30 de Septiembre de 2008
Llegó una tarde de 1998 al centro comunitario
El Carmen, en Río Gallegos, el reducto de militantes
kirchneristas por excelencia. Estaba en la ruina. La empresa
que lo llevó a esas tierras se había fundido y él se había
quedado en la calle.
Claudio Uberti era un santafecino desconocido
para Néstor Kirchner. Fue Rudy Ulloa Igor, colaborador
todoterreno del entonces gobernador, quien le consiguió un
contrato de 1200 pesos en Vialidad provincial. Allí conoció a
Julio De Vido, a quien luego le dispensaría tratos más propios
de quien responde a un amo que a un jefe. Todo cambiaría con
la llegada al gobierno nacional y la rápida escalada que lo
puso al mando de los negocios bilaterales con Venezuela.
El hombre que pagó con su cargo por el
escándalo de la valija es hoy, en Miami y en la Argentina, el
blanco de las acusaciones más graves, desde que Alejandro
Antonini lo acusó de ser el verdadero "dueño de la valija".
Lejos de todos, casi no se deja ver en su
departamento de Palermo Chico y en la casa del country CUBA
Fátima, en Pilar. Cuentan que también vendió el barco que
había comprado en sus días de esplendor.
Pero a pesar de que Kirchner lo echó del
Gobierno, hoy el ex funcionario no es ajeno al círculo
santacruceño. Cobra 25.000 pesos mensuales como empleado de
una constructora. Según fuentes que lo conocen, trabaja para
Lázaro Báez, un empresario famoso por su lazo directo con
Kirchner.
El propio Uberti declaró en la causa que se
sigue en la Argentina su nuevo empleo, pero obvió consignar a
sus jefes actuales.
Las versiones del poder
Nadie en el Gobierno, ni los más acérrimos
defensores de la "operación basura" que habitan en la Casa
Rosada, habla de Uberti como de "un pobre muchacho", compasión
que sí tienen, por ejemplo, por el ex titular del Enargas
Fulvio Madaro, echado por el affaire Skanska.
De a poco y con estricta reserva, en el
Gobierno comienzan a tejer nuevas hipótesis sobre él. Si bien
los principales ministros se resisten a hablar, aferrados al
argumento del complot norteamericano, algunos testigos de
aquella madrugada fatídica para el poder, dirigentes
kirchneristas y ex funcionarios cuentan sus versiones de la
valija más famosa.
Y mucho más después de las controvertidas
declaraciones del subsecretario general de la Presidencia,
Gustavo López, que la semana pasada, en una entrevista con la
agencia DyN, lanzó: "Que alguien diga que [la valija] podía
ser de una coima o una cosa en negro puede ser". La frase fue
después desmentida por el funcionario y ratificada por la
agencia, pero provocó un cimbronazo en los despachos
oficiales.
La hipótesis más escuchada en las últimas horas
habla de una traición. Los hombres que trabajan cerca del
matrimonio presidencial creen que Uberti, en realidad, se
abrió de De Vido. "Con Julio la relación no estaba bien. Con
el poder que había alcanzado Uberti, se disputaban los
negocios en Venezuela", recuerda un testigo de aquellos días.
"Hay un dato que es clave. Sólo echaron a Uberti", agrega otro
dirigente muy cercano a los principales despachos oficiales,
para sostener que el ex titular del Organo de Control de
Concesiones Viales (Occovi) jugó su propia partida. Quien
habla lejos está de tenerle simpatía a De Vido.
Refuerzan la versión de la traición en que
Uberti no pidiera trato preferencial para el vuelo del
escándalo. Sólo una anécdota: Uberti pasó el fin de semana
anterior al viaje a Caracas en Río Gallegos, para el
aniversario de la creación de El Carmen. Se encontró por
casualidad allí con Ricardo Echegaray, entonces director de la
Aduana y a cargo del control de equipajes, pero, según una
versión que obtuvo LA NACION, no pidió ningún "favor". El
vuelo procedente de Caracas hizo cinco pedidos de prórroga de
llegada aquel atardecer helado del viernes 3 de agosto de
2007. Según la Aduana, todo indicaba una alerta por drogas y
fue entonces cuando intervino también la Gendarmería para
revisar el avión. Pero no encontraron nada
.
