13 de Abril
de 2009
El mejor ejemplo del desprecio de los "K":
hacer elecciones en broma!! Sólo demuestran desesperación
LAS LISTAS TESTIMONIALES NO SON NUEVAS EN EL MUNDO K
Con su estrategia, Néstor repite un esquema ya probado en
Santa Cruz
En su provincia, una tierra de reelección indefinida e
instituciones ausentes, Cristina fue candidata diez veces en
menos de veinte años. Del mismo modo actuaron
Alicia, De Vido,
entre otros.
El domicilio K sigue estando en Río Gallegos.
¿Cómo hará el milagro de presentarse en Bs. As.?
![](http://www.criticadigital.com/fotos/kirchnerdiputado_6.jpg)
Néstor Kirchner, al frente de la estrategia K para participar
en todas las elecciones (Foto Archivo: Télam).
“Todos los hombres son iguales. Pero algunos son más iguales
que otros.”
Mafalda.
“No hay nada más peligroso que un buen abogado.”
Alphonse “Scarface” Capone, 1946. Miami Beach.
Todo comenzó hace muchos, muchos años. Antes
del Diluvio se decidió que los candidatos debían ser
“famosos”. Populares, y no buenos, o experimentados, o
capaces. La retórica periodística los bautizó
“extrapartidarios” y la dirigencia se lanzó a cazarlos con
fruición. Los famosos implotaron el sistema de partidos,
retrasaron el recambio generacional y modificaron los pocos
valores que sostenían, endeble, al sistema. La popularidad –a
veces fruto del mérito, otras un simple accidente– se
transformó en el nivelador: es famoso, ya corre la mitad de la
carrera. En paralelo, el nepotismo comenzó a verse con cierta
simpatía:
–Lo nombré porque es mi hermano, es cierto. Pero necesito en
ese cargo a alguien de confianza.
–Ok, es mi mujer. ¿Pero sabe usted cuánto hace que milita?
–Mi primo es el más capaz que conozco. ¿Lo tengo que
discriminar?
Después se violó la lógica de los distritos:
–Soy santafesino, viví toda mi vida en Córdoba pero ya
llevo un año y medio en Buenos Aires. ¿Por qué no puedo
representar a los porteños?
–Deberían sumarlo: hice de primero a cuarto año, en 1966, en
la provincia. Es cierto, luego me mudé a Yugoslavia por 25
años. Pero volví, ¿no?
Así, la excepción mudó en normalidad: jugamos un partido en el
que todo el tiempo, cuando pierden, nos amenazan con llevarse
la pelota.
Vaciados de contenido, los partidos se transformaron en
sellos que llegan a venderse al mejor postor:
-
AAA Partido alquilo en Capital. Sin uso.Todo legal y bendecido
por Servini de Cubría. Logo incluido.
Pero faltaba algo más: que los cargos perdieran todo sentido.
Presentarse a un cargo para no ocuparlo luego. O para
discutir, por caso, qué conviene. Así, el vicepresidente podrá
devenir en concejal, el ministro en gobernador, el senador en
diputado. O todo lo contrario. Si la lista sábana oculta a los
candidatos indeseables, el cargo “testimonial” transforma el
sistema en una broma y la carga de la función pública en un
cheque en blanco: ser “electo” es un superpoder, como la
kryptonita, no un mandato o parte de una obligación social.
–Tengo el poder, ya veré cómo me conviene usarlo.
Ninguna idea puede volver al poder más discrecional: puedo
usarlo en el rol que quiera, el tiempo que desee, en la
institución que necesite. Ser elegido por el pueblo para
ocupar una función implica llevarla a cabo y rendir cuentas
por ello. Ser elegido para no ocupar ninguna o para hacerlo “a
la carta”, ¿a qué obliga y cómo se cumple?
¿Cuáles son los planes del gobernador que quiere ser diputado?
