la firma de investigación Gartner, Michael
Silver, describió el estilo de administración de Ballmer como
"aterrador", pero le concede el crédito de ser un buen oyente
y estar atento a las necesidades de los consumidores.
"Steve es brillante, es un tipo duro y es bueno en el
marketing", dijo Silver. "Su personalidad puede ser
imponente", agregó. Ballmer ha acaparado los titulares de la
prensa con palabras afiladas hacia sus competidores.
Un vez se refirió al sistema Linux como un "cáncer" y
subestimó a Google calificándolo como un "mago de un sólo
truco." Un video de Ballmer dándole su entusiasta apoyo a
desarrolladores de software ha alcanzado el millón de visitas
en YouTube, sin embargo esta fama virtual le otorgó el poco
sentador apodo de "Monkey Boy".
"Siempre fue el contraste de Gates", aseguró Mary Jo Foley,
autora del libro "Microsoft 2.0: How Microsoft Plans to Stay
Relevant in the Post-Gates Era" (Microsoft 2.0: Cómo planea
Microsoft permanecer en un lugar relevante en la era post
Gates).
"Gates es un tipo tan serio, laborioso y metódico mientras que
Ballmer sabía que para ser parte del dúo dinámico con Gates,
necesitaba ser lo opuesto", afirmó. Fuente:
Reuters
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