De acuerdo con la causa judicial local, tras el
decomiso del dinero, Uberti llamó varias veces a Echegaray.
Según supo LA NACION, logró comunicarse con él cuando marcó el
celular nada menos que desde la residencia presidencial de
Olivos. Eran cerca de las 9 del sábado 4. El entonces director
de la Aduana conocía desde la madrugada el traspié de la
valija. Uberti declaró en la Justicia que sólo hablaron de los
acuerdos con Venezuela.
El último intento
"Hagan lo que tienen que hacer", habría sido la
orden que dio el propio Kirchner a los órganos de control en
la mañana del sábado, según relató una fuente. A esas alturas,
ya había más de 20 testigos del hecho. Imposible dar marcha
atrás. Después de todo, sólo era un venezolano pescado in
fraganti.
Cuenta un funcionario que vivió de cerca el
caso que Antonini llegó el lunes a la tarde, cerca de las 16,
a pagar la multa a la Aduana y llevarse la mitad del dinero.
Se arrepintió cuando vio policías en la puerta. Según esa
versión -a la que nunca aludieron ni Antonini ni los
funcionarios citados en la justicia argentina-, el venezolano
se fue sin cumplir el trato. A Uberti le quedaban apenas unas
horas en el esplendor de la gestión kirchnerista. Reproducción
textual de la nota del 28 de Septiembre de 2009
Por Mariana Verón , De la Redacción de LA
NACION
NOTAS RELACIONADAS:
Bereziuk, el misterio de la secretaria
codiciada
En mayo perdió su cargo en el Estado
Victoria Carolina Bereziuk solía ser un
engranaje decisivo en la relación bilateral entre Venezuela y
la Argentina. Su vida es un misterio luego del escándalo de la
valija con 800.000 dólares que aterrizó en el Aeroparque el 4
de agosto del año pasado.
Obligada a mantener un perfil más bajo,
Bereziuk continuó trabajando para el Gobierno casi 10 meses
más, aunque en el último tramo fue destinada a la
Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión (Scycg).
Pero su suerte cambió. Desde mayo no registra ningún empleo en
relación de dependencia -ni siquiera del Gobierno-; tampoco
ningún emprendimiento privado, según datos de acceso público
de la AFIP. En abril renunció a su puesto en Servicios y
Tecnología Aeroportuaria, una empresa de Aeropuertos Argentina
2000.
A partir de entonces, no existen registros
públicos de la ex secretaria de Claudio Uberti, jefe del
Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), hasta la
explosión del escándalo y el hombre a quien Guido Alejandro
Antonini Wilson acusa de ser el verdadero portador de la
valija.
Entre 2004 y 2008, según el currículum de
Bereziuk, era la "responsable de protocolo y relaciones
internacionales del Ministerio de Planificación Federal", que
conduce Julio De Vido. Bereziuk conocía a la perfección la
relación entre el kirchnerismo y el presidente de Venezuela,
Hugo Chávez.
Como secretaria de Uberti, ella definía la
agenda del ex funcionario. Su poder era tal que si su jefe no
podía, ella misma conversaba con el líder bolivariano o con el
presidente de la petrolera Pdvsa, Rafael Ramírez.
Licenciada en relaciones internacionales en la
UADE, Bereziuk era famosa entre los venezolanos con negocios
bilaterales: solían hacer comentarios sobre el atractivo
físico de esta rubia que cumplió 30 años en marzo. Antonini,
el joven Daniel Uzcátegui y sus ex socios se contaban entre
sus "admiradores", según se desprende de algunas de las
grabaciones que tomó el FBI en relación con el caso de la
valija. Le decían "el pedazo".