¿Qué piensa hacer en la Ciudad la vicejefa que quiere ser
legisladora? ¿Que harían en el Congreso la ministra o el jefe
de Gabinete? ¿Suena más democrático que los intendentes
presidan las legislaturas? Algo tienen todos en común: saben
decir que sí. Todos, dóciles, sabrán obedecer. La febril
estrategia “testimonial” viola, a la vez, la división de
poderes: un funcionario del Ejecutivo puede pasar sin más al
Legislativo, o al revés. Es cierto: todavía no pueden ser
jueces. Pero démosle tiempo al tiempo. Los tres poderes van
camino a convertirse en dos. Y la democracia, en una cáscara.
Esta historia comienza en mayo de 2003. En aquellas semanas,
Buenos Aires se llenó de funcionarios pingüinos dispuestos a
asumir el 25. Eran hoscos, reservados y se vestían con trajes
baratos, aunque ese detalle duró poco. Los cronistas se
desesperaban por conocer a las tropas del desembarco.
–Son como nosotros –me dijo un redactor al volver de Casa de
Gobierno–. Son la Armada Brancaleone... mucha idea de lo que
van a hacer no tienen…
Algunos opositores llegaron desde Río Gallegos para recorrer
los medios:
–Tengan cuidado con el Lupo –advertían a quien quisiera
escucharlos. El Lupo era Lupín, Néstor Kirchner, bautizado así
por un aviador de historieta. Aunque “Lupo” también quería
decir “lobo” en italiano.
Escuché en aquellos días varias advertencias sobre el
“verdadero” Lupo: denuncias y más denuncias en Santa Cruz.
Decidimos no darles demasiado crédito y esperar: “Se tiene que
dar cuenta de que esto es Buenos Aires, no puede manejarse
igual”.
Aquellas historias parecen ahora recuerdos del futuro. Ahí
está el Lupo, frente a su propio espejo.
NÉSTOR EN CASA.
El domicilio legal de Néstor Kirchner es Maipú 225, de la
ciudad de Río Gallegos; así figura en el padrón de las
elecciones de 2007 y en la creación de la sociedad comercial
El Chapel, en septiembre de 2008. Kirchner es tercera
generación de santacruceños, fue intendente de Gallegos y tres
veces gobernador de Santa Cruz, y tuvo su mayor experiencia
como bonaerense en los años 70, cuando estudió Derecho en La
Plata. El padrón electoral de junio incluirá los cambios de
domicilio realizados antes del 30 de diciembre de 2008, fecha
en la que el copresidente no soñaba con presentarse como
candidato en la provincia de Buenos Aires. La respuesta a
tanta intuición electoral se encuentra en la caja fuerte del
titular del Registro Nacional de las Personas, donde el legajo
de Kirchner duerme su siesta documental junto al de Diego
Maradona, Mirtha Legrand y la copresidenta Cristina, entre
otros. Dos fuentes seguras confirmaron a este diario que,
hasta hace al menos un mes, el domicilio de Néstor seguía en
las tierras del viento, el mar y el frío. ¿Se producirá en
estos días el Milagro de la Lapicera?
–Néstor tiene residencia en Olivos y eso basta para
presentarse –le dijeron a
Crítica de la Argentina
dos ministros del ala dura del Gobierno.
La ambigüedad domiciliaria no es nueva en la familia: en 2005,
Kirchner nombró a su esposa como candidata a senadora por
Buenos Aires y en el mismo año la Hermana Presidencial Alicia
fue candidata a senadora por Santa Cruz como enroque con
Cristina; asumió su banca por unos meses y luego volvió al
Ministerio de Desarrollo Social.
Cristina mantuvo su domicilio en la Patagonia y decidió no ir
a votar ya que se encontraba a más de 500 kilómetros. Para
presentarse se argumentó entonces que nació en La Plata,
aunque su apego territorial no fue suficiente para presentar
un solo proyecto referido a la provincia durante su mandato.
Cristina fue candidata diez veces en veinte años ya por Santa
Cruz o Buenos Aires y renunció tres veces al cargo para el que
había sido electa ocupando uno nuevo: 1989: Diputada
provincial en Santa Cruz.