Ya en plena crisis, Bereziuk aportó un
testimonio importante ante la justicia argentina: dijo que
Antonini Wilson había estado en la Casa Rosada durante un acto
del que participaron Néstor Kirchner y Chávez pocas horas
después del decomiso del dinero en el Aeroparque.
Casi 14 meses después de iniciado el escándalo,
la vida de Bereziuk es hoy un misterio completo. José
Ignacio Sbrocco , Reproducción textual de la nota del 28
de Septiembre de 2009, PARA EL DIARIO LA NACION
Textuales
Las pruebas del juicio en Miami
Las grabaciones secretas del FBI y los
interrogatorios del juicio aportaron más luz sobre el
escándalo
"Yo fui a la Argentina a hablar con Uberti en
ese momento [julio de 2007, un mes antes del escándalo]." Así
respondió el venezolano en el juicio acerca de cuándo había
conocido al funcionario kirchnerista. Uberti lo niega: "A
Antonini me lo presentó Diego Uzcátegui en Caracas el 3 de
agosto", declaró ante la justicia argentina.
La invitación
En su relato judicial, Antonini afirmó: "Fui
invitado a viajar a Buenos Aires por Claudio Uberti. Ibamos a
hablar de un negocio por un gasoducto en la Argentina y me
pareció bueno ir". Otra vez, Uberti da una versión divergente:
"Antonini abordó el avión por expreso pedido de Diego
Uzcátegui, a lo que accedí sin sospechas".
Una tarde en Caracas
Bereziuk relató al juez argentino cómo fue la
espera del vuelo de regreso: "Espinoza se había quedado en las
oficinas de Pdvsa, creo que ésa fue la razón por la cual mi ex
jefe, Uberti, se dirigió hacia Pdvsa con Uzcátegui después del
almuerzo del 3 de agosto. Yo me dirigí con la secretaria de
Uzcátegui al shopping San Ignacio."
El encanto de Bereziuk
De una grabación tomada por el FBI:
Franklin Durán: -¿Danielito se cogió a la, a la
uruguaya, a la, a la argentina?
Alejandro Antonini: -No sé.
FD: -¿O tú qué crees?
[Pausa larga]
Los dólares y Pdvsa
Sigue Franklin Durán: "Rafael Ramírez [número
uno de Pdvsa] no puede lavarse las manos, porque fue su
asistente el que llevó la maleta al avión [...]. El presidente
[Chávez] se enteró de que fue el asistente de Rafael el que
llevó la maleta al avión. Rafael lo sabía, pero él no".
Las dos valijas
Antonini: "Reiter metió con Claudio dos maletas
en el avión. Además del maletín que fue incautado, había otra
maleta más grande, del mismo tipo y color, pero con más
dinero".
"Los argentinos"
Hablan Antonini y Durán:
AA: -A mí me dijeron: "Carga la maleta" y
cuando me volteé a buscar, Frank, no están, me jodieron, así
de fácil.
FD: -A ti te jodieron los argentinos, mi gordo.
AA: -Sí, es así. Sí, a mí, Diego [por Uzcátegui]...
FD: -Diego te engañó.
AA: -¿Por qué Diego me dejó montarme en ese
avión?
FD: -Porque Diego es un hijo de puta. ¿No montó
a su hijo?
AA: -¿No será que eso era un plan pa joder a
Diego también?
FD: -No comas mierda, chamo . Oyeme, eso
no fue ningún plan. Fue una cadena de eventos. El tipo pensaba
que la rampa del presidente iba a estar abierta. Por mala
leche, el avión no despegó en ese momento.
Rudy Ulloa Igor: el hijo político de Kirchner
Empezó como cadete del Presidente en Santa Cruz
y hoy es dueño de un multimedio que incluye un diario, una
radio FM, una productora y una señal local de TV. De bajísimo
perfil y pieza clave en el entorno presidencial, Ulloa no
habla en público, ni siquiera en los actos de la flamante
corriente interna Compromiso K, de la cual fue uno de los
principales arquitectos
Rudy Ulloa Igor es, seguramente, un nombre
vacío de significado para la mayoría de los argentinos. Sin
embargo, para Néstor Kirchner representa algo así como un
hermano menor o, quizá más por el rol que por la edad (tiene
diez años menos que él), un hijo adoptivo.
Y es precisamente a raíz del lugar que ocupa en la vida
personal del Presidente que su figura se vuelve clave en el
entorno presidencial, a pesar de que apenas se le conoce la
cara, y mucho menos la voz: jamás habla en actos públicos, ni
siquiera en los del nuevo espacio transversal que impulsó este
año, Compromiso K, y que lidera el secretario Legal y Técnico,
Carlos Zanini, otro destacado integrante del círculo pingüino.
Ulloa creció al lado de Kirchner, a quien
conoció siendo apenas un adolescente, cuando trabajaba en el
bufete del santacruceño para ayudar a mantener a su familia de
inmigrantes chilenos. Si quisiéramos contar su vida en grandes
trazos, la línea iría en indudable ascenso: a mediados de los
años 70, cuando Kirchner trabajaba como abogado, él era cadete
en su estudio. "Lo acompañaba en el auto cuando, por ejemplo,
iba a hacer algún embargo", relata a este diario un ex
diputado santacruceño que fue testigo del origen de la
relación.
Más tarde, ofició de puntero político; luego,
se convirtió en su secretario privado, en la intendencia de
Río Gallegos, y, finalmente, se transformó en empresario
periodístico. Eso es actualmente:
propietario de un multimedio en Santa Cruz -de dimensiones
provinciales, claro está- que incluye un diario de
distribución gratuita, El Periódico Austral, la radio FM El
Carmen y la productora Cielo. Además, explota la señal local
de Canal 2, de Río Gallegos -el cable propiedad de Supercanal
S.A.-, cuyos contenidos son aportados por su propia
productora. Hace poco se hizo cargo, también, de la producción
local de Canal 10.
Quienes están a su lado aseguran que, por estos
días, proyecta lanzar un periódico para algunas ciudades de la
Provincia de Buenos Aires, como Mar del Plata, Balcarce, Junín
y Chacabuco. Su objetivo último es editar un diario gratuito
de alcance provincial. Pero, ¿cómo sucedió todo esto? ¿Cómo es
que el joven Rudy, que al principio era sólo Ulloa -según
recuerdan los santacruceños- se fue transformando, también, en
Igor?
De puntero a empresario
A mediados de los años 70, cuando se cruzó por
primera vez con Kirchner, se ganaba la vida vendiendo diarios.
Había nacido en Puerto Natales, un pueblo chileno de
pescadores, pero se crió en el barrio El Carmen, un humilde
poblado de inmigrantes, a 25 cuadras de Gallegos. Allí llegó
con su familia a mediados de los años 60, cuando era sólo un
chico. Y allí, también, nació el germen de su estructura
económica y territorial: con el tiempo, Ulloa llegó a
controlar la Junta Vecinal de su barrio, a la que convirtió en
un centro comunitario creando un cooperativa y una Unidad
Básica asociada, que fue creciendo a medida que Kirchner lo
hacía en la estructura del Estado santacruceño: primero como
intendente y, luego, en tres períodos como gobernador, a lo
largo de los 90.
En 1987, Ulloa ya había pegado un gran salto.
De puntero pasó a secretario privado del intendente. Y en
1991, cuando Kirchner alcanzó por primera vez la gobernación,
él le manejaba la agenda.