1993: Diputada provincial reelecta.
1994: Convención Nacional Constituyente por
Santa Cruz.
1995: Diputada provincial reelecta; renunció a
su cargo para asumir como senadora nacional.
1995-1997:
Senadora nacional por Santa Cruz; renunció a su cargo para
asumir como diputada.
1997-2001:
Diputada nacional por Santa Cruz.
1998: Convencional Provincial Constituyente en
Santa Cruz.
2001-2005:
Senadora nacional por Santa Cruz.
2005-
2007:
Senadora nacional por Buenos Aires; renunció a su cargo para
asumir la Presidencia.
La Hermana Alicia
fue responsable de Desarrollo Social en la intendencia, la
gobernación y la Nación; candidata a intendente de Río
Gallegos en 1995 y a senadora nacional en 2005, cargo que
ocupó por ocho meses. Su tío Manuel López Lestón fue candidato
a intendente en 1991.
Las listas “testimoniales” tampoco son nuevas para los K:
en 1997 puso a Julio De Vido a la cabeza de los diputados
provinciales; ganó pero no asumió, y siguió en su cargo de
ministro de Obras Públicas provincial; el candidato a diputado
de esa misma elección fue el intendente de Caleta Olivia, José
Manuel Córdoba, que no ocupó su banca nacional, y Carlos
Muratore, ministro de Educación provincial, quien tampoco
asumió como concejal electo. Carlos Zannini logró un récord:
asumió como diputado provincial entre 1995 y 2001, luego fue
presidente del Tribunal Superior de Justicia y antes ministro
de la Gobernación: pasó, en una misma gestión, por los tres
poderes del Estado.
En la Reforma Constitucional de 1994, Néstor habilitó la
reelección de gobernador y vice, eliminó la cláusula de
consanguineidad que impedía el nombramiento de familiares en
los cargos ejecutivos e introdujo, ante el silencio de la
oposición, el artículo 80 que funcionó más tarde como puerta a
la reelección indefinida: “La Cámara de Diputados por la
mayoría absoluta de la totalidad de sus miembros podrá someter
a voto popular, directo, obligatorio y vinculante, en calidad
de consulta popular, proyectos de ley que afecten directa o
indirectamente las instituciones, derechos y garantías de
raigambre constitucional, nacional o provincial, para su
ratificación o rechazo. La ley de Convocatoria no podrá ser
vetada y regirá automáticamente a partir de su ratificación”.
El 17 de mayo de 1998 el “Sí” a una nueva modificación de la
Constitución por la re-re obtuvo el 56,88% de los votos. El
radicalismo presentó recursos de amparo en todos los
tribunales de la provincia, pero ya era tarde: en 1995 Néstor
había ampliado de tres a cinco los miembros del Tribunal
Superior y eliminado la figura del procurador, quedándose con
mayoría propia en la Corte.
“Llamar a una consulta para reformar la Constitución es
utilizar los mecanismos de la democracia plebiscitaria a fin
de establecer una relación tramposa entre el líder y el
electorado, a la manera del nazismo”, opinó entonces, en Río
Gallegos, el juez Raúl Zaffaroni. En marzo de 1999, se
incorporó la figura del “diputado por el pueblo”, con
terribles consecuencias para las minorías locales: de los 24
legisladores provinciales 14 son elegidos a razón de uno por
municipio, y los otros diez por todos los habitantes de la
provincia como un distrito único, y van en lista sábana. En la
última elección, de 2007, el Frente para la Victoria logró 20
legisladores, y cuatro la oposición. Con el sistema anterior,
la composición de la Cámara hubiera sido de 15 para el
oficialismo y nueve para los opositores.
Nota periodística de Jorge Lanata. INVESTIGACIÓN:
J.L. / LUCIANA GEUNA/ JESICA BOSSI, diario Critica de la
Argentina del día 12.04.2009.
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