Pero vale la pena detenerse un poco en lo que
ocurría hace 25 años en aquel caserío con techos de chapa, al
sur del mundo. En El Carmen, quizá, se inició a pequeñisima
escala la formación del armado político que desembocó en las
denuncias de la última campaña sobre una virtual compra de
votos a través de la entrega de electrodomésticos, colchones y
materiales para la construcción entre pobres del conurbano. El
método, claro, no es original: con variantes regionales, lo
utiliza la mayoría de los caudillos provinciales. "Como
presidente de la Junta -dijo a LA NACION un ex dirigente
frepasista de Santa Cruz-, Rudy repartía las bolsas de comida
y, en su barrio, definía a quién le correspondía y a quién no.
Tenía una cooperativa y hacía trabajo social: si había un
viaje de jubilados, la asistencia social del municipio de
Gallegos, a cargo de Alicia Kirchner, ponía el micro. En una
palabra, recibía toda la ayuda que necesitaba. Se trataba de
la transferencia de fondos del Estado derivados hacia un
militante y, en última instancia, hacia el crecimiento de un
partido político".
Con el retorno de la democracia, Kirchner y su
esposa, Cristina, empezaron a armar una línea interna dentro
del PJ provincial, que luego se convertiría en el Frente para
la Victoria Santacruceña (FVS). Necesitaban un local y fue a
Ulloa a quien se le ocurrió abrir uno en su propio barrio, El
Carmen. Así nació la Unidad Básica Los Muchachos Peronistas,
que luego se ramificó en una suerte de cadena, con el mismo
sello. Esta UB inaugural estaba comandada por Carlos Zanini. Y
fue allí, hace 25 años, donde surgió la sociedad política
entre Zanini y Ulloa, que ahora se cristaliza en Compromiso K,
la nueva criatura de la transversalidad cuyo fin es la
reelección presidencial, según admiten por ahora sólo en
privado.
"El secreto del crecimiento inicial de Rudy y
Zanini, en Santa Cruz, está en la asociación entre la Junta
Vecinal y la Unidad Básica Los Muchachos Peronistas. Acción
Social, por supuesto, no le podía dar plata directamente a la
unidad básica porque hubiera sido un escándalo. Pero podía
hacerlo a través de la Junta, que era lo mismo. Este tándem
funcionaba, también, como método de cooptación política",
detalló un dirigente provincial que entonces estaba aliado con
los Kirchner.
¿Cómo funcionaba esta cooptación? "Era común,
por ejemplo, que las maestras que trabajaban en el centro
comunitario El Carmen también fueran convocadas para hacer las
tareas que usualmente son de los militantes, como ir casa por
casa repartiendo volantes. Y esto era normal para ellas. En
una provincia como Santa Cruz, la política prebendaria no se
cuestiona", explicó el político patagónico.
Un periodista de un semanario santacruceño
recordó que alrededor de 2000 "surge en la cooperativa de El
Carmen un programa para madres en riesgo manejado por Pablo
Noguera, a la vez funcionario del municipio de Gallegos.
Noguera otorgó un subsidio a este programa, lo que equivale a
decir que se subsidió a sí mismo. Esto originó un gran
escándalo".
Las tareas están, desde hace años, divididas
así: Zanini es el intelectual; Ulloa, el encargado de la
logística. Pero a esa logística, claro, le faltaba una pata
estratégica: los medios, esa gran obsesión del estilo K. que
-ahora vemos- viene de larga data. En 1997, surgió la FM
Estación de El Carmen que, al principio, fue la radio
comunitaria de la barriada pobre y, dos años más tarde, se
transformó -a través de un trámite poco claro- en una S.R.L.
de la cual Ulloa era uno de los accionistas.
"Hace mucho que Rudy maneja dinero y poder.
Es que, en Santa Cruz, el poder está vinculado al Estado",
declaró un abogado santacruceño que conoce al matrimonio
presidencial casi desde que llegaron al sur.
Rudy Ulloa mide 1,65 de estatura y tiene una
abultada melena enrulada. Los santacruceños lo describen como
un hombre de la noche, a quien suelen ver -antes, más que
ahora- en el bar Mónaco, en el centro de Río Gallegos,
presidiendo largas mesas de amigos hasta bien entrada la
madrugada. Por las calles de su ciudad, maneja un Corsa de
vidrios polarizados, y su casa, de dos plantas, no es para
nada ostentosa.
"Con el poder que tiene, hace poco lo vi
saliendo con bolsas del súper. Sin asistentes ni nada. Las
cargaba él mismo; llevaba carne para un asado", dijo Héctor
Barabino, secretario general del Sindicato Argentino de
Televisión (SAT) provincial.
"Los medios lo demonizan porque es de origen
humilde. Lo llaman despectivamente ?el cadete´. ¿Qué tiene de
malo haber empezado como cadete?", acota el dirigente radical
Roberto Porcaro, íntimo de Ulloa e integrante de Compromiso
K..
Sus emprendimientos periodísticos crecieron
alimentados por la publicidad oficial: en eso coinciden todas
las fuentes consultadas. "Es que resulta imposible mantener en
Santa Cruz un multimedio sin la ayuda del aparato estatal.
Pero, más allá de la pauta oficial que pueda recibir, ¿qué
empresario santacruceño le dice que no a Rudy Ulloa sabiendo
que, detrás de él, está Kirchner?", añadió el ex dirigente
frepasista.
En un radio de tres cuadras, Ulloa concentra su
multimedio: la radio, que ahora se mudó al centro de la
ciudad; El Periódico Austral y Cielo Producciones, que maneja
su mujer desde 2003, Jessica Uliarte, una bonita cordobesa de
32 años. Muy cerca de allí, se encuentra la casa del
matrimonio Kirchner.
De su matrimonio con Jessica tiene un hijo,
Gastón. Y otro de sus hijos, de una pareja anterior, también
trabaja en su multimedio. Claro que todo está muy entrelazado
en Santa Cruz. Por ejemplo: el editor responsable de El
Periódico, Miguel Carmona, es a la vez director de prensa en
la Cámara de Diputados provincial, que preside el
vicegobernador, Carlos Sancho. Y éste último, a su vez, está
estrechamente ligado a Ulloa porque se "formó" en su UB Los
Muchachos Peronistas.
En enero de 2005, el ex secretario impulsó
Compromiso K, la nueva línea kirchnerista que lidera Zanini.
Pero este espacio recién se presentó formalmente en sociedad a
mediados de noviembre, en un evento en Parque Norte que el
secretario Legal y Técnico, hasta ahora de bajísimo perfil,
cerró como orador estrella.
En la lógica del poder, el nuevo ensayo
transversal que apunta a sumar apoyos de distintos partidos
para el Presidente choca con los intereses del jefe de
Gabinete, Alberto Fernández, sobre todo porque Rudy y los
suyos intentarán abrirse camino en la Capital.
"Rudy es un cuadro que formó Kirchner. Uno se
sienta con él y te habla horas de cómo generar redes para el
trabajo social, por ejemplo. Imposible haber escuchado algo
semejante de tipos como (Alberto) Kohan, (Ramón) Hernández y
todos los representantes del poder de los noventa", señala
José Ottavis, representante de la juventud de Compromiso K y
seguidor del empresario patagónico.
Algo es seguro: Rudy Ulloa Igor debe agradecer,
cada mañana, aquel fortuito momento en que su destino lo cruzó
con quien, treinta años después, sería presidente de los
argentinos. Eso se llama tener buena estrella.
Por Laura Di Marco
Quién es
Origen e infancia
Nació en Puerto Natales, en el sur de Chile,
pero se crió en un poblado de inmigrantes muy cerca de Río
Gallegos. De chico vendió diarios y, ya adolescente, a
mediados de los 70 trabajó de cadete en el estudio de abogado
de Néstor Kirchner.
Trayectoria política
Convertido en puntero, su poder creció junto
con el de Kirchner, de quien fue secretario mientras éste era
gobernador de Santa Cruz. Fue uno de los principales
impulsores de Compromiso K
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